Narcolepsia: Vivir bajo ataque de sueño
La narcolepsia es un trastorno neurológico crónico que afecta la capacidad del cerebro de controlar los ciclos de sueño y vigilia; en tal sentido las personas con esta patología sufren episodios súbitos de ataques de sueño durante el día, que pueden durar de algunos segundos a media hora o más y en gran medida comprometer actividades cotidianas.
Las personas se pueden quedar dormidas sin querer, incluso, si están en medio de una actividad como conducir, comer o hablar. Igualmente estos pacientes usualmente experimentan pérdida de control muscular durante situaciones emotivas o tener alucinaciones, parálisis temporal y alteraciones del sueño por la noche.
Los síntomas más tradicionales son:
1) Somnolencia diurna excesiva
2) Cataplexia, caracterizada por pérdida del tono muscular con debilidad repentina de los músculos, que puede derivar en caída al suelo similar a un desmayo y simplemente tener como desencadenante una emoción fuerte como la risa
3) Parálisis del sueño, incapacidad transitoria de moverse o hablar justo antes de quedarse dormido o justo después de despertarse
4) Las alucinaciones.
No se conocen con exactitud las causas de la narcolepsia, pero pueden estar relacionadas con factores genéticos y actividad anormal en el cerebro. Tiende a ser hereditaria en familias con antecedentes de trastornos del sueño y se ha observado en ciertos casos clínicos con antecedentes de lesión o traumatismo craneal.
Casi todas las personas con narcolepsia que tienen cataplexia, presentan niveles extremadamente bajos de orexina o hipocretina, sustancia hormonal neuromoduladora péptidica, que actúa en varias partes del cerebro y ejerce funciones de regulación sobre el sueño y la vigilia desde el hipotálamo.
Este trastorno afecta tanto a hombres como a mujeres por igual. Los síntomas a menudo comienzan en la infancia, la adolescencia o en adultos jóvenes, pero puede aparecer en cualquier momento. La narcolepsia dura toda la vida, pero normalmente no empeora a medida que la persona envejece.
La epidemia de influenza H1N1 en 2009 produjo un gran aumento en el número de casos nuevos de narcolepsia, lo que de acuerdo a investigaciones sugiere que después de exponerse a un desencadenante específico como ciertas infecciones (virales o bacterianas), en algunas personas implica riesgo de desarrollar narcolepsia.
Esta observación es inquietante por cuanto estamos viviendo la pandemia del Coronavirus Covid-19, SARS-CoV-2, y apenas estudiando sus efectos patológicos inmediatos, como el proceso inflamatorio pulmonar, en el músculo cardíaco, sistema cardiovascular, neurológico, sangre y potencialmente a otros órganos, pero aún desconocemos el impacto, consecuencias y complicaciones a mediano y largo plazo, independiente si la enfermedad se presentó de forma leve.
De allí la importancia de tomar estas interrogantes en cuenta y asumir con conciencia y responsabilidad el protegernos contra el Covid-19, así como proteger a los demás y no asumir riesgos que nadie en los actuales momentos puede cuantificar.
Las precauciones de seguridad a pacientes con narcolepsia, particularmente al conducir, son importantes. De gran beneficio a los afectados representa la conformación de grupos de apoyo, que proporcionen red de contactos sociales dirigidos a ofrecer ayuda práctica y apoyo emocional.
Se recomienda, en cuanto se detecten los primeros síntomas de trastornos del sueño, consultar con su médico de confianza, quien podrá remitirlo a un especialista.
Dra. Fanny Quevedo
Médico Ocupacional
Especialista en Gerencia en Salud.
qcfanny@hotmail.com
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