Opinión

Semana en domingo

Lo que necesitan Guayana y la CVG son los recursos de inversión, de origen nacional o extranjero.
domingo, 01 septiembre 2019

La CVG

Ahora la Corporación Venezolana de Guayana tiene la directiva que nombró el gobierno de Maduro y la que designó Guaidó, que preside el ingeniero Enrique Castells, expresidente de Venalum. La primera en el país y la segunda en el exterior, porque obviamente si estuvieran aquí serían enjuiciados por traición a la patria.

Pero al margen de lo político, que como sabemos en este momento priva sobre cualquier otra consideración, la recuperación de la CVG y de la economía de Guayana requiere de un esfuerzo de todo el país, sin excepción, tal como ocurrió en los primeros años del desarrollo industrial de Guayana, cuando los proyectos eran aprobados por unanimidad de todas las fuerzas políticas representadas en el Congreso, porque se trataba de materias de alto interés nacional.

El momento político que vive el país ha determinado esta situación en la CVG, pero lo que debería haber en torno de ella debería ser una unidad nacional, con todos los recursos necesarios para que vuelva a ser el motor de arranque de nuestro desarrollo industrial. La CVG no es importante solo para esta región, porque se trata de una corporación de desarrollo cuya gestión tiene proyección a todo el territorio nacional, no solo por los recursos financieros que ella genera, sino porque es el origen de muchas materias primas que son necesarias para alimentar la maquinaria industrial de todo el país.

Lo que necesitan Guayana y la CVG son los recursos de inversión, de origen nacional o extranjero, para reactivar el plantel industrial que en su mejor momento fue referencia mundial, no solo en su dimensión física sino en su calidad de gestión. Cualquier proyecto de recuperación del aparato productivo industrial, necesariamente pasa por la previa reactivación de las industrias básicas de Guayana.

Vuela el dólar

Según algunos economistas el alza meteórica del dólar fue provocada por una inyección masiva de bolívares en el sistema financiero, cuyos tenedores tratan de protegerse de la inflación. Según esa versión, el Banco Central de Venezuela le compró 700 millones de euros a Pdvsa para integrarlos a las reservas financieras, y se los pagó con bolívares. A su vez la petrolera les pagó a sus proveedores con esos bolívares y éstos salieron disparados a comprar dólares, para protegerse de la pérdida de poder adquisitivo de la moneda nacional.

Esa gran masa monetaria de bolívares comprando dólares hizo que esa divisa se disparara. El impacto en el mercado de divisas fue importante porque estamos hablando de 900 millones de dólares, que al precio que estaba hace dos semanas son casi 11 billones (millones de millones) de bolívares.

Pero si eso fue así, el efecto tendría que haber durado solo dos o tres días y por el contrario el dólar está subiendo desde hace casi dos semanas. Ya los especuladores están diciendo que el dólar puede parar su carrera ascendente en 30.000 bolívares para diciembre. ¿Y entonces, cuánto va a costar hacer una hallaca? El pasado 31 de julio el BCV tenía el dólar oficial en 9,830,94 bolívares y esta semana el paralelo llegó a superar los 20.000 en una depreciación del bolívar superior al 50 por ciento en un mes. Con esta paridad cambiaria el salario mínimo escasamente supera 2 dólares, a la espera de un aumento que según algunos economistas tendría que ser hasta por lo menos 200.000 bolívares mensuales.

El pulmón del planeta

Bolsonaro esperó que ocurrieran más de 80.000 focos de incendio en la Amazonia y se quemaran millones de hectáreas de bosques vírgenes para decretar la prohibición de quemas por dos meses. Y lo hizo por la presión mundial para que adoptara medidas de protección, en un bosque que es considerado el pulmón del planeta. Rechazó ayuda financiera internacional para apagar los incendios, diciendo que lo que estaban intentando varios países era “comprar la soberanía de Brasil”.

Se demoró dos semanas en ordenar la intervención de los militares en la lucha contra el fuego, mientras el mundo entero clamaba por medidas urgentes para salvar esa selva. Los ecologistas brasileños dicen que Bolsonaro quiere aumentar la producción agrícola y para ello permite que se queme la selva, abriendo espacios para la siembra de los agricultores. La quema de bosques también les resta espacios a los pueblos indígenas, que carecen de medios para luchar contra los incendios provocados de manera deliberada por los productores agrícolas para obligarlos a abandonar sus territorios ancestrales.

En Brasil las leyes permiten las quemas con fines agrícolas, aunque sea en el propio corazón del bosque amazónico, que además está considerado como patrimonio de la humanidad, aunque por lo visto Brasil puede disponer de él como quiera. Debería haber algún mecanismo que proteja este inmenso bosque, vital para la vida humana en este planeta.

Uno

Me dolió en la madre la expresión de un amigo que tenía tiempo que no venía a Ciudad Guayana y regresó en estos días. Lo fui a buscar al aeropuerto para llevar a su casa en Villa Granada y en el trayecto pasamos al lado de unos basureros en plena calle. Al verlos me dijo ¡Ahora la mascota de Puerto Ordaz es el zamuro! No le dije nada, pero es cierto que muchas calles están llenas de basura y de zamuros disputándose la carroña. ¡Qué triste! Como escribí hace dos semanas, es preferible destinar recursos para recoger la basura, en lugar de hacerlo pintando muros con el lema “Venezuela Bella”, que de eso no tiene nada. ¿Qué sentido común tiene pintar un muro, mientras a pocos metros hay un basurero en pena calle, pudriéndose al sol?

Dos

EL CEO de Fiat en Argentina, Cristiano Rattazzi, dijo que “el pecado de Macri fue poner a trabajar a la gente, que con los Kirchner se acostumbró a que se les regale todo. Ahora el que no trabaja no come. Por eso quieren devolver a Cristina a la Casa Rosada, aunque sea como vicepresidenta”. Los argentinos deberían aprender con nuestro ejemplo, pero está visto que los pueblos no tienen memoria histórica.

Tres

Todo parece abandonado en la recuperación de las industrias básicas de Guayana. Ya ni siquiera se hacen anuncios de algún proyecto, como por lo menos se hacía hasta hace un año. Incluso el Arco Minero ha perdido empuje y nada se dice de los grandes proyectos de explotación de los yacimientos auríferos. Lo grave es que mientras más tiempo pase, más grande se hará la inversión para recuperar esas industrias, si es que finalmente vale la pena reactivarlas. Hay técnicos que desde hace tiempo están diciendo que en el caso de algunas líneas de reducción de aluminio sale más rentable hacer una nueva que invertirle a las viejas. Igual se expresan de algunas plantas de briquetas, aunque en este caso hay versiones contrapuestas, porque hay quienes aseguran que con poca inversión se pueden poner de nuevo a producir.

Cuatro

Nuestro país siempre ha estado ligado a la violencia guerrillera de Colombia. Con una frontera tan extensa y desguarnecida eso es inevitable. Por Venezuela sale y entra de todo para la guerrilla colombiana, y muchos más ahora por la relación con Cuba. Incluso en la IV República ya se sabía que había enclaves de la guerrilla colombiana en nuestro territorio. No somos culpables de que haya guerrilla en Colombia, pero de alguna manera nos relacionan.

 

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