¿Y si Cambio? Desarrolla la comunicación asertiva con tu pareja, antes de que sea tarde
La comunicación efectiva entre la pareja es fundamental para que esta funcione. Son muchísimas las experiencias de parejas que terminan su relación en los primeros años o la mantienen por mucho tiempo en medio de conflictos y/o llena de grandes insatisfacciones y frustraciones.
Esto no tiene por qué ser así. Sobre todo porque cuando decidimos vivir con esa persona lo hicimos por lo bien que nos sentíamos con ella.
Pero, ¿Qué pasó? ¿Qué cambió? ¿Por qué los gritos y/o los silencios se apoderaron de la comunicación? No tengo otra respuesta que no sea la carencia de habilidades comunicativas intra e interpersonales.
Especialmente, la comunicación intrapersonal que determina la calidad de comunicación con el otro, en este caso, la pareja. El secreto es desarrollar herramientas de comunicación efectiva para fortalecer la relación de pareja ¿cómo se logra eso?
Conociendo nuestro modelo de comunicación
El modelo de comunicación que predomina en nosotros fue aprendido. Aprendimos de lo que vimos, oímos y vivimos en los primeros años de nuestra infancia. Esos patrones se fueron afianzando a lo largo del tiempo.
Nuestras creencias, hábitos y la cultura de relacionarse de nuestro entorno familiar, social y educativo determinaron la forma en la que nos comunicamos hoy.
Por ejemplo, la persona que creció en medio de un ambiente donde los gritos, el tono disonante y autoritario formaron parte de la cotidianidad comunicativa, aprendió que hablando de esa manera es como logra interactuar con el otro.
Normalizó tanto el modelo que está convencida que esa es la forma de comunicación más apropiada o, por lo menos, no tiene nada de malo. De manera que cuando se dirige a su pareja, le grita o le habla es ese mismo tono alto y autoritario que tiene grabado en su memoria y en su subconsciente.
A esto el otro responde según su propio aprendizaje. ¿Qué podría pasar si ese es el modelo de comunicación predominante?
· Engancharse en la misma forma de comunicación y terminar peleando, insultándose mutuamente y agrediéndose psicológica, emocional y/o físicamente, producto de encontrarse dos modelos agresivos o autoritarios de comunicación. Lamentablemente, es uno de los modelos más comunes. Las estadísticas de divorcio crecen todos los días producto de no haber logrado comprensión, acuerdos y una comunicación asertiva. Muchas de estas relaciones terminan sin haber buscado ayuda y por no haber reconocido que se carece de un modelo de comunicación asertiva que permita escuchar y gestionar las diferencias en pro del crecimiento y fortalecimiento de la relación. Por lo general, cada uno busca tener la razón o se culpan mutuamente de los conflictos y, en el peor de los casos, comienzan otra relación sin haber resuelto lo que hizo que terminara la anterior, con las consabidas consecuencias de repetición de un patrón subyacente de comunicación ineficaz.
· Responder de manera sumisa. Esto ocurre cuando se proviene de un hogar donde la sumisión era una forma de relacionarse. Demostrado está que la cultura social de donde se proviene influye determinantemente en la conducta del ser humano. Bajo este modelo la persona responde soportando, callando y silenciosamente sobrellevando el maltrato psicoemocional que encierra un modelo comunicativo cargado de agresiones verbales, emocionales y mentales. ¿Por qué se extiende ese estado de sumisión en el tiempo? Por una baja autoestima, inseguridad y desconfianza en sí misma; y el temor a la soledad. Generalmente, en este tipo de relación no se cuenta con la apertura de buscar ayuda psicológica profesional y lamentablemente, los integrantes terminan profundamente heridos y con deseos de lograr bienestar interior.
· Reaccionar asertivamente, lo cual significa comunicarse sin insultos y con un tono amable. Practicando la escucha activa, la compasión, el no juicio y la paciencia. Por lo general, se comprende que la otra persona se comunica de esa manera porque es el modelo que aprendió, sin embargo, se espera expresar en el momento oportuno, con firmeza y amabilidad lo que se siente frente a ese modelo comunicativo. Pide respeto, respeta al otro; establece límites sobre la manera que quiere ser tratada. Además, cuenta con la capacidad de decidir qué hacer si el otro no acepta cambiar su modelo comunicativo. Esta forma de reaccionar es la menos común, y es el que utilizan las personas que se esfuerzan por mantener su relación a flote. Requiere el compromiso de ambos y la conciencia de reconocer dónde están fallando para cambiarlo y juntos crear su propio modelo comunicativo.
Construyan su propio modelo de comunicación asertiva
Mantener una relación de pareja estable, armónica y feliz es posible. Más esto no significa que exista la relación perfecta, sino que los modelos de comunicación asertiva permiten hablar y escuchar al otro antes que sea tarde. Si quieres que esto sea así:
1. Busca ayuda psicológica profesional.
2. Establece qué quieres como pareja; cómo quieres ser tratada; cuáles serían sus límites.
3. Escucha limpiamente, sin suposiciones ni predisposiciones.
4. Conecta con la sabiduría de tu ser interior.
5. Hazte responsable de tu propio modelo comunicativo y atrévete a cambiarlo, si está causándote problemas.
6. Habla asertivamente. Deja de callar lo que sientes.
Y ten la relación de pareja que siempre soñaste.
Yamilet Pinto
Psicóloga
@yamiletpinto
yamipinto@gmail.com
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