¿Y si Cambio? Alma de Líder, un desafío para los líderes post coronavirus
La crisis política que vive Venezuela no es nueva, venimos arrastrando dificultades desde hace muchos años y el reto más difícil que enfrenta el líder de hoy, después de esta crisis de salud que afectó al mundo entero, es tener alma de líder, lo cual está más allá del ego, de los intereses protagónicos y especialmente de los intereses económicos que tanto sublevan al ser humano.
El alma de líder lo representan sus valores, su ética, su responsabilidad y su deseo imperioso de servir. Este líder que la escena post virus espera, ha de contar con aptitudes y actitudes conectadas con los valores más profundos del ser humano, donde haya conciencia y claridad de quienes somos, reconocer nuestras luces y sombras que permitan de manera consciente, asumir el compromiso que implica inspirarse a sí mismo e inspirar a otros.
Más allá de la necesidad de poder
Duele decirlo, pero lamentablemente, el liderazgo político en Venezuela y del mundo sólo está demostrando, una vez más, que la necesidad de poder (económico o no), es la premisa que dirige sus actos y no el bien mayor de sus seguidores, lo cual le lleva a pasar por encima de los valores humanos, éticos, familiares y espirituales.
Hoy, cuando se vive una crisis mundial como la actual, estos líderes regidos por intereses mezquinos, personales y de poder van perdiendo espacios y la sociedad aprende a identificarlos y comienza a rechazarlos.
Surge una nueva necesidad, el despertar de la conciencia, esa que nos lleva a decir: ¡Basta!
Y nos invita a rescatar los valores, la solidaridad, la empatía, la inteligencia emocional, el perdón, la confianza, la honestidad y genuino deseo de ayudar y levantar nuestra sociedad y nuestro país.
Para eso se necesita un cambio radical, desde las entrañas, que evite convertirnos en amenaza para nosotros mismos.
Cultivar un nuevo liderazgo
O despertamos la conciencia o la conciencia nos despierta a nosotros. Al liderazgo tradicional y a los líderes interesados en ganar adeptos sólo por demostrar poder, les está llegando su fin.
Incluso para quienes queremos practicar el autoliderazgo también se nos movió el piso, y ahora es más necesario dejar de pensar que sólo con herramientas lógicas, mentales y racionales llegaremos al despertar de la conciencia, ¡No! Se necesita más que eso.
Necesitamos dejarnos guiar por esa sabiduría interna que ha quedado supeditada a voces externas, y se hace imprescindible conectar con esa quietud y silencio que habita en nosotros.
Cuando conectamos con esa presencia interna, estamos conectando con el alma, lo cual nos hace más humanos más emocionalmente inteligentes, más éticos, más flexibles, más despiertos, más conscientes y nace un liderazgo con alma y podemos sentir el alma del liderazgo.
El líder que pone su pequeña dosis de buena voluntad para que su liderazgo sea un reflejo de su alma, transita un proceso de autonocimiento que le exige transformación interna, inversión de tiempo y recursos que les permita formarse en todo aquello que necesita para fortalecer sus habilidades que lo diferenciarán, desde el SER, del resto de líderes.
Es un reto, porque el ego se empeñará en decirle que “está perdiendo oportunidades de hacerse rico, de tener más dinero, que si no lo toma él lo tomará otro, que no sea bobo, que mienta para que lo quieran, que manipule” son sólo algunas de las tantas voces del ego, que el líder oye durante todo el día y que le es muy difícil resistirse a ellas, por lo atractivas que parecen ser.
La única manera que un verdadero líder pueda resistir tal tentación es estar apegado absoluta y totalmente a sus valores, reconociendo su vulnerabilidad para que se fortalezca en su interior, cultivar su espiritualidad (no su religiosidad), aumentar su fe, su conocimiento, su sabiduría, su humildad. Parece un ser imposible de existir, pero no es así.
El camino de la trasformación del líder
Cuando un líder despierta no vuelve atrás. Su ser interior le rige, le orienta, le guía. Si queremos ser parte de esta nueva generación de líderes que rompamos con todo lo que parece dominar al mundo.
Comencemos por nosotros. Hemos visto cual es la situación actual, ahora tomemos acciones para llegar donde queremos:
1. Busquemos dentro de nosotros aquellas directrices que necesitamos para cambiar y autodirigirnos para poder inspirar a otros.
2. En la medida que nos dejemos guiar por la voz del alma, descubriremos cómo cuando tratamos a los demás con la dignidad, sentido humano y respeto que se merecen, crecen nuestros seguidores y se fortalecen nuestros equipos, ya que pueden reconocer en nosotros nuestra capacidad de tratarlos como seres humanos dignos, a quienes servimos desde otro nivel de conciencia.
3. Cultivemos en nosotros la creatividad, la innovación, la intuición, la inteligencia espiritual y emocional, la organización y el amor incondicional.
4. Practica la conexión interior a través de meditaciones, oraciones, contemplaciones, respiraciones conscientes o técnicas de Mindfulness, todas son necesarias en este proceso que nunca termina.
5. Dejemos de esperar que otros hagan lo que nos toca a nosotros, dejemos de juzgar lo que otros hacen, dejemos de tener expectativas con respecto a los otros (gobiernos, políticos) y nos hacemos cargo de lo que nos toca a nosotros ser hacer y tener.
6. Seamos más solidarios, nuestros hermanos nos necesitan.
Todo líder que lidera desde el alma, ¡es el alma del liderazgo!
Yamilet Pinto
Psicoterapeuta/Life Coach
@yamiletpinto
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