Salud

Lo que dicen los expertos de “cara de luna”, la nueva tendencia de TikTok

Las hormonas del estrés pueden causar brotes y piel opaca, acelerar el envejecimiento y agravar afecciones cutáneas como el eczema y la psoriasis.
viernes, 18 octubre 2024
Cortesía | La verdadera “cara de luna” es una consecuencia del síndrome de Cushing

Los usuarios de las redes sociales no dejan de hablar de cómo la hormona del estrés, el cortisol, puede hacer que las mejillas y los párpados se hinchen hasta quedar irreconocibles, una condición llamada “cara de luna”.

“Tu cara es como una luna, puede ser muy circular”, afirma una mujer en TikTok. “Puede verse hinchada e inflada”.

“Es por el cortisol alto, también conocido como estrés alto”, dice una mujer en otra publicación. “Cuando estaba pasando por la pandemia, estaba como –infla las mejillas– con cara de globo”.

A medida que las personas se apresuran para hacer más y más cosas cada día, el estrés constante puede ser una realidad en la ajetreada sociedad actual. Pero ¿puede ese estrés realmente expandir tu cara?

“Si bien el estrés crónico puede provocar un aumento de los niveles de cortisol en el cuerpo, esos niveles generalmente no aumentan lo suficiente como para crear una cara de luna”, dijo la dermatóloga Dra. Rajani Katta, profesora adjunta clínica en el Baylor College of Medicine en Houston.

“La retención de líquidos puede deberse a muchas causas, desde la dieta hasta afecciones médicas como la enfermedad renal. Algunos medicamentos recetados también pueden provocar retención de líquidos”, dijo Katta en un correo electrónico.

La verdadera “cara de luna” es una consecuencia del síndrome de Cushing, una enfermedad en la que el cuerpo tiene niveles extremadamente altos de cortisol, dijo Katta, generalmente debido al uso prolongado de medicamentos recetados como el esteroide prednisona o más raramente, casos en los que las glándulas suprarrenales de una persona están hiperactivas.

Además de una cara redondeada, el síndrome de Cushing puede causar un aumento de grasa alrededor del cuello o una protuberancia de grasa entre los hombros y obesidad en la parte superior del cuerpo, según el sitio web de Johns Hopkins Medicine.

“Para las causas médicas de retención de líquidos, tratar la causa subyacente ayudará. Su médico también puede recetar un diurético para ayudar a su cuerpo a deshacerse del exceso de líquido”, dijo Katta.

¿Cómo el estrés puede afectar el rostro?

Si bien los niveles elevados de cortisol derivados del estrés diario pueden no ser la causa de la llamada cara de luna, la hormona puede afectar la piel de otras maneras.

Las hormonas del estrés, como el cortisol, pueden causar brotes y piel opaca, acelerar el envejecimiento y agravar afecciones cutáneas como el eczema y la psoriasis, según la dermatóloga Dra. Whitney Bowe, profesora clínica adjunta de Dermatología en la Escuela de Medicina Icahn del Centro Médico Mount Sinai, en la ciudad de Nueva York.

“Se ha demostrado que unos niveles elevados de cortisol inhiben la producción de colágeno, ácido hialurónico y lípidos saludables como la ceramida en la piel”, dijo Bowe a CNN en una entrevista anterior.

“El colágeno es como el andamiaje de la piel que previene las líneas finas y las arrugas”, dijo Bowe. “El ácido hialurónico mantiene la piel tersa y las ceramidas son grasas saludables que crean una barrera para evitar la permeabilidad de la piel, reteniendo así la humedad en la piel”.

Los malos hábitos pueden estresar la piel

Las personas suelen recurrir a tentempiés salados cuando están estresadas, lo que podría explicar la hinchazón de ojos y rostro, así como de piernas y pies, según los expertos.

“Si tiene el rostro hinchado, una de las primeras preguntas que le haría sería sobre su consumo de sodio. Un consumo elevado de sodio puede generar retención de líquidos en todo el cuerpo”, afirmó Katta, autora de “Glow: The Dermatologist’s Guide to a Whole Foods Younger Skin Diet”.

“Si se trata simplemente de un exceso de sodio el fin de semana pasado, volver a su dieta normal debería ayudar en unos días”, añadió.

Otro culpable es el consumo excesivo de azúcar y carbohidratos ultraprocesados, que “desafortunadamente pueden dañar el colágeno de la piel con el tiempo a través de un proceso llamado glicación”, dijo Katta.

La glicación ocurre cuando las moléculas de azúcar se adhieren a las grasas y proteínas y crean productos finales de glicación avanzada o AGE, que pueden hacer que las proteínas de colágeno y elastina sean menos flexibles y que la piel sea más propensa a arrugarse, dijo.

“Los alimentos ricos en antioxidantes y propiedades antiinflamatorias pueden ayudar a proporcionar una capa adicional de protección a la piel y pueden ayudar a promover los sistemas de defensa y reparación de la piel”, sugirió Katta.

Consejos para reducir el estrés

Los expertos afirman que existen formas de reducir el estrés que también pueden beneficiar a la piel. El ejercicio aumenta la circulación sanguínea en el rostro y ayuda a la liberación de endorfinas, las hormonas del bienestar del cuerpo.

El ejercicio también lleva sangre oxigenada a todas las partes del cuerpo, incluida la piel, lo que puede estimular el proceso de recuperación de la barrera cutánea, afirman los expertos. Además, se sabe que el yoga, la meditación y la respiración profunda reducen la producción de cortisol y los niveles de estrés.

Según el especialista en sueño, el Dr. Raj Dasgupta, profesor asociado de Medicina Clínica y del Sueño y Cuidados Intensivos Pulmonares en Huntington Health, en California, un sueño de buena calidad es otra forma de mejorar la piel y reducir el estrés.

“Se llama sueño reparador porque el sueño regenera la piel por la noche”, dijo Dasgupta a CNN anteriormente. “Hay una hormona llamada hormona del crecimiento que se secreta durante las etapas más profundas del sueño y que estimula el crecimiento de nuevas células cutáneas”.

Los adultos mayores de 18 años necesitan al menos siete horas de sueño profundo por la noche para estar sanos, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de EEUU.

La falta de sueño, junto con la duración irregular del sueño, se ha relacionado no solo con la piel estresada, sino también con un mayor riesgo de obesidad, enfermedades cardíacas, demencia y trastornos del estado de ánimo como la ansiedad y la depresión.

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