Semana en domingo
Opep da leñazo a la economía mundial
El recorte de la producción de petróleo decidido esta semana por la Opep Plus, liderada por Arabia Saudita y Rusia, va a ser muy probablemente el último empujón que faltaba para que la economía mundial se termine de desbarrancar hacia una nueva recesión, cuando todavía no se había terminado de recuperar del todo de los efectos de la pandemia y del reciente impacto de la invasión a Ucrania. No hace falta ser un experto en geopolítica y economía mundial, para concluir que esta decisión es un espaldarazo a Putin y una bofetada a las economías occidentales. Arabia Saudita y Rusia quieren agregarle unos 15 dólares a cada barril que vendan, y nos les importa que ello se logre exponiendo al mundo a una recesión económica, tal como lo vienen advirtiendo desde hace meses los más destacados economistas y agencias internacionales. Todos los analistas coinciden en que si ya hay peligro de recesión mundial con un barril de petróleo cercano a 90 dólares, es evidente que ese peligro será mayor si el crudo vuelve a estar por encima de 100 dólares. La consultora KPMG hizo una encuesta entre los CEO de 400 corporaciones norteamericanas con utilidades anuales sobre 500 millones de dólares, y el 91 por ciento de ellos no solo esperan una recesión el próximo año, sino que ya tienen preparados programas de reducción de personal y otros gastos, así como para postergar todos los proyectos de nuevas inversiones. 80 por ciento cree que esa recesión afectará la economía por los próximos tres años y solo el 20 por ciento piensa que los efectos serían leves y breves. Varias agencias internacionales aseguran que la recesión tendrá efectos muy duros en los países de la alianza europea y que la segunda economía mundial, China, también se verá afectada, lo que reducirá el consumo mundial de petróleo y los primeros golpeados serán los países que hoy han decidido reducir la producción, aumentar el precio, y acelerar la marcha hacia una gran recesión de la economía mundial. En medio de una recesión mundial, los productores petroleros que hoy celebran juntos el aumento de precios, mañana podrían estar disputándose con uñas y dientes el menguado mercado de consumidores. Y además del efecto negativo que este aumento de precios tiene para la economía mundial, adicionalmente significará un aumento de los ingresos de Rusia por sus exportaciones petroleras, lo que en la práctica es un apoyo a la invasión de Ucrania. Para los analistas es incomprensible que Arabia Saudita, un país que tiene a Estados Unidos como su principal aliado, haya terminado colocándose del lado de Rusia, aún sabiendo el impacto que para los norteamericanos tendrá un nuevo aumento de la gasolina. Estados Unidos es casi único abastecedor de armas para los sauditas y el poderoso aliado que hasta ahora le ha defendido de la amenaza iraní. Con este recorte de dos millones de barriles diarios decidido por la Opep Plus, en una semana el barril del marcador West Texas subió 12 dólares, en Brent 10 dólares, el barril de gasolina subió 26 y el de gasoil 42 para llegar a 200 dólares.
Se disipa el futuro industrial de Guayana
Los proyectos de recuperación del gran potencial industrial de Guayana, son como las nubes que anuncian lluvias, pero son llevadas por el viento sin dejar caer ni una sola gota de agua. Los proyectos se suceden sin fin, uno tras otro, por décadas, mientras los galpones industriales van desapareciendo y lo que quedan son restos de lo que fue uno de los clúster industriales más importantes del continente y del mundo. Ya lo del aluminio parece cerrado de manera definitiva, con lo poco que puedan producir Venalum, Bauxiven y en todo caso Carbonorca, pero por debajo del 25 por ciento de su capacidad instalada. Muchos expertos consideran mejor las posibilidades de recuperación de Ferrominera y Sidor, pero esto tampoco termina de concretarse. En el caso de Sidor, se acaban de señalar buenas posibilidades con una alianza con capitales y empresas mexicanas, pero pasan las semanas y nada se precisa al respecto. Las versiones que se conocen son extraoficiales, pero muchas de ellas señalan que los técnicos aztecas no estarían seguros de la garantía de suministro eléctrico y de gas, indispensables para decidir la inversión necesaria para el proyecto. Cada mes se habla menos de los proyectos para las industrias básicas de Guayana y ya para muchos guayaneses, sobre todo jóvenes, el gran potencial industrial es algo desconocido. En estos días, sentí tristeza al hablar con unos jóvenes, hijos de un veterano técnico de Ferrominera, quienes consideran que fue un error de su padre haber construido una familia aquí. “Habría