Opinión

Semana en domingo

Desde la izquierda mundial se ha esgrimida eternamente el argumento de que las naciones desarrolladas se aprovechan de los recursos naturales de las naciones pobres, para hacer crecer su economía en el modelo capitalista.
domingo, 05 marzo 2023

El CNE en las primarias
Aparte de la guerra a cuchillo que hay entre varios dirigentes de la oposición, ahora se abre un nuevo frente, esta vez sobre la participación del CNE en las elecciones primarias en las que se escogerá al que se represente a ese sector político en las próximas elecciones presidenciales. Lo primero que alegan quienes se oponen a ello, es que se corre el riesgo de que el gobierno tenga el registro completo de quienes voten en ese proceso, tal como pasó con la Lista Tascón. Pero la pregunta es ¿Qué otra cosa que no haya hecho, podría hacer el gobierno con esa lista? Porque si a ver vamos, el mayor peligro pudiera ser que el gobierno mande a su gente a votar por el candidato opositor que pese menos frente a Maduro, y eso no tendría nada que ver con que el CNE participe o no en ese proceso. Y digo que como no hay un registro de la población opositora, resultaría difícil impedir que el chavismo participe en esas primarias, orientando el resultado a lo que más le convenga al gobierno. Lo otro que me parece importante señalar es que hasta el momento la oposición venezolana no ha podido precisar, ni probar, alguna trampa en el conteo de los votos emitidos por los electores, aunque hayan ocurrido situaciones irregulares, como eso de prolongar el horario en algunas mesas sin que haya electores haciendo cola, y que en la noche haya más votos que en todo el resto del día. De manera que a mi manera de ver, las cosas que puedan ocurrir, van a suceder con o sin el CNE. Y todo este rollo sería absolutamente innecesario, si la oposición hubiera escogido un solo candidato. Porque los votos para ganarle al gobierno, los hay, y estoy seguro que la población opositora sabrá descartar a los farsantes y se irá masivamente por su verdadero representante. Lo de las primarias es solo un paso que hay que dar previamente. Pero lo que es realmente lamentable es que nuestra dirigencia opositora ni siquiera sea capaz de tener un criterio unánime en torno a la participación del CNE en las primarias. No hay un solo elemento que los una, como para proyectar ante el país opositor la imagen de que por encima del criterio personal sobre algún tema, está el interés de lograr el objetivo de un cambio de gobierno.

Una estrategia equivocada
En el reclamo del Territorio Esequibo, creo que todos los gobiernos que hemos tenido desde finales del siglo 19, los del siglo 20, y éste, han cometido el error de jugarse al todo o nada. El patriotismo se ha impuesto al análisis sereno y reflexivo de la realidad internacional y nos ha llevado hasta el punto en el que estamos hoy. No lo hemos perdido de manera formal, pero las perspectivas no son halagadoras, con el caso llevado ahora por Guyana ante el Tribunal Internacional de La Haya. Por supuesto que el Esequibo históricamente es de Venezuela, pero en este mundo moderno han ocurrido cambios geopolíticos que no podemos ignorar. Las fronteras cambian, los países se dividen, y el poderío militar mundial impone nuevos escenarios globales cada década. El mundo de hoy no es el mismo de finales del siglo 19, cuando aquel malhadado Laudo Arbitral de París. Yo era funcionario de la Cancillería, cuando Arístides Calvani aceptó la propuesta del entonces Primer Ministro de Trinidad, Eric Williams, para suscribir el Protocolo de Puerto España, que congeló por un plazo de 12 años la aplicación de algunos artículos del Acuerdo de Ginebra, y lapso durante el cual ambos países tratarían de lograr un acuerdo amistoso que resolviera el diferendo territorial. Ese acuerdo firmado en Puerto España fue constitucionalmente nulo porque nunca fue aprobado por el Congreso Nacional, aunque a pesar de ello todos los gobiernos lo aceptaron durante los 12 años de su vigencia. Quizás por su alto costo político electoral, ningún gobierno siquiera se arriesgó a plantear un debate sobre una eventual partición del Esequibo con Guyana, que habría podido ser una solución al diferendo, como también se pudo haber acordado la explotación conjunta de los vastos recursos naturales de ese Territorio. Pero pasó el tiempo y ahora creo que están cerrados los caminos de un acuerdo amistoso con Guyana. Solo queda esperar la decisión de La Haya, que aunque no sea reconocida por Venezuela en caso de que sea contraria a nuestros intereses, nos planteará un nuevo escenario en el que no estoy seguro que estemos mejor que antes de que el caso cayera en manos de ese alto tribunal.

