¿Y si cambio? Aceptar que no todas las mujeres deciden ser madre
Estamos en una época en la que la mujer decide su maternidad a mayor edad, así como cada vez son más las mujeres que deciden no ser madres, esto no es muy bien recibido por otras mujeres que terminan cuestionando esta decisión, sin tomar en cuenta que la realidad sociocultural ha cambiado.
En 2019, el Fondo de Población de las Naciones Unidas daba a conocer algunas cifras que describe cómo ha disminuido la natalidad en el mundo:
1. En los últimos 25 años, la prevalencia de uso de anticonceptivos aumentó en un 25 por ciento. Los embarazos no deseados disminuyeron en un 16 %.
2. Hace veinticinco años, la tasa de fecundidad promedio mundial era de 2,9 nacimientos por mujer. Hoy ha disminuido a un promedio de 2,5, y se espera que este descenso continúe.
Mientras tanto en Venezuela, el año 2021, el sitio datosmacro.com, publicaba que la tasa de natalidad del año 2011 era del 20,47 ‰, mientras que la del 2021 fue del 15,88 ‰, y el índice de Fecundidad (número medio de hijos por mujer) de 2,21, lo cual demuestra que la Tasa de Natalidad en Venezuela ha bajado.
Las cifras por sí solas explican la realidad de la maternidad en el mundo y en el país.
Una presión que no acaba y que es necesario cambiar
¿Cuántas de ustedes han escuchado o le han dicho a otra mujer:
¿Y para cuando los hijos?
¿Te vas a quedar solita?
¡Se te está pasando el autobús!
Estas son frases que escuchan diariamente muchas mujeres que no han tenido hijos, bien porque decidieron no tenerlos o bien porque no pueden. ¿Te imaginas lo que siente una mujer cada vez que le preguntan para cuándo va a tener hijos y no los puede tener o no es su prioridad tenerlos?
La pregunta es ¿Tiene que pasar la mujer por el juicio, la crítica y la constante presión de quienes creen que tener hijos es lo que hace sentir realizada a una mujer?
Socioculturalmente necesitamos cambiar, tanto como ha cambiado la humanidad en diversos conceptos, siendo La maternidad uno de ellos, tal como las cifras lo demuestran.
La raíz de esta creencia, proviene de que a la mayoría de las mujeres, por mucho tiempo se les enseñó que el camino de su autorrealización incluía, obligatoriamente, tener hijos y que su ruta de crecimiento, y autovaloración ya estaba definida: SER MADRE.
Sin embargo, pasados los años, la mujer ha dado saltos en sus prioridades y la maternidad no es necesariamente la primera de ellas.
La nueva generación de mujeres piensa prioritariamente en autocuidarse, estudiar, convertirse en una profesional de éxito, emprender, ser empresaria, adquirir sus bienes, viajar, disfrutar de su vida, de sus amigos y de sus mascotas o cualquier otra meta y si al final, quisiera, entonces pensaría en la maternidad. ¿Podemos entender eso sin etiquetarla como una mujer egoísta?
El debate sin resolver
¿Le hace falta un hijo a la mujer para ser completa? Es un debate que está abierto. Para algunas esto sigue siendo una necesidad de primer nivel. Para otras pasa a segundo plano.
El problema se presenta cuando la mujer quiere, pero no puede. Esa mujer necesita empatía, comprensión y compasión. No lástima, Solo necesita no ser atormentada con la pregunta ¿Para cuándo los hijos? Mientras, que en el caso de las mujeres que deciden no tenerlos, además de tener otras prioridades, podría deberse a variadas razones, tantas como mujeres que decidieron no tener hijos. Son razones muy personales y entre ellas se encuentran:
1. La creencia de que los hijos truncan el camino de sus madres, es decir por culpa de ellos no se realizaron o tuvieron que dejar sus estudios y sus metas. Sintiéndose los hijos culpables del daño que le hicieron a sus madres. Pero ¿Quién les enseñó eso a estas mujeres? Muchas veces es el discurso de las madres, quienes sin darse cuenta transmiten estas creencias a través de sus palabras.
2. La imagen de sacrificio que caracteriza a las madres. Mujeres que se abandonan a sí mismas, que son abnegadas, sacrificadas, sometidas al esposo y a la familia (No todas son así), pero fue lo que aprendieron de sus madres, abuelas o tías y por ende se niegan a vivir esa misma experiencia.
3. La necesidad de autoreconocerse suficientes para sí misma, sin tener que decidir ser madre por cultura, por darle un nieto a su mamá antes que muera o para sentirse completas.
4. O porque han entendido que la maternidad no es el único proyecto de vida de una mujer.
Definitivamente, como sociedad, necesitamos dejar de presionar a la mujer por su decisión de no ser madre y entender que no son enfermas mentales, tampoco egoístas, ni insensibles, sólo decidieron no ser madres, algo que socioculturalmente es una realidad en general.
Psicóloga Yamilet Pinto
@yamiletpinto
PsicólogaFPV-16092
yamipinto@gmail.com
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