Semana en domingo
Dinero para mejores salarios
Todos sabemos que en este momento el país atraviesa por una severa crisis financiera, en muy buena parte provocada por las desastrosas políticas del gobierno, producto de un modelo ideológico que ha fracasado y sigue fracasando en todo el planeta. Desde el gobierno alegan que todo lo majo que está pasando es consecuencia de las sanciones norteamericanas contra Maduro. Pero lo cierto es que todo este desastre ya había comenzado mucho antes de las dichas sanciones, cuando Chávez expropió los más importantes proyectos petroleros del país, a varias de las más grandes transnacionales de esa industria. Si el país hubiera sobrepasado una producción de tres millones de barriles diarios, las sanciones no tendrían el impacto que el gobierno dice que tienen. Pongo como ejemplo el caso de Irán, que igualmente está sancionado por Estados Unidos y sin embargo sigue exportando casi dos millones de barriles de petróleo diarios. Ahora el gobierno alega que las sanciones son las culpables de que no pueda pagar mejores salarios, pero es que tampoco los pagó cuando tuvo los ingresos más altos de toda su historia, como entre los años 1999 y 2014, un lapso en el que el gobierno recibió casi un billón de dólares, a razón de casi 60 mil millones de dólares anuales. No los pagó cuando había, y ahora no los paga porque dice que no hay, pero el que siempre sale perdiendo es el venezolano, al que el salario diario no le alcanza ni siquiera para el pasaje y mucho menos para llevarse algo a la boca. Existe la posibilidad de que el país reciba 3.000 millones de dólares de fondos que están bloqueados en el exterior, porque varios países no reconocen a Maduro como presidente legítimo, pero eso se ha complicado. En principio el acuerdo entre oposición y gobierno es que una comisión de Naciones Unidas maneje esos recursos, dirigidos a programas específicos de ayuda a la población. Pero según voceros de Naciones Unidas, ese organismo está exigiendo que el gobierno interino de Guaidó presente cuentas del manejo de los varios miles de millones de dólares que recibió para la lucha por el restablecimiento de la democracia. Según algunos analistas, esta sería una exigencia estimulada desde el gobierno de Maduro, debido a que están convencidos de que esas cuentas no están claras y Guaidó y su equipo no van a poder justificar todo el dinero que han recibido y gastado.
El humor es cosa seria
En el mundo son numerosos los casos de gente del entretenimiento que incursionan en política, varios de los cuales han logrado ganar la presidencia de su país y ocupar otros altos cargos. También ha ocurrido al revés: políticos destacados, e incluso presidentes, han tenido programas en los medios, aprovechando su popularidad. En Venezuela, el primero que dio el salto del entretenimiento a la política fue Renny Ottolina, que lanzó su candidatura presidencial teniendo muy buenas cifras en las encuestas, pero falleció en un accidente aéreo cuando viajaba desde Maiquetía hacia Margarita y la avioneta se estrelló contra el cerro El Ávila, en medio de una espesa niebla. Benjamín Rausseo ya fue candidato presidencial, pero no abandonó el entretenimiento y ahora se lanza de nuevo, esta vez como precandidato en las primarias de la oposición. En este asunto muchos opinan que alguien puede ser muy bueno entreteniendo a los demás con chistes y payasadas, pero que eso no lo califica para ser presidente de un país. Pero la verdad es que tampoco la formación académica por sí sola garantiza que alguien está calificado para gobernar y mucho menos que esté asegurado el éxito en esa gestión. Hombres muy ilustrados han fracasado en el ejercicio presidencial, mientras otros sin títulos académicos más allá de bachillerato, han sido exitosos en el manejo de un país. El pueblo lo expresa de una manera directa: Hay presidentes que provocan risa por la manera como manejan un país. Rausseo, bautizado como “Conde del Guácharo” por Orlando Urdaneta y Zapata, además de humorista es abogado y empresario exitoso. Como se sabe, inscribió su nombre en las elecciones de 2006 bajo el lema “Alpargata mata bota”, pero tras varios meses de campaña, problemas de salud lo hicieron renunciar a su candidatura en octubre de ese año electoral. Hablamos muchas veces en La Posada de Johnny Sanz, y por lo que sé de él, creo que si no gana en las primarias, apoyará al que sea escogido como candidato de la oposición.
