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Espirulina: La aliada perfecta para la salud cardiovascular

Este superalimento ha sido el favorita de atletas olímpicos y astronautas de la Nasa durante más de cuatro décadas.
viernes, 05 mayo 2023
Cortesía | La espirulina se considera una poderosa fuente alimenticia

Está considerada un súper alimento y en los últimos años se ha convertido en el ingrediente estrella de numerosos suplementos alimenticios, llegando incluso a incorporarse en recetas de alta cocina. Se trata de la espirulina, un microorganismo marino similar a un alga, al que se le atribuyen  buenas propiedades, la mayoría aún en fase de estudio.

Aunque no es un medicamento, la espirulina podría tener  beneficios para la salud, en los que se centran investigaciones actuales, pero también podría desencadenar reacciones adversas, sobre todo ingerida en cantidades importantes.

Qué es la espirulina
Aunque la conocemos como un alga, en realidad la espirulina es un tipo de cianobacteria o microalga (alga unicelular), con forma espiral y tono azul verdoso. Crece principalmente en grandes lagos de agua dulce y, en la actualidad, también se cultiva en cuencas artificiales.

Su consumo se remonta siglos atrás, aunque es actualmente cuando se ha popularizado como un alimento de alto valor nutricional. De los alimentos que nos regala la naturaleza, es uno de los que más proteína contiene (entre el 60 % y el 70 % de su peso en seco es proteína) y además contiene importantes cantidades de minerales como: hierro, selenio, zinc, así como vitaminas C, D, E y algunas del grupo B.

Por si esta rica composición en nutrientes no fuera suficiente, el alga espirulina es buena fuente de fibra, que aporta propiedades saciantes, y de poderosos antioxidantes, que resultan beneficiosos para frenar la acción de los radicales libres, que provocan estrés oxidativo, el envejecimiento prematuro y daño celular.

Por último, la espirulina guarda en su composición ácidos grasos no saturados y los aminoácidos esenciales que el organismo necesita para su correcto funcionamiento.

La espirulina se considera una poderosa fuente alimenticia por las posibilidades que ofrece esta microalga de cara a la nutrición del futuro. No en vano la propia Nasa ha incluido este alimento en la dieta de los astronautas.

Para qué sirve la espirulina
Es la rica composición de la espirulina lo que determina sus distintos beneficios y usos, con los que se quiere aprovechar las propiedades tan beneficiosas para la salud que posee.

Los expertos coinciden en que la alta concentración de proteína de calidad unida a la aportación moderada de hidratos de carbono la convierten en un alimento que aporta energía y vitalidad, pudiendo resultar aconsejable para mejorar situaciones de fatiga y cansancio, tanto físico como mental.

Además, hay que recordar que la proteína es esencial en la formación y mantenimiento de la masa muscular, por lo que también es utilizada de forma satisfactoria como suplemento en deportes y actividades físicas que exigen un alto rendimiento. Aquí puedes conocer más sobre Cómo tomar espirulina para aumentar masa muscular.

Recientes investigaciones apuntan a que la espirulina podría tener otros usos encaminados a mejorar la salud en general y a combatir determinadas dolencias como:

En las anemias derivadas de los bajos niveles de hierro en el organismo (anemia ferropénica) los suplementos a base de espirulina puede resultar de gran ayuda, ya que, el alga es uno de los pocos alimentos que no son de origen animal que aportan hierro en cantidades interesantes.

Además, es un hierro que puede ser fácilmente asimilado por el organismo, porque la espirulina también aporta la vitamina que lo hace posible, la pro vitamina A o betacaroteno. El resultado de su consumo habitual es una mayor presencia de hemoglobina en sangre.

Mejora de la salud cardiovascular
Al igual que ocurre con otros alimentos de origen marino, la presencia en la espirulina de ácidos grasos saludables, como el Omega 3 y el Omega 6, lo convierten, en principio, en aliado de la salud cardiovascular.

En este sentido, estudios recientes como The Hypolipidaemic Effects of Spirulina (Arthrospira Platensis) Supplementation in a Cretan Population: A Prospective Study[1] que recoge la estadounidense National Library of Medicine apuntan a que la espirulina podría resultar resultar eficaz a la hora de controlar los niveles de lípidos en sangre, favoreciendo una disminución del colesterol malo y especialmente de los triglicéridos.