La izquierda y los recursos naturales
Desde la izquierda mundial se ha esgrimida eternamente el argumento de que las naciones desarrolladas se aprovechan de los recursos naturales de las naciones pobres, para hacer crecer su economía en el modelo capitalista. Y aquí en nuestro país, desde que logró el poder el chavismo comenzó el desmontaje del proyecto industrial de Guayana, considerándolo parte de ese modelo capitalista que ellos combaten. Pero al mismo tiempo han favorecido la explotación de oro, diamantes, coltán, y ahora rodio, que igualmente son nuestros recursos naturales. Y yo me pregunto: ¿Y por qué explotar el oro y no aprovechar los otros recursos naturales como bauxita y mineral de hierro, con toda su cadena productiva aguas abajo? ¿O es que la mayor parte de ese oro que está siendo explotado en el sur de Guayana no termina también en los países capitalistas? O no me lo han explicado bien, o es que soy bruto, pero realmente no entiendo por qué lo uno sí, y lo otro no. Porque en todo caso, la industria siderometalúrgica de Guayana genera más empleos directos e indirectos, más riqueza y más desarrollo que ese inframundo que hay en las minas de oro. Claro, en las industrias básicas el producto está a la vista de todos y es auditable, mientras que en las minas de oro nadie sabe quién explota, quién vende o compra, cuánto se extrae, y mucho menos a dónde va a parar ese oro. Eso sí lo entiende cualquiera.

CUATRO
Uno. Un orgullo nacional, que el joven médico venezolano Fernando Ascanio sea parte del equipo que está realizando las ultramodernas cirugías robóticas de pulmón, en el prestigioso hospital Valle de Hebrón, en Barcelona, España. Con esos robots las cirugías son menos invasivas, hasta para extirpar tumores pulmonares cancerosos, según lo que publicó esta semana el boletín de la Sociedad Española de Oncología. Todo eso circuló en las redes sociales, incluyendo que es graduado en la escuela Razzetti, de la Universidad Central. Pero a todo ello lo que hay que agregar es que Fernando es nativo de la Villa del Yocoima, es decir, Upata. Orgullo guayanés, entonces.

Dos. Me dicen que están elaborando el programa para la próxima visita de María Corina Machado al estado Bolívar, que según me dicen, inicialmente incluye Puerto Ordaz, San Félix, Ciudad Bolívar y Upata. Será interesante escuchar sus propuestas para recuperar el proyecto industrial de Guayana y su mensaje a las decenas de miles de trabajadores de esas empresas básicas, que hoy están cobrando el sueldo básico en sus casas.

Tres. El reconocimiento más evidente de que todo esto es un fracaso colosal, es esa afirmación de que el objetivo de este gobierno es producir, crecer y satisfacer las necesidades del pueblo. En primer lugar porque esas industrias básicas no están produciendo nada y el plantel de industrias del resto del país, tanto públicas como privadas, está en alrededor del 30 por ciento de su capacidad instalada. De manera que eso de producir no ha sido logrado en estos más de 22 años de gobierno chavista. Y si no se ha producido, mucho menos se puede haber crecido, y lo que ha habido en cambio es un retroceso bestial como lo demuestra la producción petrolera que ha caído a nivel de los años 50. Y finalmente, en medio de un desastre como este, eso de satisfacer las necesidades del pueblo suena como un chiste cruel, porque ¿Cómo se puede afirmar que se le están satisfaciendo las necesidades al pueblo, con un salario de 7 dólares mensuales y una bolsita de algunos alimentos cada dos o tres meses? Si ese va a ser su mensaje electoral, no creo que el chavismo se sienta muy animado a ir a votar masivamente de manera voluntaria.

Cuatro. Creo que es por mi edad biológica, pero con bastante frecuencia lectores, amigos, y hasta familiares, me preguntan hasta cuándo escribiré esta página semanal que ya va camino a los 40 años y a la que hace 6 años agregué BITÁCORA INDUSTRIAL de los viernes. Algunos de ellos me animan a seguir escribiendo bajo el argumento de que a mi edad, ya no puedo hacer alguna otra cosa. Cierto que ya soy de lo que llaman “juventud prolongada”, que en mi caso sería muuuuyyy prolongada, pero lo voy a seguir haciendo no por eso, sino porque lo disfruto. Lo más maravilloso de este oficio de escribidor es la conexión invisible que se establece con quienes me leen todas las semanas, desde aquel día que mi colega y amigo, Cruz Echenique, siendo sub director de Correo del Caroní, me animó a escribir una columna semanal sobre las industrias básicas. Allí comenzó todo, y mientras Dios me dé salud, aquí estaré con ustedes todas las semanas. ¡Y Gracias por leerme!

cheogomez@gmail.com

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