Semana en domingo

Agotamiento y resignación

El peor sentimiento que se puede albergar en la mente de nuestro pueblo, para que haya alguna posibilidad de salir de esta pesadilla, es resignarse a esta forma de vida y a este sistema de gobierno. Aquí se está luchando mucho más que lo que hizo el pueblo cubano para librarse de la dictadura castrista, pero no ha habido éxito. Los cubanos tienen 60 años de dictadura y desde hace décadas se resignaron a su destino. Aquí no es que el pueblo se haya resignado, pero mucha gente comienza a pensar si de verdad queda alguna posibilidad de salir de esto. Cada semana escucho más expresiones de desaliento, de quienes creen que ya se ha hecho todo para salir de este régimen, sin lograrlo. Y el otro sentimiento que comienzo a percibir es el de agotamiento, por haberle puesto el mayor esfuerzo a una lucha que no ha logrado los objetivos.

Mucha gente va a las marchas para hacer presencia, pero en el fondo tienen pocas esperanzas der que eso sirva de algo y así lo expresan en privado. Guaidó insufló nuevos aires de esperanza en el inicio de su lucha, pero con el paso de los meses esa brisa se ha ido disipando, y a ello contribuyó de manera importante el acuerdo de la Casa Amarilla y el regreso parcial de los diputados chavistas a la Asamblea Nacional.

Muchos opositores esperaban que la lucha se profundizara y en lugar de eso, un sector de la oposición pactó con el gobierno, en abierto desacuerdo con las líneas de Guaidó, sobre todo en las sanciones de Estados Unidos contra Maduro.

Mientras Guaidó insiste en que se endurezcan, el sector opositor que pactó con el gobierno plantea que las suspendan, alegando que le están haciendo más daño al pueblo que a Maduro. Eso por supuesto que sumó desaliento en el pueblo opositor, que en gran medida vio en el presidente de la Asamblea Nacional una posibilidad cierta y casi inmediata de sustituir a Maduro. Estos sentimientos de agotamiento y resignación serían los mejores aliados de Maduro para reducir al mínimo el espíritu de lucha del pueblo por un gobierno de transición. En este momento el gobierno no está haciendo absolutamente nada que permita avizorar que esta situación va a mejorar y todo indica que va a peor, por lo que no hay elemento objetivo alguno que nos lleva a perder las esperanzas de un cambio de régimen. Distinto sería si Maduro tuviera posibilidades reales de lograr la recuperación de la economía y la estabilización de la situación política. Allí sí habría elementos que harían perder las esperanzas de una transición, pero en este momento es todo lo contrario.

Y además de todo esto está el hecho innegable del deslave del chavismo, por quienes consideran que el intento fue fallido y ahora estamos muchísimo peor que antes de Chávez. No son pocos los dirigentes chavistas que expresan que no era esto lo que buscaban cuando se sumaron a su movimiento y algunos llegan a asegurar si Chávez viviera tampoco estaría satisfecho por esta situación creada por Maduro.

No cuadran los barriles

El gobierno ni Pdvsa, desde hace tiempo que no le informan al país acerca de la producción de petróleo del país, como tampoco ofrecen información precisa de las refinerías, consumo interno, exportaciones comerciales, envíos a Cuba Etc. Pero como hay zonas del país que tienen serias deficiencias en el suministro de gasolina, la gente comienza a sacar cuantas, partiendo de las versiones que salen de los sindicalistas de Pdvsa. Todo parece indicar que la producción de petróleo cayó bajo un millón de barriles diarios, de lo que hay que deducir los que se envían a China y Rusia, en pago de los préstamos que nos hicieron y que por supuesto el gobierno ya gastó hace tiempo.

