Semana en domingo

55 años del Acuerdo de Ginebra
Inglaterra, y su para ese entonces colonia, Guayana Inglesa, firmaron el Acuerdo de Ginebra en 1966, y al hacerlo de hecho aceptaban como nulo, y por ello inválido, el Laudo Arbitral de París que en 1899 declaró que el Esequibo era territorio de esa colonia.

Si en ese momento hubieran considerado, como ahora lo pretende Guyana, que es válido el Laudo de París, es obvio que Inglaterra no habría firmado ese Acuerdo.

Ese documento firmado en Ginebra, es la mejor evidencia de que la sentencia de París es nula y el diferendo tiene que ser resuelto entre ambas partes.

Ahora, desdiciéndose de su posición al firmar el acuerdo de Ginebra, Guyana acude ante la Corte Internacional de Justicia de La Haya, pidiéndole que declare válido el Laudo de París, que ella misma aceptó como nulo en 1966.

Pero hay otro elemento, porque posteriormente, en junio del año 70, Guyana, que para ese momento ya era independiente, y Venezuela, suscriben el Protocolo de Puerto España, mediante el cual los dos países se dan un nuevo plazo de 12 años, para resolver por la vía amistosa el diferendo limítrofe.

Es más que obvio entonces que si Guyana consideraba válido el Laudo de París, no tenía sentido firmar un acuerdo, 70 años después, para buscar un arreglo del diferendo por la vía de conversaciones entre ambos contendientes.

La voltereta diplomática de Guyana queda expuesta, porque luego de tener más de 50 años aceptando que el diferendo debe ser resuelto por acuerdo entre ambas naciones, ahora pretende que La Haya declare en contrario de lo que ella misma ha sostenido, y valide el Laudo de París.

Desde el punto de vista del sentido común, de la lógica, y jurídico, la pretensión de Guyana es descabellada. Pero el problema es que muchos expertos en derecho internacional, aseguran que la mayoría de las sentencias de La Haya son basadas más en política y geopolítica que en argumentos históricos, o documentales.

Desde ese punto de vista, en La Haya puede pasar cualquier cosa, aunque, como digo, Guyana hace tiempo que aceptó que la sentencia de los árbitros de Paris es absolutamente nula, tal como quedó evidenciado con su firma de ese Acuerdo de Ginebra, del que se acaban de cumplir 55 años, precisamente este miércoles 17 de febrero.

Y mucho me temo que este asunto del Esequibo puede convertirse en un conflicto mayor, si la sentencia de La Haya es contraria a nuestro país, lo que nos obligaría a desconocerla, abriendo un camino realmente peligroso tanto para los dos países involucrados, como incluso para la región.

Es obvio que Guyana tiene el respaldo británico, en cualquiera que sea la situación a la que pueda derivar este diferendo, pero Venezuela también tiene respaldo de potencias como Rusia y China.

Son consideraciones hipotéticas, pero los jueces de la Corte Internacional de Justicia de La Haya, tienen que evaluar los posibles escenarios derivados de la sentencia que vayan a emitir.

Por lo menos es lo que pienso que deberían analizar, antes de dictar una sentencia que, por muchas razones, pudiera ser un hito histórico.

Esta peste
Todos los días nos enteramos de la muerte de familiares, parientes, amigos y gente conocida, todos ellos víctima de esta peste del Covid 19 que nos ha caído encima.

Pero mientras la muerte acecha, hay mucha gente que desafía a la enfermedad, actuando como si no estuviera pasando nada. Lo veo como un reflejo de la laxitud con la que actúan las autoridades, que alivianan la cuarentena en temporadas en las que la gente se desborda en sitios públicos, aumentando exponencialmente el riesgo de contagios masivos.

Este coronavirus no es juego, aunque mucha gente desdeñe las medidas de protección personal, como si alguien pudiera estar seguro de tener los anticuerpos para vencerlo.

Pero lo peor es que si alguien no cumple las normas de protección personal y se enferma, no solo pone en peligro su vida, sino que anda por allí sueldo, regando el virus a diestra y siniestra, sin que haya ley alguna, ni terrenal ni divina, que lo penalice por tamaña irresponsabilidad.

En lo personal creo que todo el mundo es libre de actuar como quiera, pero siempre que ello no implique hacerle daño a los demás. El que quiera andar por la calle sin mascarilla, que lo haga y se contagie, pero no tiene por qué poner en peligro la salud y la vida de los demás.

Gasolina
Hay ciertos indicios que señalan la posibilidad de que en los próximos días haya cambios en el tema del suministro de combustible, sobre todo de gasolina.

En nuestro país el litro de gasolina subsidiada cuesta 2,5 milésimas de dólar, que está a años luz de los 0,50 dólares que vale el litro en las estaciones de servicio privadas. Esto es redondeando el dólar a dos millones de bolívares. Es decir, con lo que vale un litro en dólares, se pueden echar 200 litros de la subsidiada.

Tal como lo publiqué en mi BITÁCORA INDUSTRIAL de este viernes, Bloomberg tenía el barril de gasolina en 182 dólares, es decir 1,14 el litro. Poniendo el dólar en 2 millones, el precio internacional de un litro es más de 2,2 millones de bolívares.