Se considera que el control de los lípidos, que podrían ejercer los suplementos con espirulina, también serían eficaces a la hora de lograr una disminución de la presión arterial en casos de hipertensión

Control de la diabetes
Aunque la capacidad de la espirulina para controlar y mantener los niveles correctos de glucosa en sangre sigue en estudio, algunos primeros resultados señalan que, en determinados tipos de diabetes, sí podría contribuir a lograrlo, principalmente por la presencia de antioxidantes y de ficocianina, el pigmento responsable del color del alga que, además, es una proteína que potencia las propiedades antinflamatorias de la espirulina.

Hay que insistir en que los beneficios de la espirulina para regular la diabetes no han sido suficientemente confirmados científicamente aunque las investigaciones avanzan. Esas mismas propiedades antiinflamatorias apuntan a que el alga también podría ser beneficiosas a la hora de tratar enfermedades como la artritis.

Espirulina para adelgazar
Al igual que en el caso anterior, no está demostrado que el alga ayude a adelgazar aunque, dado su alto contenido en fibra y sus propiedades diuréticas, depurativas y antioxidantes, sí podría incluirse en cantidades moderadas en una dieta cuyo objetivo sea la pérdida de peso.

Otros beneficios del alga espirulina
Fortalecer el sistema inmunológico, combatir determinadas alergias actuando como inhibidor de la histamina que el organismo genera como respuesta a un alérgeno o ayudar a mantener una buena salud ocular, son también algunas de las propiedades y quizá posibles usos futuros que podría tener la espirulina.

Cómo tomar espirulina
La espirulina puede resultar beneficiosa, siempre en cantidades moderadas y si no existe alguna contraindicación que desaconseje su ingesta.

Esta microalga puede consumirse fresca, como si fuera un ingrediente más presente en cualquier ensalada o plato de verdura o pasta. De hecho, cada vez es más frecuente encontrar recetas que la incluyen como ingrediente.

Además, como complemento alimenticio, puedes encontrarlo en distintas presentaciones. Las dos más habituales son: las cápsulas o comprimidos y los polvos de espirulina, que puedes tomar disueltos en agua, en zumos, infusiones, purés, salsas… También la tienes en copos, como si fueran un cereal, perfectos para tomar con un vaso de leche o agregados a un yogur.

En cualquier caso, siempre es importante seguir la dosis de espirulina recomendada, sin sobrepasarla en ningún caso. Antes de tomarla, es aconsejable consultar con el médico sobre la idoneidad de incluirla en la dieta.

Si no hay inconveniente, puedes empezar a tomarla en cantidades mínimas, no más de 1 gramo una o dos veces al día, para verificar que no hay efectos adversos como: mareos, dolores de cabeza o molestias digestivas.

La dosis puede incrementarse hasta los 5 – 8 gramos/día o incluso más, siempre teniendo en cuenta las características personales. La cantidad exacta no será la misma en el caso de un deportista de élite que quiera mejorar su rendimiento, que en de una persona que intente combatir una anemia.

Para tener claras las cantidades beneficiosas y también cuanto tiempo se puede tomar espirulina (aunque no sea un medicamento, siempre conviene dejar descansar al organismo tras tomarla entre 3 y 4 semanas) la consulta con el especialista es esencial.

Contraindicaciones de la espirulina
Antes de tomar espirulina conviene asegurarse de que no está contraindicada por algún factor que incida negativamente en nuestra salud. Si te preguntas quién no debe tomar espirulina, las personas que no deben ingerirla, bien por precaución o bien porque podría agravar cualquier dolencia, son:

Mujeres embarazadas o con bebés en periodo de lactancia.
Personas que estén en tratamiento con medicamentos anticoagulantes, ya que la espirulina podría incrementar sus efectos aumentando el riesgo de hemorragias.
Alérgicos o intolerantes a cualquiera de los componentes del alga (precaución aquellos que presentan alergia a pescados y mariscos).
Personas que sufren alguna enfermedad autoinmune como la artritis reumatoide o la esclerosis (podrían ver incrementados los síntomas adversos).
Pacientes con gota o con ácido úrico elevado
Pacientes con fenilcetonuria o con cualquier otro trastorno metabólico.

Ahora que conoces mejor los beneficios de la espirulina en tu salud, no dudes en agregarla a tu alimentación.

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