Opinión

¿Y si Cambio? Afrontar la adversidad con éxito, sí es posible

Según la magnitud que para nosotros tenga esa adversidad, reaccionaremos ante ella.
Yamilet PINTO
sábado, 16 mayo 2020

Afrontar la adversidad tiene que ver con acontecimientos desafortunados en nuestra vida. Por ejemplo, crisis matrimoniales, la enfermedad propia o de un ser querido, la muerte o separación de personas especiales para nosotros.

También es adversidad, un obstáculo, una barrera, un contratiempo, una catástrofe, un accidente, en fin, dificultades pequeñas, medianas o grandes que vamos experimentando a lo largo de nuestro transitar en este plano.

Según la magnitud que para nosotros tenga esa adversidad, reaccionaremos ante ella.

Actualmente en Venezuela compartimos otra adversidad, la extensión por treinta días más del confinamiento social, la cual se suma a la serie de dificultades que ya, personalmente, estamos atravesando. Ante tanta adversidad junta, nos preguntamos ¿cómo responder asertivamente, sin caer en depresión, sin angustiarnos, sin pelear, sin enfermarnos, sin dañar nuestras relaciones y además sentirnos bien, animados y motivados para seguir adelante?

Gestionar la adversidad

Superar la adversidad con éxito es todo un proceso. Cada adversidad encierra en sí misma un conjunto de efectos psicológicos, emocionales, económicos y sociales. No todas las adversidades son iguales. Cada una de ellas tiene una forma distinta de ser afrontada. Cada uno de nosotros tiene una personalidad definida y por ende una forma distinta de mirarlas, por eso es que la superación de una adversidad ha de ser ajustada a cada una de nuestras posibilidades. No hay recetas mágicas. No hay soluciones únicas. Hay procesos ajustados a cada caso.

Si queremos comenzar una efectiva gestión de la adversidad, es importante hacernos conscientes que cuando nos creamos expectativas con respecto a una situación específica, sin considerar todas las aristas que la misma encierra, podemos sufrir importantes decepciones y frustraciones que harán que nuestro ánimo y motivación decaiga.

Es por ello, que se hace necesario ver el todo de la situación, es decir tener una visión sistémica de la adversidad. Cuando somos capaces de ver la adversidad de manera sistémica, podemos mirar sus causas y sus efectos simultáneamente, lo cual repercutirá en una visión más amplia y seremos capaces de generar nuevas posibilidades.

Saldremos de la parálisis y entonces, sólo entonces, procesar sistemáticamente la solución, es decir, podremos diseñar un paso a paso, ajustado a nuestras posibilidades, donde emprenderemos acciones que implican:

1. Analizar nuestras verdaderas implicaciones.

2. Identificar nuestros recursos internos y externos.

3. Hacernos conscientes de qué nos tenemos que desprender (conductas, hábitos, pensamientos).

4. Qué podemos retomar (conductas, pensamientos, acciones) que nos ha funcionado antes, por ejemplo, la paciencia, el enfoque, el compromiso, la responsabilidad, la capacidad de negociación, la efectiva comunicación, la motivación intrapersonal, el interés en lo que queremos lograr, etc.

5. Cuáles nuevas conductas y hábitos podemos tomar (cambiar los pensamientos, buscar ayuda profesional, hablar sobre nuestros miedos, qué decisiones y acciones concretas podemos tomar). Así podremos hacer de nuestras adversidades procesos que podemos transitar de manera emocional y mentalmente conscientes, sin el drama, sin la parálisis y enfocados en todo aquello que somos capaces de hacer.

Si nos quedamos con una visión reducida de la adversidad, es decir sólo mirando los efectos y no revisamos las causas, ni los recursos ni las posibilidades, estaremos muy limitados para salir de ella con éxito.

Practiquemos la elasticidad mental

Una persona con elasticidad mental es aquella que es capaz de mirar cada adversidad como una oportunidad de crecimiento, aprendizaje, desarrollo, transformación y evolución.

Probablemente, algunos de ustedes dirán que ya bastante elasticidad hemos tenido a lo largo de todo este tiempo, sin embargo, nunca es suficiente, este es un proceso continuo, que no se termina, a menos que no tengamos vida. Cada vez más, necesitamos estirar nuestro cerebro y nuestra mente.

Alcanzar la elasticidad es alcanzar la resiliencia, un proceso que se logra con el tiempo y con las acciones continuas. Los venezolanos somos ejemplo de resiliencia para el mundo, y así será en esta oportunidad también.

Somos capaces de resistir eventos muy adversos sin manifestar disfunciones psicológicas, lo cual no quiere decir que no seamos conscientes de nuestras emociones. Para aumentar nuestra flexibilidad o elasticidad mental, necesitamos desarrollar HEA (Habilidades de Enfrentamiento Adaptativo), las cuales se forjan día a día, como dije antes no hay recetas, hay procesos y acciones, desde nuestro ser interior a acciones concretas.

La elasticidad psicológica es una cualidad dinámica y comprende una autorenovación constante, que implica prosperar y realizar nuestro potencial, a pesar de la adversidad, incluso gracias a ella.

Algunas de las acciones que nos llevan a ser más flexibles son:

1. Aprender la aceptación de las cosas tal como son, sin pretender cambiarlo todo.

2. Tener una voluntad de hierro, que no flaquee ante las circunstancias. Nutriéndola cada día con la oración y la conexión interior.

3. Fortalecer nuestra mirada sistémica, para ver el todo y no sólo las partes. Hay aprendizajes y oportunidades detrás de cada adversidad.

4. Desarrollar estrategias, como quien mira un proceso de gestión. Tal cual, Solo que ahora el proceso somos nosotros y vamos a aplicar estrategias específicas que nos llevaran a una salida efectiva y eficiente de la adversidad.

5. Apelar a nuestra red social, no se trata de Instagram ni Facebook, sino a nuestra verdadera red de amigos y familiares. Ellos están para nosotros. También los coaches, pastores, sacerdotes y/o psicólogos.

6. Mantenernos en el momento presente. No dejemos que la expectativa o la incertidumbre acaben con nuestra fortaleza psicológica y emocional.

7. Aferrémonos a Dios, Él es la fuente y sin duda está aquí y aunque no lo podamos ver, tengamos la certeza de que está obrando.

8. Cultivemos nuestro ser interior y echémosle pichón a la vida.

yamipinto@gmail.com

Psicoterapeuta/Life Coach

@yamiletpinto

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