Síndrome de Otelo: Celopatía
La denominación Síndrome de Otelo, hace referencia a la obra titulada “La tragedia de Otelo: El Moro de Venecia”, escrita alrededor del año 1603 por el inglés William Shakespeare.
En esta obra teatral dramática se relata la historia de Otelo, un militar de alto rango y moro al servicio del gobierno veneciano, quien vive obsesionado y desesperado por los celos.
En el relato su alférez Yago se encarga de sembrar en el corazón de Otelo no sólo la duda, también la convicción equivocada de que el amor de éste, Desdémona, le es infiel. Los celos se imponen sobre la razón de Otelo y asesina a su esposa, más cuando descubre su error se suicida.
Todos muy posiblemente hemos experimentado sentir un nivel “saludable” de celos en determinadas circunstancias de nuestra vida.
Se trata de una reacción universal o estado emocional que no respeta edades e implica un cierto grado de posesividad, que ocurre cuando percibimos una amenaza real o imaginada de pérdida del cariño o atención en una relación considerada preciada o de la persona amada, y que se pretende mantener.
Sin embargo, para muchos autores los celos suponen la máxima expresión de nuestra propia inseguridad, por lo que en ocasiones dependiendo de la irracionalidad y gravedad, referida a las conductas que las personas adoptan, pueden derivar en un desequilibrio mental con un comportamiento obsesivo-compulsivo alejado de la realidad y desencadenar cuadros patológicos tales como el Síndrome de Otelo o Celopatía.
La Celopatía es un subtipo de trastorno delirante en el que la persona está convencida de que su pareja le es infiel, sin que exista motivo que lo justifique.
Usualmente aparece ante un hecho irrelevante o trivial que la persona interpreta de forma sesgada y sobre la cual posteriormente construye un sistema de creencias, buscando e interpretando datos con el propósito de sustentarlo.
Estas creencias sobre la ficticia infidelidad suelen provocar en el celópata un elevado apremio de control de las actividades de la pareja, llegando a espiar sus conversaciones y haciendo de estas interpretaciones anómalas, donde además la mayoría de sus actos conducen a intentar descubrir y confirmar sus sospechas, ignorándose pruebas e información que la contradicen.
Inicialmente la pareja puede pensar que el comportamiento de celos de la persona con celotipía es una expresión de amor e incluso interpretarse como algo positivo, pero con el tiempo y la reincidencia de las actitudes de sospechas, dudas, así como un continuo control, hace visible el reflejo de un escenario que comienza rápidamente a volverse un entorno negativo y perjudicial.
Toda esta situación da origen a un notorio nivel de conflictividad en la pareja con deterioro de los lazos afectivos, siendo frecuente la presencia de acusaciones infundadas que conlleva a un elevado grado de estrés y sufrimiento, incluso puede derivar en trastornos de ansiedad o depresión.
Las personas con celopatía, difícilmente están conscientes de su afección, al punto de pretender tener a su pareja como si fuera un objeto, una cosa a disposición de sus gustos y caprichos, coartarle la libertad, así como pueden en determinadas circunstancias llegar a agredir psíquica y físicamente a la pareja o a las que se interpreta que son las terceras personas.
Al tratarse de un trastorno mental, desconocen lo qué les sucede, en consecuencia, actúan únicamente bajo el impulso que les generan los celos.
El celópata todo lo explica desde su delirio, por ejemplo, si su pareja habla por teléfono, la saludan en la calle, si no llega a determinada hora exacta, si se le descompone el auto, conversa con amigos, todo tiene que ver con una supuesta infidelidad. Cualquier argumento le sirve como evidencia del engaño que sufre y del que es víctima.
Debido a estas dudas e inseguridades es común que muchos consuman cantidades de alcohol y otras sustancias, que a su vez agrava la capacidad de juicio y causa un mayor sesgo cognitivo.
Dentro de los síntomas más frecuentes en la celopatía se mencionan:
1) En ocasiones, el celópata inventa una tercera persona en la relación sin necesidad de haber experimentado problemas de infidelidad.
2) La percepción de la realidad es totalmente errónea.
3) Suele invadir la privacidad y el espacio personal de su pareja por lo que intenta controlar sus actos y movimientos.
4) Surge la manipulación o amenazas como instrumento y persiste la desconfianza a través de cuestionamientos impertinentes.
5) Buscan constantemente pruebas imaginarias capciosas para avalar su hipótesis de engaño.
El celópata suele presentar una alta inseguridad junto con marcados sentimientos de inferioridad y una óptica para ver su entorno según el cual los fracasos suelen ser atribuidos a variables externas, con lo cual sus problemas en la relación de pareja los considera como una señal de que existe alguien más.
La celopatía puede ser tratable; la farmacoterapia y el apoyo psicosocial son eficaces, en tal sentido mientras más temprano se realice el diagnóstico e inicie el tratamiento, mejor será el resultado.
Se recomienda, en caso de signos sugestivos de celopatía, consultar con médico de confianza, quien podrá remitir al equipo de salud mental (Psiquiatra y Psicólogo) para que en forma conjunta instauren el tratamiento.
Dra. Fanny Quevedo
Médico Ocupacional
Especialista en Gerencia en Salud.
qcfanny@hotmail.com
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