sido preferible que con su gran preparación profesional, se hubiera establecido en otra ciudad o en otro país, porque ahora él ya no está, nosotros no tenemos trabajo ni futuro aquí y la casa familiar, que es su única herencia, no vale nada”. Me quedé callado, pero me provocó decirles que su padre hizo profesionales universitarios a los tres hijos, les dio un hogar que es mucho más importante que la vivienda físio su valor, y que ahora son ellos los que tienen que abrirse su propio futuro, aquí o en donde sea. Según estos muchachos, todo el desarrollo industrial de Guayana fue un esfuerzo inútil. Y me temo que muchos otros jóvenes estarán pensando igual. Y es que hay que reconocer que a diferencia de otras ciudades, aquí la economía depende casi en su cien por ciento, de la CVG y las industrias básicas, sobre todo de Sidor. Ciudad Guayana nació como apéndice de las industrias básicas, y quedo atada de manera umbilical a ellas. Todo lo que pasa en el sector industrial local, se refleja de manera inmediata y directa en la economía de la ciudad. Hasta hace unos años, el comercio de la ciudad estallaba con el aumento de las ventas, cuando los 40 y tantos miles de trabajadores de todo el sector industrial, cobraba sus prestaciones de fin de año. Cálculos hechos en algunos años, estimaban que a la calle salía por lo menos el equivalente en bolívares de 500 millones de dólares. Y el efecto era mayor, porque los trabajadores no tenían que gastar nada comprando regalos navideños para sus hijos, que por contrato colectivo tenían que dárselos las industrias de la CVG. Las tiendas agotaban sus inventarios en pocos días, no había cupo en los aviones ni en los restaurantes. Pero muchos jóvenes no vivieron esa época, y por eso para ellos la recuperación de las industrias básicas no figura entre sus primeras prioridades. Se entiende, aunque es lastimoso.
Precios internacionales (TM US$)
Oro onza (1.661) 1.695
Aluminio (2.197) 2.347
Premium AL + (346) 420
Aleación AL (1.760) 1.760
Chatarra AL (1.632) 1.656
Alúmina (351) 320
Hierro (98,42) 95,62
Acero chatarra (362) 363
Acero USA (787) 735
Acero China (572) 588
Cabillas (672) 682
Mercados petroleros (barril, US$)
Vzla. (80,03) 80,03
Opep (89,81) 92,29
WTI (79,58) 92,64
Brent (87,90) 97,92
Gasolina (247) 273
Gasoil (158) 200
CUATRO
Uno. La agencia Bloomberg mantiene de manera permanente su lista de los más ricos del mundo. Esta semana tiene en el primer lugar a Elon Musk, dueño de Tesla, con un patrimonio de 247.000 millones de dólares. Detrás de él está Jeff Bezos, dueño de Amazon, con 152 mil millones y el tercer lugar subió hace pocos días el empresario indio Gautam Adani, con 143 mil millones. Bernard Arnault, que tiene una firma de artículos de lujo, está de cuarto con 137 mil millones, y dejaron de quinto a un “limpio” como Bill Gates, fundador de Microsoft, que solo tiene 116 mil millones de dólares. Entre los cinco suman casi 800 mil millones de dólares, que superan las reservas internacionales de Arabia Saudita y la suma de las reservas de más de cien pequeñas naciones.
Dos. Según expertos de la industria ensambladora, en seis años los automóviles eléctricos podrían estar costando menos que los a gasolina y en el 2035 podrían ser el 100 por ciento de los vehículos nuevos vendidos en algunos países de Europa. Según estos expertos, hacia finales de 2025 los precios de ambos se podrían estar igualando en torno a 24.000 dólares, pero a partir de allí la diferencia irá siendo mayor a favor de los eléctricos. En 2020, el precio de un automóvil eléctrico rondaba los 40.000 dólares.
Tres. La inyección de dinero al público, como bono bolivariano, aguinaldo, o cualquier otro motivo, provoca un efecto de anestesia política, por lo menos de manera temporal. Mientras haya algo para gastar y disfrutar, la gente se olvida de los problemas por un tiempo. Pero como dicen, se trata de un caramelo envenenado, porque esa inyección al circulante provoca inflación, que la terminamos pagando todos. La gente prefiere disfrutarlo, aunque en el fondo sepa que se trata de algo pasajero. Creo que eso no se puede criticar, porque es como un remanso, en medio del torbellino diario.
Cuatro. Nunca lo había hecho antes, pero hoy quiere apelar a la solidaridad para con el colega Clemente Scotto Cabrices, que está enfrentando problemas con su salud y requiere de un trasplante de riñón, que tendría que hacérselo en Brasil. Clemente necesita reunir los fondos necesarios para esa intervención y por ello los invito a ayudarlo. Gracias en su nombre, a todos los que puedan hacerlo. Los datos están en varios sitios en las redes sociales.
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