Para qué sirve la moringa y cómo se toma
La moringa ayuda a controlar los niveles de azúcar en la sangre, tratar algunas enfermedades respiratorias, disminuir la ansiedad y favorecer la pérdida de peso.
Esta planta se caracteriza por su elevado contenido de nutrientes como hierro, carotenoides, quercetina y vitamina C, y por compuestos bioactivos como los polifenoles y el ácido clorogénico, que le proporcionan un potente efecto antioxidante, antidiabético, analgésico y antiinflamatorio.
El nombre científico de la moringa es Moringa oleifera y la parte más utilizada de esta planta son sus hojas, que es donde se encuentra la mayor concentración de antioxidantes, pudiendo ser consumidas en forma de té, cápsulas o polvo.
Además de las hojas, también pueden consumirse sus semillas enteras y en forma de aceite.
La moringa posee diversos beneficios para la salud, que incluyen algunos de los mencionados a continuación.
Aumentar la capacidad respiratoria
Según un estudio científico, la ingesta de moringa podría ayudar a aliviar los síntomas y la severidad de los ataques de asma.
Esto se debe a que hubo un aumento en de la hemoglobina y a que los individuos presentaron mejorías en la capacidad respiratoria.
Prevenir la diabetes
La moringa posee propiedades que ayudan a regular el estrés oxidativo debido a su propiedad antioxidante, que evita el daño que causan los radicales libres a las células y a su vez favorece la disminución de los niveles de azúcar en sangre.
Proteger el corazón
Al ser rica en fibras, el consumo de moringa podría evitar la absorción de colesterol en el intestino.
También esta planta posee diversos compuestos bioactivos, como la quercetina y polifenoles, que actúan como antioxidantes y reducen la inflamación crónica, disminuyendo así el riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares.
Regular la presión arterial y la pérdida de peso
Debido a la presencia de tocoferoles, polifenoles, y flavonoides, la moringa podría regular la presión arterial debido a que posee propiedades vasodilatadoras, que ayudan a relajar los vasos sanguíneos y mejorar la circulación de la sangre. La moringa es una planta rica en fibras y en proteínas que ayudan a aumentar la sensación de saciedad, disminuyendo la cantidad de alimentos que son ingeridos y favoreciendo la pérdida de peso.
Además, algunos estudios en animales indican que podría reducir la cantidad de grasa acumulada en el organismo, todavía no se tiene muy claro cuál es el mecanismo, por lo que son necesarios más estudios al respecto.
Prevenir y combatir la anemia
Las hojas de la moringa poseen una elevada cantidad de hierro, por lo que su consumo regular, podría favorecer el aumento de los glóbulos rojos, la hemoglobina, el hematocrito y del total de hierro en sangre, previniendo y combatiendo la anemia.
La moringa también posee sustancias antioxidantes como polifenoles, vitamina C y betacarotenos, sustancias que estimulan el sistema inmune y ayudan a combatir infecciones y microorganismos.
Efecto antiinflamatorio y analgésico e hidratar la piel
Gracias a sus compuestos bioactivos como isotiocianatos, quercetina, polifenoles, ácido clorogénico, vitaminas C y A, la moringa podría ayudar a reducir la inflamación en el organismo, aliviando los síntomas de enfermedades como reumatismo, artrosis o la inflamación de la próstata, por ejemplo.
La moringa es una planta muy nutritiva, pues aporta vitaminas C, A y del complejo B, las cuales favorecen la producción de colágeno, la cicatrización y la hidratación de la piel, protegiéndola de los daños causados por los rayos UV.
Mejorar la salud del sistema digestivo
El consumo de moringa podría prevenir y tratar la formación de úlceras estomacales, además podría ayudar a combatir el estreñimiento y las hemorroides, no solo por su alto contenido de fibras, sino también gracias a su efecto vasodilatador, que mejora la circulación sanguínea y aliviar el malestar que causan las hemorroides.
Prevenir el cáncer y mantener la salud visual
Algunos estudios parecen indicar que la moringa podría poseer efecto anticancerígeno, debido a que podría inducir la muerte de las células cancerígenas, principalmente del cáncer de mama y del cáncer colorrectal.
La moringa es rica en betacaroteno, un componente precursor de la vitamina A, que es importante para mantener la salud visual, ya que esta vitamina es necesaria para la producción de ciertos pigmentos visuales para ver el espectro de la luz.
Disminuir los efectos de la menopausia
Debido a que ayuda a mantener los niveles de inflamación y de estrés oxidativo durante esta etapa, el consumo de moringa podría generar un balance natural de las hormonas que se ven afectadas durante esta fase, aliviando así los síntomas de la menopausia.
Esta planta incluye acción antioxidante, antiinflamatoria, analgésica, antidiabética, vasodilatador, anticolinérgico, antireumático, antihipertensivo, antiobesidad, antimicrobiano, hepatoprotector y cicatrizante.
Muchas de estas propiedades todavía se encuentran en estudio y los resultados no son concluyentes, por ello debe ser utilizada con precaución y preferiblemente bajo acompañamiento médico o por un profesional de salud que posea conocimiento en plantas naturales.
Cómo debe ser consumida
Aunque todavía no existe una dosis científica totalmente comprobada que se deba ingerir de moringa, algunos estudios sugieren que la ingesta sea de hasta 400 mg por día. Esta cantidad podría ser suficiente para aportar todos los beneficios mencionados anteriormente, debiendo ser utilizada para complementar el tratamiento médico y no para sustituirlo.
En los casos de diabetes e hipertensión es importante conversar con su médico tratante antes de ingerirla, porque podría ser necesario alterar las dosis de los medicamentos que están siendo utilizados en el tratamiento de estas enfermedades. Las diversas formas de tomar moringa son:
Té de moringa
Es la forma más utilizada del consumo, debido a que es rápido y fácil de hacer, pudiendo consumirse a cualquier hora del día.
Para preparar la infusión se va a necesitar 10 g (1 cucharada) de hojas de moringa y 250 mL de agua.
Lo primero es colocar el agua en una olla a fuego medio hasta que hierva, agregar 1 cucharada de hojas de moringa, tapar y dejar reposar durante 5 minutos.
Colar y beber 2 tazas de té al día.
Cápsulas
Las cápsulas pueden ser compradas en tiendas naturistas o en tiendas online, debiendo tomarse entre 1 a 2 cápsulas al día de 200 mg por día en conjunto con las comidas, no obstante, esto varía según la marca, por lo que debe leerse el etiquetado del producto, ya que pueden tener diferentes concentraciones de moringa.
Al ser una planta que se encuentra en estudio, todavía no se ha determinado la dosis específica para cada una de las enfermedades o beneficios que se mencionaron anteriormente, existiendo solo una dosis recomendada en general, no obstante, lo ideal es consultar un fitoterapeuta, nutricionista o médico antes de ingerirla.
Aceite de moringa comestible
Además de las formas de consumo mencionadas anteriormente, la moringa también puede encontrarse en el mercado en forma de aceite puro. Este aceite es extraído de las semillas de la moringa a través de la técnica de prensado en frío y es rico en grasas monoinsaturadas y aparentemente en vitamina E.
Algunos estudios también han encontrado una buena actividad antioxidante en este aceite, debido a que contiene compuestos fenólicos similares a los de las hojas.
Todo apunta a que su consumo podría traer beneficios para la salud, sin embargo, los estudios sobre esta forma de consumo de la moringa son muy limitados.
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