Según los expertos, la suma de lo que se consume en el país y esos envíos a China y Rusia, ya supera el millón de barriles, por lo que tiene que haber déficit. Pero además hay que agregar los envíos a Cuba que si bien han bajado, siguen siendo hechos, tanto en crudo como en gasolina y otros derivados. Por eso tenemos que preguntarnos ¿Cómo puede quedar algo para que Pdvsa pueda hacer algunas ventas de contado? La única explicación que ofrecen los expertos es que las refinerías están procesando mucho menos que su capacidad instalada, aunque aún siendo así, tampoco quedaría mucho para vender, a lo sumo unos 100 mil barriles diarios. Ecuador produce 400 mil barriles diarios, pero su economía es mucho más pequeña que la nuestra y hay que recordar que Pdvsa tuvo años en los que exportaba más de dos millones de barriles diarios y las refinerías procesaban casi un millón.

El cambio climático

Hasta los más escépticos del cambio climático han aceptado que la naturaleza está cambiando y la causa más importante es la contaminación por las actividades del ser humano. Están ocurriendo fenómenos naturales que no habíamos visto antes y otros han aumentado su intensidad de una manera increíble, con efectos devastadores para la vida humana, la economía y la propia naturaleza.

Lluvias torrenciales con desastres en ciudades y vías de comunicación; huracanes con una fuerza destructiva muy superior a los anteriores y en zonas de la Tierra en donde nunca se habían presentado, como en el centro del Atlántico y en ruta ascendente hacia Europa; altas temperaturas fuera de temporada, con incendios que arrasan cientos de miles de hectáreas de bosques cada año; nevadas y bajas temperaturas en regiones en donde nunca las hubo, así como altas temperaturas históricas en donde antes hacía frío. Son cambios que no podían seguir siendo ignorados, y que son el aviso –ojalá aún a tiempo – de que hay que adoptar medidas urgentes y efectivas para bajar los niveles de contaminación de la atmósfera, mares, ríos y el suelo. La naturaleza parece estar enviando mensajes para ratificar que sin ella la vida del ser humano no es posible.

Y como no hay posibilidad de mudanza, no queda otra opción que limpiar lo que hemos ensuciado en este planeta, que es la única manera de que las futuras generaciones puedan seguir viviendo en él. Pero esto parecen estarlo entendiendo mejor los ciudadanos que los gobiernos, y por eso estamos viendo grandes manifestaciones en todo el mundo.

Uno

Hace algunos años atrás, si alguien hubiera dicho que un día estaríamos viendo colas por gasolina, lo habrían tildado de loco, siendo como lo somos un país petrolero. Y peor si hubiera dicho que pagaríamos hasta 10.000 bolívares por un litro de gasolina bachaqueada en las calles. Pero otros no se sorprenden, alegando que en la mayoría de los países un litro vale un dólar, que serían 20.000 bolívares. Según esa cuenta, aún a ese precio sigue siendo barata.

Dos

Escribí acerca de cuánto costará un pernil esta Navidad, pero un lector me dice que la pregunta es si habrá perniles, porque tal como está la situación cree que no habrá dólares para que el gobierno los importe, y los de aquí van a estar muy por encima de 100.000 el kilo. Tocará –digo yo- comprar un pernil entre varios y repartirlo para que no falte en la cena de Navidad y Año Nuevo.

Tres

Y por el camino que vamos este va a ser “El Año de la Guarapita”, como me dice un lector, porque hay que ver cuánto costará echarse un palito en los días navideños. Agrega que las familias que estaban acostumbradas al Pato Frío, que es un coctel de champaña, ahora lo tendrán que hacer con caña blanca, o en todo caso con ron añejo.

Cuatro

Y siguiendo con el tema navideño les digo con tristeza que mucha gente no quiere adornar nada este año, ni en las casas ni en negocios. Les recuerdo aquello de “A mal tiempo, buena cara”, pero nada. Es que si la situación está como está, hay que suplir la falta de lo material con la riqueza del espíritu, porque la alegría no nos la quita nadie. Una manera de luchar contra este régimen, es disfrutar la Navidad con lo que se tenga, como si fueran los manjares más caros del mundo. Eso también es rebeldía.

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