Nunca subestimes al otro basado en lo limitado de tu percepción

Unos de los actos más frecuentes del ser humano es juzgar por las apariencias. Especialmente, juzgamos a las personas (conocidas o no conocidas) y lo hacemos basados en nuestra percepción. la cual a su vez se fundamenta en la manera que vemos, oímos o sentimos nuestro propio mundo a través de los sentidos.

Por lo general, no nos damos cuenta que nuestra percepción es netamente individual y responde a la información que tenemos, a los aprendizajes que hemos acumulado y a las experiencias previas que tengamos sobre alguien o algo, sumado al momento cognitivo-afectivo por el que estemos atravesando al momento de emitir un juicio. Esto hace que el acto de juzgar, esté sometido a nuestras creencias, patrones y paradigmas aprendidos en el ambiente en el que nos desarrollamos (la familia, la escuela y la sociedad), que a su vez resulta ser tan limitada y tan pequeña, que se nos escapan muchísimos elementos que no estamos viendo ni oyendo ni sintiendo de la otra persona.
Una experiencia que puede enseñarnos

Quiero compartir con ustedes una extraordinaria experiencia que me llevó a escribirles sobre el acto de juzgar según la percepción de alguien. En un reciente evento, al cual me invitaron como jurado, me correspondió la gran oportunidad de darle mis recomendaciones a un chico súper talentoso, y quien por primera vez estaba al frente de una cámara de tv. Al momento del receso, se me acercó y lleno de inocencia y transparencia, propia de la juventud, me dijo: “Quiero decirle algo. Un amigo me había hablado de usted, que era muy buena en oratoria. Me la mostró en las redes y al verla usted me pareció tan “normalita”, que le dije a mi amigo: por favor ¿qué puede enseñarme esa señora tan “normalita”. Su mirada y su gesto facial en ese momento, llegó a ser hasta despectivo.

La verdad, por la ocasión, el momento y el ambiente no le pregunté qué significaba para él ser “normalita”, no porque yo no lo entendiera, sino para validarlo con él. Así que, sólo me limité a escucharlo, mirarlo y bendecirlo. Al finalizar su comentario me dijo “Pero hoy, cuando me hacía el feedback, me di cuenta de lo equivocado que estaba. Perdóneme, yo por mi ignorancia, la subestimé. Cuando me dio su evaluación me quedé sorprendido. No se imagina lo que me ayuda cada una de sus palabras. Muchas gracias. Me quito el sombrero ante usted”. Le agradecí su sinceridad, nos abrazamos y continuo el acto.

¿Cuántas veces, por nuestra limitada percepción, juzgamos a quienes no conocemos? ¿Cuántas veces sólo porque lo que vemos no encaja en nuestra visión de las cosas, de lo que según nosotros debe ser, nos lleva a eliminar oportunidades de aprendizaje?
La percepción es sólo eso, percepción

Según las investigaciones de neurólogos y psicólogos, la percepción es el mecanismo psíquico regulador esencial de la actividad adaptativa del sujeto a su entorno y su contexto. Los datos de afuera llegan a través de los sentidos y mediante procesos internos del sujeto, por eso la acción de percibir va más allá del registro de los sentidos e implica un proceso constructivo y un procesamiento de la información receptada. (Introducción a la Psicología Social).

Por esta razón, nuestra percepción siempre será limitada, porque sólo contamos con una mínima parte de la totalidad de las cosas y de las personas. Esto me hace recordar una de las lecciones que más repito del libro Un Curso de Milagros “Hoy no juzgaré nada de lo que ocurra. No pensaré que ya sé lo que no puede sino estar más allá de mi presente entendimiento, No pensaré que entiendo la totalidad basándome en unos cuantos fragmentos de mi percepción, que es lo único que puedo ver.
La próxima vez que tengas la tentación de juzgar a alguien por su apariencia o por lo que a ti te parece que debería ser, pregúntate ¿tengo la totalidad de información? Y te darás cuenta que sólo cuentas con lo que tus sentidos y tu mundo interno te dice y eso es apenas una mínima parte del todo, repite para tus adentros, cada vez que puedas, durante el día “Hoy no juzgaré nada de lo que ocurra”.

Y sí, soy normalita… @yamiletpinto

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