Maduro ha dicho varias veces que Irán nos está enviando gasolina para completar el consumo interno, pero obviamente esa gasolina no es regalada y habrá que ver a qué precio nos la están cobrando, que por supuesto no será al precio que aquí tiene la gasolina subsidiada.

Igual pasa con la gasolina en dólares, porque es imposible que alguien pueda traer gasolina pagándola a 1,14 dólares para venderla aquí a 0,50. Eso ha estado funcionando porque no es gasolina importada por el sector privado, sino suministrada por Pdvsa, pero esa empresa no está en condiciones financieras como para mantener ese subsidio por mucho tiempo.

No es por exigir o defender un aumento del precio de la gasolina, pero una cervecita cuesta 750 mil bolívares, que al precio actual son 150 litros de gasolina subsidiada. Reitero que nadie en el gobierno ha hablado de aumentar la gasolina, pero tal como están las finanzas nacionales, opino que ese subsidio no se puede sostener por mucho más tiempo y sobre todo con el aumento del precio internacional del petróleo y todos sus derivados.

Distinto fuera si nuestras refinerías estuvieran produciendo a plena capacidad y no tuviéramos necesidad de estar trayéndola del exterior, para completar el consumo nacional.

Malas cuentas
Uno de estos días escuché a un economista, identificado por él mismo como del “proceso”, afirmar que es mentira que el salario mínimo en el país es menos de un dólar: “si eso fuera cierto todo el mundo se habría muerto de hambre, porque con eso nadie puede comprar comida”.

Me quedé perplejo, porque ese argumento de manera alguna significa que es mentira que el salario mínimo es de menos de un dólar, que por estos días sobrepasa 1,7 millones de bolívares.

Si los venezolanos no se mueren de hambre con un salario mínimo como ese, es por varias razones: muchas familias reciben su bolsita Clap y con eso mejoran algo la ración alimenticia, más de medio país practica eso que llaman rebusque, muchos trabajadores ganan más que el salario mínimo o tienen doble empleo y además que por lo menos una de cada cuatro familias, recibe remesas y otros apoyos desde el exterior.

De manera que, si los venezolanos sobreviven con un salario mínimo como el que tenemos, no es “gracias” a ello, sino “a pesar” de eso.

CUATRO
Uno. Creo que siendo hora que los ciudadanos asuman la realización de algunas tareas en su respectivo vecindario, para mejorar un poco su aspecto. Muchas calles están llenas de maleza, que los vecinos podrían cortar en jornadas colectivas. Igual se puede mejorar un poso el problema de la basura. Ya muchos edificios y conjuntos residenciales, han asumido los costos de botar la basura, y siguen pagándole a la alcaldía, aunque no preste este servicio. Le metemos el pecho a esta situación, o nos ahogamos en monte, basura, moscas, ratas y zamuros. En anteriores generaciones, cada familia barría el frente de su casa y el camión del aseo pasaba una vez a la semana, pero las ciudades estaban más limpias que ahora.

Dos. El gobierno de Pedro Sánchez está enfrentando olas de violencia callejera, estimuladas nada más y nada menos que por su socio, Pablo Iglesias. Toda España sabía el riesgo que significaba meter a Podemos en el gobierno, pero Sánchez prefirió correr ese riesgo con tal de estar en el poder. Ahora está recibiendo lo que buscó, incluyendo el apoyo soterrado que sus socios le están dando a los separatistas, sobre todo en Cataluña. Todo eso está creando un clima muy peligroso, porque este caos ha hecho renacer la extrema derecha, bajo el grito de “hay que frenar a los rojos al precio que sea”.

Tres. El gobierno anunció que durante este año Pdvsa irá aumentando gradualmente su producción hasta llevarla a 1,5 millones de barriles de crudo y 6 millones de pies cúbicos de gas diarios, así como el incremento de la producción en las refinerías. Si eso se cumple, significaría el reinicio de la exportación de productos refinados, así como de gas licuado, con el consiguiente aumento de los ingresos del país. Pero todos esos planes requieren de importantes inversiones, de lo que desde el gobierno han dado muy pocos detalles. En años anteriores, para obtener recursos de inversión se ha recurrido a las ventas a futuro, como se hizo con China.

Cuatro. Siempre conocí a Víctor Moreno como un dirigente sindical entregado de manera sincera a la lucha por mejorar las condiciones laborales y de vida de los trabajadores, tanto desde Sutiss como de Fetrabolívar. Es de los dirigentes de un sindicalismo que ya desapareció, barrido por la adherencia al partido antes que a los intereses de los trabajadores. Me dicen que su condición de diabético le hizo difícil enfrentar el Covid. Q.E.P.D. y fuerza a su familia.

Ten la información al instante en tu celular. Únete al grupo de Diario Primicia en WhatsApp a través del siguiente link: https://chat.whatsapp.com/DcvTVzIIlZR8vPrj4kfwXb

También estamos en Telegram como @DiarioPrimicia, únete aquí https://t.me/diarioprimicia