Opinión

El arte de ser familia: Familias conflictivas & familias saludables

Una familia Conflictiva; es aquella la cual en el ambiente familiar predomina la frialdad.
jueves, 18 julio 2019

La Familia, los padres estamos en la actualidad en la imperante tarea de reflexionar y evaluar lo que somos como familia, ante la indiscutible responsabilidad que nos lleva a proveer dentro de nuestro nucleo un futuro que sea sostenible, es decir, seguro, equilibrado, responsable, equilibrado, humano, sensible, solidario. De allí que urge asumir revisar cada uno de los movimientos relacionales que dinamizan el interior de nuestros sistemas familiares y evaluemos cual será el producto humano que se esculpirá bajo cada contexto. Ya no hay excusas para decir ¡nadie me enseñó a ser mama o ser papa!, solo hagamos conciencia de esa responsabilidad y encaminemos el rumbo de nuestra familia a un destino que los conlleve a ser integralmente felices. Por ello, deseo mostrarte en estas líneas el contraste entre una Familia Conflictiva & Familia Saludable, a partir de allí podrás reevaluarte y diseñar acciones que te lleven a cambios positivos o a sostener esa dinámica saludable en pro de ser más y mejor cada día.
Una familia Conflictiva; es aquella la cual en el ambiente familiar predomina la frialdad, es como si todos los que la integran están congelados. El ambiente comunicacional esta plegado de secretos, como si fuera un centro de espionaje. Los cuerpos y rostros son una muestra viviente del conflicto existente. Los cuerpos se mantienen tensos y rígidos, o bien desmañados. Los rostros de aspecto huraño y triste, son inexpresivos como mascaras. Lo ojos se mantiene con una mirada esquiva de bajo contacto visual. El tono de voz para comunicarse es duro, estridente o apenas audible.
En la dinámica de conflictos existe una actitud poco amistosa entre cada uno de los miembros de la familia, hay ausencia de alegría. La familia permanece unida por el deber y existe baja tolerancia entre sus miembros. El sentido del humor es amargo, sarcástico o severamente cruel, o simplemente por ser intolerantes no existe. Los adultos están tan ocupados en decirles a los hijos lo que deben hacer que no tienen tiempo para conocerlos y generar cercanía emocional. No disfrutan a los hijos como personas. Los hijos tampoco disfrutan de la compañía de los padres como personas. Son islas, en su día a día se mantiene evitándose entre sí, procurando no estar en contacto, encerrados en las habitaciones o sumergidos en actividades que los separen de la familia. Los gerentes de estas familias viven para evitar que aparezcan dificultades, y cuando aparecen no tienen recursos para buscar soluciones, y los que usan son muy drásticos, o caen en un caos profundo que arrastra mucho más al debilitamiento familiar. Los hijos de estas familias crecen como seres desolados, tristes, iracundos, intolerantes, manipulables, con un manejo bajo de comunicación, abusadores o abusados, desesperanzados, con bajo autoconcepto por ende baja autoestima, insensibles e inseguros; pueden ser o víctimas o victimarios, viven esforzándose por ser reconocidos o son autoritarios e indomables, sin proyecto de vida, rencorosos, desconsiderados, inexpresivos emocionalmente, en resumen son SERES INFELICES.
Por otro lado, una familia nutritiva o saludable es aquella que proyecta y modela vitalidad, sinceridad, honestidad y amor. Cada uno de sus miembros se siente escuchado, y tienen capacidad para escucharse entre ellos. Se dan y reciben manifestaciones de cariño, existe libertad de mostrar las emociones sin temor a la censura. Se impulsa a sus miembros a asumir retos, pues en su núcleo se comprende que en el proceso de transitar hacia la madurez se cometerán errores. En una familia saludable sus miembros se ven cara a cara, estableciendo contacto directo con respeto. Se hablan con voz clara y sonora. Hay armonía y fluidez en las relaciones. Los hijos, aun los más pequeños, tienen libertad para ser espontáneos y amables y el resto de la familia los toma en cuenta como personas. En estas dinámicas se le da importancia a los sentimientos y a la persona como ser autentico. Los padres se consideran guías, no jefes; su tarea primordial es enseñar a sus hijos un comportamiento humano ante cualquier situación. En un contexto nutritivo cada uno de los padres sabe que cada día tienen que prepararse para orientar y guiar a sus hijos y saben que con cada hijo nace una nueva experiencia de ser padres. Saben escuchar, acariciar, comprender. Están conscientes que en el proceso de evolución de la familia habrá dificultades y se preparan cada día para hacerle frente cuando aparezcan.
A través de cada uno de estos enfoques podemos comenzar a reevaluar nuestra familia y emprender un camino de renovación que nos convierta en familias saludable en caso de no serlo y así construir una sociedad más empoderada, equilibrada, ética, donde exista equidad y la justicia y así impulsar el país a nuevos horizontes de evolución. Si ya lo somos diseñar nuevas estrategias que empoderen aún más nuestra capacidad de ser gerentes de familias. No podemos olvidar que la familia es el espacio donde podemos encontrar amor, comprensión y apoyo, aun cuando todo lo demás fracase, es allí donde podemos recuperar el aliento y sacar nuevas energías para enfrentarnos mejor al mundo exterior. @irmavcoach

 

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