La oposición
Cuando el país entero estaba ilusionado por la posibilidad de una férrea unidad opositora, de cara a las próximas elecciones presidenciales, lo que tienen enfrente es una pelea a cuchillo y a muerte entre sus más destacados dirigentes, con el agregado de que a medida que se acercan más esas elecciones, la pelea entre ellos arrecia. Hasta hace unos meses, las diferencias internas eran más o menos disimuladas, pero ahora ninguno se guarda nada a la hora de referirse con los peores epítetos a sus adversarios. Si se fuera a juzgar por lo que cada dirigente opositor dice de los demás de su propio bando, ninguno de ellos serviría para dirigir el país tras un eventual cambio de gobierno. Eso de que ninguno sirve, dicho por ellos mismos, evidentemente está erosionando el volumen de votos de la oposición. Digo que en este momento la mejor campaña de Maduro para su reelección se la están haciendo los principales dirigentes de la oposición, ocupados más de matarse entre ellos que en luchar por unas elecciones transparentes y hacerle oposición al gobierno. Hay expertos en manejo de opinión, que están diciendo que si Maduro logra mejorar un poco los salarios va a ser difícil que en las condiciones en las que está, la oposición le gane las elecciones. Tendría que darse un cambio radical en la imagen que están proyectando los principales líderes de la oposición, para que la población opositora recobre las esperanzas de un cambio de gobierno. ¡Qué tristeza!
CUATRO
Uno. Algunos lectores me criticaron porque escribí que el gobierno podría comenzar a mejorar los salarios llevando el mínimo a 50 dólares mensuales, para luego irlo subiendo año a año hasta llegar a un nivel parecido a lo que se paga en otros países latinoamericanos, alrededor de 250 dólares. Pero es que hay que ser realistas, y en las actuales condiciones financieras de nuestro país es muy difícil que se pueda pagar más de eso. Comenzando por los tres millones de empleados del Estado, que costarían 150 millones de dólares mensuales, o 1.800 millones de dólares anuales en sueldos, más otros 450 millones en aguinaldos de fin de año, para un total de por lo menos 2.250 millones de dólares. Si como dicen algunos, el salario mínimo se fijara en 100 dólares, estaríamos hablando de 4.500 millones de dólares anuales, que ni remotamente los hay.
Dos. En una tesis de grado, geólogos chinos plantearon que el núcleo sólido de la Tierra, el que está dentro del magma, se detuvo y va a comenzar a girar al revés, es decir, en sentido contrario al que lo hace la superficie del planeta, lo que va a reducir su velocidad de rotación y los días serán más cortos en el futuro. Como si nos faltara algo para saber que el planeta está cambiando y que pudieran tener razón los adivinos que aseguran que se acerca el fin de estos tiempos. Afortunadamente varios científicos de los más destacados del mundo dicen que “esos muchachos” interpretaron mal unos datos sismológicos y que esos cambios, si los hubiera, ocurrirían a lo largo de miles de años. Casi hemos perdido del todo la capacidad de asombro y ya uno no sabe a quién creerle.
Tres. En las críticas sobre la escasez de gasolina en varios estados del país, se asegura que no hay porque el gobierno se la regala a Cuba. Pero según los expertos, lo que se sigue enviando a Cuba es crudo y no derivados. Y en todo caso, las necesidades de Cuba son unos 50 mil barriles diarios de petróleo, lo que no afectaría para nada el abastecimiento de nuestras refinerías. Lo que sí creo que se manda de vez en cuando, es gasoil, aunque no hay cifras oficiales de Pdvsa al respecto.
Cuatro. La verdad que es difícil entender, e intentar explicar, lo que está ocurriendo en el desempeño económico del país, porque mientras una parte de la población tiene graves carencias de todo tipo, hay otra parte que dispone de recursos para vivir como si aquí todo estuviera normal, e incluso mejor que muchos países del vecindario. Se habla de una “burbuja económica”, pero si es así, se trataría de una tremenda burbuja, porque hay que ver la cantidad de grandes construcciones en varias ciudades, con los restaurantes más lujosos totalmente llenos y los centros comerciales repletos de gente comprando y pagando con dólares. Esto merece un análisis más detallado, porque ya no se puede seguir hablando de burbujas. Si el gobierno no tiene recursos para inversión y los bancos no están dando créditos, aquí tiene que ser que están llegando grandes capitales desde el exterior, de venezolanos o extranjeros, pero de algún lado tienen que estar saliendo estas grandes inversiones, que son las que están moviendo una especie de economía underground, pero que está teniendo efectos en buena parte de la población.
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