¿Y si Cambio? Construyendo paz en medio del caos

En la sociedad venezolana nos ha tocado vivir profundas transformaciones sociales y personales que, inevitablemente, se impactan mutuamente.

Durante ese proceso son muchas las emociones por las que atravesamos, como la ira, la rabia, la tristeza, el miedo, la incertidumbre, el estrés, la frustración y la depresión, especialmente si percibimos que hemos sido objeto de injusticia, que han sido violados nuestros derechos o si sentimos que hemos sido vejados, pisoteados y humillados.

Todo esto provoca una pérdida momentánea de la paz interior, dando origen a perturbaciones internas, de carácter psicoemocional, mental, espiritual y físico.

Sin duda, un espacio donde se experimentan tantas emociones y situaciones simultáneas, generará angustia y ansiedad y por ende, encontrar el equilibrio interno se convertirá en un gran reto personal y social, ya que se dificultará la comprensión, el manejo y la gestión de tales emociones.

La paz psicológica y social

Fomentar una cultura de paz comienza por forjarla dentro de cada uno de nosotros, y pasa por concienciar el significado de la paz desde el punto de vista psicológico y social. Por un lado, es importante comprender que “nadie da lo que no tiene”, por lo tanto, quien quiera ofrecer paz, necesita sentirla dentro de sí.

Psicológicamente, para experimentar paz se necesita transformar la forma de vivir, de pensar, actuar, de relacionarse con uno mismo y con el entorno.

Se necesita autoaceptación, autorespeto, autocuidado y autoprotección. Se requiere, además, hacernos consciente de que el disfrute individual no puede ni debe ser a costa del sufrimiento del otro ni del medio ambiente.

De manera que la paz interior, se define psicológicamente como un estado de calma, serenidad, tranquilidad y conciencia plena del momento presente, donde se logra estar atentos a lo que ocurre en el exterior sin perturbar el ser interior, lo cual significa observar los acontecimientos sin identificarse con ellos, entender que son circunstancias y que las mismas no nos definen ni definen nuestro futuro.

Desde el punto de vista social, la paz comprende el espacio de negociación, diálogo, comprensión, empatía, respeto y aceptación del otro, lo cual permite una interacción y convivencia integral, en pro de la unión y del bien mayor de quienes conforman la sociedad.

Ahora bien, hablar de paz en la sociedad no trata de la carencia del conflicto, al contrario, éste se reconoce como parte de la naturaleza humana y por ende de la sociedad, donde los desacuerdos y las diferencias de opiniones, pensamientos y creencias forman parte de la estructura social.

Sin embargo, es la necesidad de poder, de dominancia y la exageración del ego los principales obstáculos de la paz, interfiriendo en la sana convivencia e impidiendo que la comunicación asertiva, el consenso, la justicia y la humildad cumplan su función de disminuir la intensidad y frecuencia de los desencuentros y desacuerdos sociales, ya que quien ostenta el poder utiliza armas, la fuerza bruta y la manipulación psicológica para someter a la sociedad y alcanzar la satisfacción personal que busca.

De manera que, el fin último es que cada persona pueda comprender que un estado de paz es un estado de conciencia holística, que involucra lo individual y lo colectivo, donde lo principal es no hacerse daño a sí mismo ni a los demás; donde se logre un beneficio personal y colectivo, donde se trabaje por el logro del propósito de vida y donde se logre entender que pertenecemos a una comunidad de paz, llena de sabiduría, conocimiento y conciencia plena.

Claves para lograr paz en medio del caos

A la mayoría de las personas le gustaría vivir en paz y para muchos eso significa que nada le perturbe, que nada le afecte, que no tenga problemas o no tenga que resolver conflictos, pero lamentablemente, la paz no es eso, es mucho más que eso.

Es aprender a vivir en medio del cambiante, desafiante y retador día a día. De manera que necesitamos aprender a gestionar pensamientos, emociones y conductas que nos permitan desempeñarnos adecuadamente en medio del caos que producen las realidades que nos toca vivir. Para ello:

· Aprendamos a reconocer y aceptar que la vida fluye cada día en medio de circunstancias que no están bajo nuestro control.

· Aceptemos que lo único que está bajo nuestro dominio es la gestión de pensamientos, emociones y conductas que nacen de nuestra percepción de las circunstancias.

· Entender que la comprensión de las dinámicas personales y sociales obedece a un entrenamiento diario del poder mental y emocional.

· Mantener el enfoque hacia la meta y no quedarse atascado en los inconvenientes.

· Forjar y mantener la esperanza, la fe, la oración y la meditación.

· Cultivar el espíritu, haciendo pausas y silencios, soltando el juicio, el control y el ego.

· Aprendiendo nuevos hábitos de vida para responder asertivamente a las crisis.

· Confiar en nuestros recursos y usarlos en pro de nuestro propio bien y el de la sociedad.

Definitivamente, la paz interior se puede mantener en medio del caos, construyéndose paso a paso y cada uno de nosotros tiene un rol determinante ¿Estás cumpliendo el tuyo?

Yamilet Pinto

Psicóloga

@yamiletpinto

yamipinto@gmail.com

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