Opinión

¿Y si cambio? Empoderando las creencias

Las creencias influyen y determinan  nuestros resultados, estado de ánimo, motivación, superación, acciones y comportamientos.
Yamilet PINTO
sábado, 17 octubre 2020

Si las palabras tienen poder, las creencias, dogmas, convicciones o como queramos llamarlas, signarán muchos de nuestros pasos.

Trabajar en la transformación del ser humano para alcanzar sus objetivos, me ha conducido a una constante autoexploración interior que afortunadamente me permite profundizar en el poder que tienen las creencias en la vida.

¡y qué poder!

Las creencias influyen y determinan  nuestros resultados, estado de ánimo, motivación, superación, acciones y comportamientos.

Cuando nos sumergimos en aquello que fervientemente creemos, inevitablemente eso ha de suceder, tanto si es algo que nos empodera como si es algo que nos frena y nos impide avanzar.

Siempre vamos acertar en lo que hemos convertido en nuestra más grande creencia.

La mente como el gran computador de vida

Para comprender un poco el poder que tienen las creencias, vamos a revisar uno de los aportes de la psicología cognitiva, el cual consiste en la concepción metafórica de que la mente es como un computador, conformado por un software y un hardware.

El software representa  las creencias, programas y patrones que se instalaron a lo largo de nuestro desarrollo humano; y el hardware lo conforma el cerebro.

Ambos determinan nuestros comportamientos, acciones, sentimientos y emociones.

Al pasar el tiempo, algunos de esos programas van quedando obsoletos  o les entra un virus que limita la operatividad de los procesos internos y hace que la computadora se “guinde”, se ponga lenta, deje de correr algunos programas o se contamine el sistema.

En esos casos normalmente acudimos a un especialista que revise el computador.

Por lo general, nos recomienda hacer un mantenimiento al sistema, para lo cual nos pide resguardar  los archivos más importantes, proceso que muchas veces nos cuesta mucho hacer por diversas razones: falta de tiempo, resistencia al cambio y el apego a viejos archivos “por si acaso los necesitamos más adelante”.

Muchas veces, resguardamos sin hacer la depuración correspondiente y sin darnos cuenta que lo que estamos haciendo es alargar la decisión de deshacernos de aquello que está ocupando un espacio importante de la memoria, impidiendo el manejo de nuevos programas.

El especialista, previa conversación con nosotros y dependiendo de las consecuencias de las fallas, comienza a desinstalar viejos programas que afectan la operatividad del sistema, hace actualizaciones  y nos sugiere instalar un antivirus  para limpiar la basura del programa y evitar que entren virus que dañen los programas buenos  o saturen el sistema al punto de llevarlo al colapso y a la paralización.

Cuestión de decisión

Definitivamente la reprogramación del sistema es una decisión.

Una decisión que hemos de tomar de manera consciente, sobre todo porque cuando hacemos una retrospectiva, nos podemos dar cuenta que desde hace mucho tiempo algunos programas o patrones ya no brindan los beneficios que antes ofrecían y por el contrario, lo que se vive actualmente es una constante caída del sistema que genera pérdidas importantes y valiosas para nosotros.

Algunas veces esto ocurre por haber tomado la decisión de conservar aquellos archivos o programas que generaban una verdadera amenaza a la operatividad del sistema y de la cual nos advertían los antivirus.

Es una cuestión de decidir. Si logramos desinstalar los viejos programas, tóxicos y limitantes, y al mismo tiempo nos comprometemos a actualizar el  software,  podremos cambiar los efectos que dejan esas creencias limitantes en nuestra salud,  finanzas, prosperidad, resultados deportivos,  relaciones de pareja, relaciones con los hijos, los niveles de energía, el lenguaje, en fin cambiamos radicalmente nuestros resultados y por ende nuestra vida.

Transformemos nuestras creencias en inspiración constante

1.       Pongamos atención a nuestras creencias, para identificarlas y darnos cuenta de cuánto nos colaboran en nuestro bienestar, logros y éxitos. Cree y lo verás hecho realidad.

2.       Concienciemos que aunque los patrones pueden variar de persona a persona, todas las respuestas y acciones parten de lo mismo: creencias, autoestima y seguridad. Por lo tanto preguntémonos: ¿Quién estoy siendo? ¿Qué estoy haciendo? ¿Para qué estoy siendo o haciendo esto?

3.       Experimentemos nuestro poder personal, ese que depende de nosotros mismos (a).

4.       Deshagámonos de opiniones que nos dijeron hace tiempo, no importa quien las haya dicho, decidamos accionar liberándonos del yugo del “qué dirán”.

5.       Revisemos las estrategias y la toma de decisiones.

6.       Activemos los arquetipos de personalidad.

7.       Accionemos nuestro aquí y ahora.

8.       Seamos congruente entre lo que piensas, lo que dices y lo que haces.

9.       Cambiemos la voz limitante por una voz empoderante e inspiradora  con las frases “yo quiero”, “yo puedo”, yo soy”.

10.   Entreguemos con fe esta nueva  forma de vida, meditando, orando y honrando el camino recorrido.

En esto radica el poder nuestras las creencias y tú ¿vas a resetearte?

Yamilet Pinto

Master Life Coach & Trainer con PNL

@yamiletpinto

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