Abrir espacio para la tristeza ayuda a evitar episodios de ansiedad

En tiempos de confinamiento, los pensamientos negativos y estresantes suelen aparecer con mayor frecuencia y eso: ¡Está bien!

Así lo aseguran especialistas en salud mental, entendiendo que todos los seres humanos atraviesan una nueva etapa en la que todo “esta pausado”, pero contradictoriamente, la vida sigue y deben desarrollarse nuevas estrategias para mantenerse a flote.

Luis Prado, licenciado en Psicología y coordinador del servicio de Atención Psicosocial de la Comisión para los Derechos Humanos y la Ciudadanía (Codehciu), explica que “la realidad es estresante” y es evidente que las personas se sienten agobiadas por todas las situaciones que se presentan diariamente.

Pero, para hacer los días más llevaderos durante la cuarentena, Prado hace mención a tres aspectos claves para poder controlar los ataques de ansiedad y estrés:

1. Pensamientos

“Debemos entender que el confinamiento es una acción transitoria, que va a pasar”, asegura Prado, haciendo referencia a que mantener el aislamiento social es beneficioso para la salud y que “nos ayuda a sobrevivir”. Por ende, los pensamientos deben ir en torno a esta realidad.

Sin embargo, aclara que la situación tiene sus consecuencias, por el deterioro de los servicios básicos en el país y el incremento de los precios.

2. Emociones

Sentir tristeza, nostalgia y miedo es completamente normal. Cuando lleguen estas emociones hay que manifestarlas, reconocerlas y expresarlas, para aceptarlas y recobrar la compostura.

“Hay que dejar a un lado los comentarios como ‘no hay necesidad de estar triste’, ¡claro que hay necesidad!”, expresa Prado.

En estos tiempos es importante abrir espacios para el llanto y la tristeza, pero también tener el control para dejarlos salir.

Recuerda que ocultar sentimientos y mantenerlos reprimidos podría generar problemas posteriores con somatizaciones, reflejadas en dolores estomacales, de cabeza o columna.

3. Comportamiento

De los tres aspectos, el comportamiento de los individuos sería el más importante, pues es la herramienta clave para la intervención de la salud mental.

La creación de rutinas resulta fundamental durante la cuarentena, pero Prado aclara que no se trata de crear rutinas obsesivo compulsivas, sino distribuir las actividades durante toda la semana, dando espacio para funciones diferentes cada día.

“Hay que mantener la mente ocupada, impedir los espacios que den lugar a la rumiación”, menciona.

Acota que “si el individuo no hace actividad física, el cuerpo también se deprime, por lo que es igual de importante mantener altos niveles la actividad física y mental”.

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