Síndrome del corazón roto

El síndrome del corazón roto, también denominado miocardiopatía de takotsubo o miocardiopatía por estrés, es un trastorno cardíaco caracterizado por una disfunción temporal del ventrículo izquierdo (VI), que simula un infarto de miocardio sin hallazgos de enfermedad coronaria, usualmente desencadenado ante situación estresante y emocional extrema.

El término “takotsubo” es una palabra japonesa que procede del nombre de un recipiente utilizado como trampa para atrapar pulpos, que tiene una forma similar a la apariencia de globo sistólico apical del VI de estos pacientes, en la forma más común y típica de este trastorno.

La miocardiopatía de takotsubo presenta disfunción ventricular izquierda reversible y microvascular, con alteraciones del movimiento de la pared, típicamente hipocinesia del segmento apical e hipercinesia de los segmentos basales, que genera el abombamiento apical característico, y que van más allá del territorio de una arteria coronaria.

Los síntomas del síndrome del corazón roto incluyen dolor torácico repentino intenso, opresivo, arritmias y dificultad para respirar (disnea), por lo que las personas que lo padecen pueden pensar que se trata de un infarto agudo de miocardio. En el caso de esta afección, las arterias cardíacas no están obstruidas, más el flujo sanguíneo en ellas puede estar reducido.

En la fase aguda de la enfermedad, la presentación clínica, los hallazgos electrocardiográficos y los biomarcadores cardiacos se comportan de modo similar que los cambios esperados en un síndrome coronario agudo. La sintomatología es tratable y la afección generalmente se revierte en días o semanas.

Es una patología con una clara preferencia por el sexo femenino (86 %) e igualmente la edad de los afectados son mayores de 50 años. Se ha propuesto también que la presencia de factores psicosociales, como el antecedente familiar de depresión y ansiedad o el aislamiento social, desempeñan un papel importante en la aparición de esta enfermedad.

Existe una asociación importante entre el síndrome del corazón roto y los trastornos de ansiedad y las alteraciones del ánimo, en razón que supone el paciente ansioso está sometido a un constante estrés psicológico crónico que, ante una situación de estrés agudo, origina el síndrome.

Por lo general, antes de que se produzca el síndrome del corazón roto, algunos desencadenantes posibles son los siguientes:

1) El fallecimiento de familiares, particularmente si es inesperada

2) Un diagnóstico médico catastrófico

3) Factores físicos que generan estrés, como un ataque de asma, infección de Covid-19, fracturas o una cirugía de pronósticos reservados

4) Violencia doméstica

5) Discusiones fuertes

6) Perdida del empleo

7) Perdidas financieras o de juego devastadoras

8) Separación de pareja

9) Miedo escénico

10) Eventos sorpresas

11) Algunos medicamentos rara vez podrían provocar el síndrome del corazón roto, al causar una oleada de hormonas del estrés.

Los estrógenos son un factor protector cardiovascular, por cuanto tienen un efecto regulador de la epinefrina en los nervios presinápticos cardiacos y atenúan la respuesta al estrés mediada por la liberación repentina de grandes dosis de catecolaminas y glucocorticoides, razón por el cual la enfermedad es más prevalente en mujeres en edad posmenopáusica, probablemente debido a la depleción de estrógenos que se presenta en esta etapa.

En caso de presentar signos y síntomas de dolor en el pecho, latidos del corazón muy rápidos o irregulares, o dificultad para respirar después de un suceso estresante súbito, llamar inmediatamente a un servicio de asistencia médica y requiere ser trasladado a un centro de salud de urgencia.

Reconocer y manejar el estrés en tu vida también puede ayudar a prevenir el síndrome del corazón roto. Se recomienda consultar preventivamente con su médico de confianza, quien podrá remitirlo previa evaluación a control con el especialista, en caso de así considerarlo.

A partir de ahora comprenderá lo literal que pueden resultar frases comunes como “tuve un susto de muerte” o “mi pareja me ha partido el corazón”.

Dra. Fanny Quevedo
Médico Ocupacional
Especialista en Gerencia en Salud.
qcfanny@hotmail.com

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