Conoce estos remedios naturales para tratar las heridas

Los accidentes muy leves pasan. Eso sí, pasan y dejan heridas o cortaduras sobre la piel. Y, en muchos casos, la recuperación a través de la cicatrización natural tarda más de lo debido.

Pero algunos cicatrizantes naturales para heridas, como las vendas con miel, la cataplasma de té de caléndula o las compresas de manzanilla, poseen sustancias con propiedades antiinflamatorias, calmantes y hidratantes que ayudan a disminuir la inflamación y estimular la regeneración de la piel.

Estos cicatrizantes naturales pueden ser usados en heridas, picaduras de insectos, eccemas o quemaduras, por ejemplo.

Sin embargo, no deben ser utilizados en heridas abiertas que estén sangrando o tengan pus, pues en estos casos, la herida debe ser tratada por un enfermero que podrá hacer la limpieza correcta y la curación necesaria.

Los cicatrizantes naturales se aplican después de lavar y secar la piel y aunque no sirvan para sustituir el tratamiento médico, son una óptima opción para acelerar la cicatrización de la piel, complementando lo que aprueba el médico como tratamiento.

Algunos remedios naturales que se pueden preparar para curar las heridas son:

Vendas con miel
La miel es una muy buena opción para cicatrizar las heridas, como las úlceras en los pies de diabéticos, heridas crónicas o quemaduras, ya que contienen antibióticos naturales que combaten las infecciones de la piel.

Además de eso, ésta tiene propiedades hidratantes que ayudan en la regeneración de los tejidos, reduciendo el tiempo de cicatrización.

Las vendas no deben ser usadas por personas que tengan alergia al polen, miel o propóleo.

Para hacerlas se va a necesitar una cantidad de miel suficientes y las vendas esterilizadas.

En caso anterior a la preparación, la herida debió haber sido limpiada con anterioridad. Luego, se procede a cubrirla con una capa fina de miel, colocar la venda por encima y volver a aplicar miel.

Se debe cambiar la venda dos veces por día.

Cataplasma de té de caléndula
La caléndula, cuyo nombre científico es Caléndula officinalis, posee propiedades antiinflamatorias y calmantes, siendo una muy buena opción de cicatrizante natural cuando es usada en forma de cataplasma preparada a partir del té de esta planta, pues ayuda a reducir la inflamación de la piel causada por heridas crónicas, quemaduras o úlceras, acelerando la cicatrización.

En este caso, una o dos cucharaditas de té de caléndula más 150 ml de agua hirviendo hacen la solución preparada para atacar la herida.

Hay que colocar las flores de caléndula en el agua hirviendo y dejar reposar por unos cinco minutos.

Se deja enfriar, para luego colar y mojar una compresa limpia y seca en la infusión de caléndula, como una gasa o un algodón, por ejemplo.

Finalmente, se aplica la compresa en el área de la piel afectada cada tres veces por día, dejando actuar por 30 minutos.

Compresas de manzanilla
La manzanilla es una excelente opción de cicatrizante natural, ya que además de tener acción antiinflamatoria, también tiene sustancias con propiedades antialérgicas y calmantes, como el azuleno, bisabolol y farneseno.

Estas sustancias calman la piel, reducen la inflamación, alivian la picazón e irritación de la piel, en situaciones de miliaria roja o sarpullido de calor y heridas crónicas, por ejemplo.

Lo ideal es tener unos 20 o 30 g de flores frescas o secas de manzanilla, además de agua hirviendo.

Posteriormente, se puede adicionar las flores frescas o secas de manzanilla en el agua y se deja reposar durante 15 minutos.

Luego, se puede colar y mojar la gasa, algodón o paño limpio y aplicar en el área de la piel afectada por lo menos dos veces por día, dejando actuar durante 5 minutos.

El gel de sábila
La sábila o áloe vera es una planta medicinal que ayuda a calmar la piel porque tiene propiedades antiinflamatorias y antioxidantes, ayudando a cicatrizar las heridas e hidratar la piel.

Al preparar este cicatrizante natural, es importante no usar la cáscara de la hoja de la sábila, ya que tiene efectos tóxicos. Únicamente debe ser utilizado el gel transparente que está dentro de la hoja.

Dos hoja de sábila son suficiente para aliviar y ayudar a cicatrizar.

Lo primero es lavar las hojas de la sábila, cortar al medio y retirar el gel que se encuentra adentro, colocándolo en un recipiente limpio y seco.

Luego, humedecer una toalla limpia o una gasa con el gel y pasar en las regiones de la piel infectada tres veces al día aproximadamente.

Cataplasma de avena
La cataplasma de avena posee ácido silícico con acción cicatrizante, además de las propiedades antioxidantes, antiinflamatorias y calmantes, que contribuyen para una mejor cicatrización de la piel, pudiendo ser utilizado en casos de urticaria, psoriasis, úlceras, heridas o ampollas de la piel, por ejemplo.

Además de eso, este cereal es rico en almidón, con acción hidratante, ayudando a mejorar aún más la cicatrización de la piel.

Para obtener una preparación hay que sostener en una mano la cantidad de avena, además de apartar un litro de agua.

Se suele hervir el agua y la avena en un recipiente durante 20 minutos aproximadamente. Luego, basta con colar y dejar enfriar.

En seguida, mojar una gasa o un paño limpio y seco en la infusión de avena, aplicando sobre la región afectada de la piel, dejando actuar durante 10 a 20 minutos.

Después, enjuagar la piel con agua corriente, secar con una toalla limpia y seca.

La cataplasma de avena no debe ser usada en heridas abiertas o que estén sangrando.

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