Vivir con migraña
Hoy 12 de septiembre se celebra el Día Internacional contra la Migraña, con el propósito de sensibilizar a la sociedad en general, sobre el dolor de los pacientes que padecen esta enfermedad, apoyarlos y aunar esfuerzos para mejorar la calidad de vida de los mismos.
La migraña es un trastorno episódico caracterizado por la aparición de ataques de dolor de cabeza recidivante, pulsátil e intenso que habitualmente afecta a un lado de la cabeza, y puede estar precedido o acompañado de manifestaciones neurológicas llamadas auras, además de náuseas, vómitos, sensibilidad a la luz o los sonidos, usualmente incapacitante para quien lo padece.
Es una afección muy frecuente, cuyo origen es una combinación de factores genéticos y ambientales, que afecta aproximadamente al 16 % de la población.
Puede iniciarse a cualquier edad, pero generalmente empieza en personas entre 10 y 30 años de edad. A veces desaparece después de los 50 y es más frecuente en mujeres que en los hombres.
La enfermedad cursa con episodios de dolor agudo intercalados entre largos periodos libres de síntomas. La frecuencia de las crisis es muy variable, lo más usual es entre uno y cuatro episodios al mes que duran entre 4 y 72 horas, si no se realiza ningún tratamiento.
Se debe distinguir la migraña de otros tipos de cefaleas o dolores de cabeza, tales como la cefalea tensional, que es mucho más usual, la cefalea en racimos y las cefaleas secundarias que pueden estar originadas por multitud de causas, como gripe, meningitis, traumatismos y tumores cerebrales.
Pueden distinguirse diferentes variedades de migraña según los síntomas que se presenten, siendo las más usuales:
1) Migraña con aura o migraña clásica: es precedida por un conjunto de síntomas específicos llamados aura, que comúnmente dura entre 20 y 60 minutos. Los síntomas más característicos son los visuales que pueden ser muy diversos, lo más típico es que se manifieste en forma de escotoma centelleante que consiste en una zona ciega del campo visual acompañada por una serie de destellos luminosos móviles. En otras ocasiones, el aura provoca pérdida de sensibilidad y sensación de hormigueo que afecta a la mitad de la lengua y se extiende progresivamente al labio, pómulo, el miembro superior y la mano del mismo lado. Todos los síntomas producidos por el aura migrañosa son reversibles, desaparecen sin dejar ninguna secuela en menos de una hora. Corresponde al 20% del total de los casos.
2) Migraña sin aura o migraña común: por el contrario, carece de aura. Muchos pacientes experimentan una sensación extraña y presienten que van a presentar un ataque migrañoso, estos síntomas se llaman pródromos y no deben confundirse con el aura.
Los pródromos son una serie de síntomas o sensaciones tales como sensación de euforia, irritabilidad, bostezos continuos, falta de atención, palidez y deseo compulsivo de ingerir alimentos dulces, que se presentan por regla general varias horas incluso días antes del dolor. La migraña sin aura es la variedad más frecuente y afecta al 75 % de los casos.
La fase de dolor es de carácter progresivo, de leve aumenta poco a poco en intensidad hasta convertirse en moderado y severo. El dolor afecta solamente a la mitad derecha o izquierda de la cabeza. La duración es muy variable, comúnmente entre 3 y 24 horas si no se realiza ningún tratamiento o este es ineficaz. Si el dolor no cede después de 72 horas, la situación se considera una complicación que se llama estatus migrañoso.
En la fase de resolución, el dolor disminuye hasta desaparecer por completo, sin embargo la mayor parte de los pacientes manifiestan que después de las crisis no se encuentran bien y presentan cansancio, somnolencia y falta de concentración.
Las principales complicaciones descritas son el estatus migrañoso, la migraña crónica, el infarto migrañoso y la migralepsia. La probabilidad de que un determinado paciente presente alguna de ellas es baja.
Las causas desencadenantes son difíciles de identificar y diferentes en cada personas, pero las más frecuentes son:
A) Herencia,
B) Edad,
C) Estrés y ansiedad,
D) Factores hormonales: suele empeorar con la ovulación, menstruación y con la toma de anticonceptivos orales; el embarazo, sin embargo, suele mejorar transitoriamente la migraña y muchas mujeres mejoran extraordinariamente con la menopausia),
E) Ingestión de alcohol y dieta: algunos alimentos y bebidas pueden favorecer que se desencadene un ataque de migraña, especialmente el vino tinto; las comidas con glutamato monosódico , productos que contienen tiramina (quesos), las carnes en conserva con nitrato, el chocolate y los edulcorantes artificiales.
F) La alimentación y los horarios en que se producen las comidas. El ayuno es uno de los principales motivos de migraña, por lo que se debe evitar prolongar el tiempo sin comer y mantener un horario de comidas regulares.
G) Falta o exceso de sueño.
H) Factores medioambientales: el tiempo o los cambios de temperatura, las luces deslumbrantes o las fluorescentes, las pantallas del computador y los olores fuertes entre otros.
Un tratamiento y profilaxis adecuado en combinación con medidas de autoayuda y cambios en el estilo de vida, pueden ayudar a controlar eficazmente la enfermedad.
Se recomienda, en cuanto se detecten los primeros síntomas, consultar con su médico de confianza, quien podrá remitirlo a un especialista en Medicina Interna o Neurología.
Dra. Fanny Quevedo.
Médico Ocupacional.
Especialista en Gerencia en Salud.
qcfanny@hotmail.com
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