Opinión

¿Y si Cambio? Covid-19: Una experiencia de cambio y transformación

En el camino del héroe, se nos muestra muy claramente las diversas fases por las que atravesamos.
Yamilet PINTO
sábado, 25 abril 2020

La vida y sus cambios intempestivos, sorpresivos e inesperados. Así llegó el Covid-19, impactando al mundo entero. Una experiencia que llamo “Stop”, porque fue y sigue siendo un alto, un pare a todas nuestras actividades cotidianas. Se nos puso el mundo al revés, lo impensable ocurrió: pararnos y cambiar la forma en la que veníamos desarrollando todas nuestras actividades personales, profesionales, familiares, académicas y sociales y lo más impactante: quedarnos en casa, volver al hogar, ¿Quién pensaría que lo haríamos y de esta manera? Creo que a nadie se le hubiese ocurrido. Sin embargo, acá estamos, somos sobrevivientes de algo que pensábamos no podríamos soportar ni realizar.

Incluso, si alguien nos hubiese dicho, hace un tiempo atrás, que tendríamos que pararnos y dejar de ir a nuestras oficinas o al trabajo, dejar de llevar a nuestros hijos al colegio o actividades deportivas, dejar de ir al Gym o visitar a nuestros seres queridos; que no podríamos ni compartir un domingo familiar, ni  abrazar y mucho menos besar a nuestros familiares y amigos en su cumpleaños, ni  viajar o movernos libremente por nuestras calles y ciudades y muchísimas otras restricciones, si nos los hubiesen pedido , estoy convencida  que en coro hubiésemos, con cara de sorpresa y terror, que eso no era posible, que no soportaríamos esa situación porque implicaría disminuir nuestros ingresos, perder clientes, dejar de aprender y un sinfín de consecuencias “negativas”, según nuestras creencias y pensamientos,  que no podríamos asumir; pero sucedió, tuvimos que enfrentarlo y hoy nos damos cuenta que somos más grande que las circunstancias, más resilientes de lo que creemos, más fuerte de lo que nunca pensamos.

Ahora, traspasar otro umbral, el regreso

En el camino del héroe, se nos muestra muy claramente las diversas fases por las que atravesamos, en ellas se pueden observar diversos surcos o umbrales que traspasamos luego de una tormenta, sin saber qué nos espera luego de ese trance. En algunos casos pensamos que ya hemos llegado a nuestro destino y que lo peor ha pasado o que lo que viene es mejor, sin darnos cuenta que ambas son simplemente expectativas de las cuales no tenemos certeza, por tanto, no podemos volver a caer en la necesidad de querer controlar ni circunstancias ni las personas.

Se avecinan días que nos invitan a regresar a la cotidianidad, fíjense que digo cotidianidad y no “normalidad” porque todo eso cambió. Ya no somos los mismos, ni las otras personas son las mismas, ni las circunstancias son las mismas, según una encuesta publicada por el diario español El País, el 87,15 % de las personas cambiaron sus hábitos, por lo cual hemos de tener esto en cuenta porque sin duda somos parte de las estadísticas. Por lo tanto, en este nuevo periodo estemos consientes de capitalizar los cambios, con el propósito de alcanzar un mejor vivir, un mayor bienestar, mejores relaciones y resultados.

La ascendente curva del aprendizaje

Toda experiencia ofrece aprendizajes, y la curva del mismo ha de ser ascendente, y gradual a fin de minimizar los efectos post-traumáticos que toda tormenta deja tras de sí. Desde la experiencia humana hemos de contar con recursos para que la experiencia espiritual se manifiesta en nuestro SER, que es desde donde la vamos a trascender con mayor sabiduría y Conocimiento.

En ese sentido, de cada uno de nosotros dependerá cuánto beneficio hemos de extraer de lo vivido. Sacar lo bueno, lo importante y valioso de esta experiencia, es una forma de que la misma tenga sentido y nos prepare para cada senda que a partir de ahora transitemos.

El héroe al iniciar el cruce del nuevo umbral trae cargada su mochila de:

1.       El poder de la reflexión, el cual utilizará para concienciar que nada es estable, que la vida puede cambiar en un segundo. Así que, suelta el apego y se atreve a vivir la nueva experiencia con mente de principiante como si fuera la primera vez; ahora con más vigor, fuerza y sabiduría.
2.       Lo verdaderamente valioso: la familia, los afectos, las personas, los pequeños momentos.
3.       El justo valor del trabajo. Al cual agradecemos, sin que nos hagamos esclavos de él.
4.       Un nuevo amor por el ambiente y la naturaleza, el cual cuidará y alimentará para mantenerlo vivo y vigoroso.
5.       El reconocimiento de su inmensa capacidad para aprender nuevas formas de hacer las cosas.
6.       Herramientas tecnológicas que ahora podrá utilizar para su mayor bien.
7.       La solidaridad, reconociendo el valor que tiene cada compañero de viaje. Ahora sabe que todos son importantes.
8.       Confianza en sí mismo.
9.       La conciencia del momento presente

10.   La Fuente de todo lo creado, lo cual le permite soltar el control y el apego a lo que no tiene importancia.

Así cada umbral será traspasado con fortaleza en su interior y energía positiva en su mente y en cuerpo.

@yamiletpinto
Psicoterapeuta

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