Venalum y Alcasa quedaron sin celdas
El prologando apagón en todo el país debido a un presunto sabotaje en la Hidroeléctrica de Guri terminó de paralizar dos empresas del sector aluminio.
Venalum y Alcasa quedaron sin celdas reductoras luego de estar más de 10 horas sin energía eléctrica.
Ángel Brito, integrante del Sindicato Único de Trabajadores Profesionales Universitarios de Venalum (Sutrapuval), informa que el apagón afectó las 59 celdas que quedaban operativas, de 905.
Informa que debido al colapso de Guri se vieron afectadas tres de las líneas que mandan energía para la empresa, lo que trajo como consecuencia que las celdas se congelaran y las tuvieran que desincorporar.
“Una celda puede trabajar o se puede mantener viva sin energía eléctrica por máximo dos horas, pero pasaron más de 10 horas sin luz y terminamos perdiendo todo”.
Brito indica que de 6 % de productividad que tenían, pasaron a cero de un solo golpe.
Asimismo, señala que para restituir una celda en Venalum se necesitan al menos 250 mil, lo que se traduce en una cifra millonaria para volver a arrancar el área de reducción.
Venalum producía 1.5 toneladas de aluminio diario, y de ahí se obtenían divisas. “Quedamos en la nada, ya no sabemos qué puede pasar, ni qué se hará en este caso”.
Sin nada en Alcasa
En Alcasa, otra de las empresas pilares del sector aluminio, tenían menos que perder.
Allí de las 396 celdas solo quedaban 14. En años anteriores, producto de la desinversión, se habían ido desincorporando una a una las celdas sin ánimos de parar la catástrofe.
Dennys Sucre, integrante del Comité de Higiene y Seguridad Laboral de Alcasa, denuncia que las pérdidas y las consecuencias son incontables.
Alega que aunque no es la primera vez que sufren un apagón, sí es la primera vez que este es tan prologando.
“Las empresas no se pueden quedar sin energía, las celdas siempre deben estar encendidas”.
Así como en toda Ciudad Guayana, desde la 1:00 de la mañana de este 8 de marzo, Alcasa quedó sin luz bajo la mirada de sus trabajadores que no podían hacer nada para revertir el daño.
En cierre técnico desde hace tiempo
La crisis en Alcasa no es nueva. Desde hace algún tiempo, sus trabajadores habían denunciando que producto de la corrupción, la estatal del aluminio ya no era rentable, no producía.
Juan Moya, delegado sindical de Alcasa, expresa que desde hace mucho tiempo la directiva de la empresa no compraba alúmina.
Desde el cierre de Bauxilum, esta quedó a expensas de Venalum que cuando compraba alúmina le enviaba “un poquito” a Alcasa para que pudiera mantenerse.
“Ya habíamos sacado muchas celdas, el cierre de Bauxilum nos agudizó el problema y una celda que no tiene suficiente alúmina se recalienta, sube de temperatura y termina agrietándose”.
Bauxilum era el principal proveedor de alúmina para Venalum y Alcasa y está paralizada desde el 27 de noviembre de 2017.
Moya informa que una celda se arranca con un baño frío de metal, creolita, fluoruro, alúmina y otros componentes que ya no se tenían.
“Ya el cierre es oficial, se necesitan miles de dólares para arrancar solo una celda y si no lo hicieron antes, menos ahora”.
Algunos rumores
Moya señala por los pasillos de Alcasa se rumora que el presidente de la empresa, Arquímedes Hidalgo, tiene un plan de arrancar 20 celdas; sin embargo, a su juicio esto es mentira debido a que no se tiene ni el dinero ni los materiales para hacerlo.
“Ellos quisieron hace un tiempo arrancar una celda y le estaban echando pura chatarra, por supuesto que no se dio y eso seguramente es lo que pretenden ahora”.
En el limbo
Juan Moya denuncia que ahora todos los trabajadores quedaron en el limbo sin saber qué pasará en sus puestos de trabajo. “Hay mucha tristeza en los trabajadores que de verdad luchamos por esta empresa”.
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