Opinión

¿Y si cambio? ¿Dar gracias al 2020?

Han sido muchas vivencias al mismo tiempo, muchas de ellas dolorosas que han dejado huellas en nuestra vida.
Yamilet PINTO
sábado, 19 diciembre 2020

Casi termina este año que nos ha movido el piso.

Nos trajo una pandemia que muchos de nosotros no conocían más allá de los libros y la historia de otros países u otras décadas.

No sabíamos cómo manejar la incertidumbre ni cómo adaptarnos a los cambios que ocurrieron en lo laboral, empresarial, emocional, mental, familiar, espiritual, académico, económico y social.

Han sido muchas vivencias al mismo tiempo, muchas de ellas dolorosas que han dejado huellas en nuestra vida.

Hemos aprendido más sobre el valor de la gratitud, pero ¿debemos agradecer lo vivió en un año como este?

Sabemos que agradecer es una virtud que tiene el poder de transformar vidas, pero ¿cómo agradecer un año que ha traído tanto malestar? ¿Cómo agradecer las muertes, las consecuencias, los efectos, las secuelas de un año tan complejo?

Allí está el secreto, no es eso lo que vamos a agradecer.

El valor de la gratitud está mucho más allá de las circunstancias y de las experiencias. Tiene que ver con la conciencia de valorar lo que tenemos a pesar de las dificultades que hemos vivido a lo largo de este año.

Muchos están esperando que termine el año para ver si se lleva todo lo malo, sin embargo, lo que se para un año del otro son unas horas, ¿cambiará nuestra percepción de lo vivido o continuarán los aprendizajes?

Sin duda lo que más necesitamos hoy es ampararnos en la luz y el brillo que ofrece dar gracias por todo lo que hemos aprendido, por todo lo que hemos cambiado y por todo lo que hemos decidido y si queremos un cambio, dar gracias por lo que ahora emprendemos, por la luz que se enciende en el camino y nos ofrece claridad para seguir caminando en el sendero de la vida más alertas, más conscientes, más despiertos en la conciencia del ser.

Dejemos que el faro de la gratitud se encienda dentro de nosotros con más brillo que nunca.

Enciende el faro de luz que nos brinda la gratitud

Agradecer cuando todo está bien es muy fácil, ser agradecido cuando las cosas “salen mal” es un desafío, pero realmente no se trata de agradecer la enfermedad o la muerte, el quiebre de empresas o el maltrato intrafamiliar, las adicciones y la carencia, no.

Se trata realmente de agradecer las valiosas lecciones que nos dejó el 2020 y que sin duda nos convierten en mejores personas.

¿Quiénes no valoramos más a nuestros maestros, a los médicos, a la familia, a los abrazos y al compartir en familia y entre amigos, los viajes y las escuelas?

¿Quiénes no estamos conscientes de la importancia del gran hecho de respirar?

¿Quiénes no aprendimos el valor de la unión, la aceptación, la tolerancia y la administración de recursos?

Eso y más no ha dejado este año. Para verlo, sentirlo y valorarlo, necesitamos encender la luz de la gratitud pase lo que pase. Dar gracias porque sí.

Pero, ¿Qué es la Gratitud? se puede definir la gratitud como un sentimiento o como una virtud.

También como un faro de luz que nos conecta con la claridad que ofrece cuando la practicamos.

En el libro ¡Gracias! Cómo ser feliz y estar en paz con la vida, escrito por Nina Lesowitz y Mary Beth Sammons, se define a la Gratitud como “la respuesta plena a un momento y todo lo que éste contiene.

Este concepto encaja perfectamente con el año 2020. Dar gracias nos impulsa a valorar el momento presente, sea la circunstancia que sea y experimentar la gratitud en medio de él.

Esto nos llenará de una fuerza interior que nos inspirará a la transformación personal y nos moverá a sentir mayor plenitud, bienestar y nos convertirá en personas más serenas, más saludables y más satisfechas con la vida.

Gracias por este momento y lo que contiene

Agradecer nos permite encontrar bendiciones y significados en cada momento de nuestra vida y en cada una de las experiencias que nos ofrece.

Sólo necesitamos abrazar con gratitud los desafíos que se nos presentan. Esta actitud de humildad y entrega nos permite sanar las heridas del pasado o del presente y responder de manera diferente cuando enfrentamos circunstancias adversas como la enfermedad; la pérdida de un ser querido, la pérdida de un trabajo o de dinero.

Sólo con una actitud de agradecimiento podremos descubrir los secretos y aprendizajes que esconden las adversidades.

Démonos cuenta de los sucesos providenciales o coincidencias significativas que están ocurriendo a nuestro alrededor justo ahora: pequeños gestos o actos de amor, solidaridad o comprensión que ángeles anónimos nos están regalando, devolviéndonos la sonrisa, la fe y la esperanza; llenándonos de sosiego, descanso y tranquilidad.

Démosle las gracias con el corazón abierto.

La gratitud como un hábito de vida

La gratitud es una virtud humana indispensable que nos brinda la oportunidad de tener una vida más plena y podemos convertirla en un hábito de vida y transformación interior comenzando con:

1. Dar gracias a Dios por lo que tenemos ahora y por lo que ha de venir, aunque es desconocido para nosotros no lo es para Dios.

2. Volver a jugar como niños. Este es el elixir de la alegría en momentos adversos y lo podemos convertir en una inmensa fuerza y poder para la vida.

3. Dediquemos los primeros minutos del día a dar Gracias a Dios. Esto fomentará cada día nuestra transformación personal y espiritual.

4. Orar y agradecer a Dios por lo que tenemos y por lo que queremos. Hablemos con ÉL con nuestras propias palabras. Él siempre nos escucha.

@yamiletpinto

Psicoterapeuta/Life Coach

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