Semana en domingo

“Aquellos polvos trajeron estos lodos”
Ningún país, ningún gobierno y ninguna persona, pueden actuar hoy en la economía mundial pretendiendo burlar las reglas del juego, porque tarde o temprano, lo que se hizo mal traerá consecuencias. Por todo ello no puedo entender cómo fue posible que alguien pudiera pensar que las expropiaciones no iban a tener consecuencias, como las están teniendo. La realidad actual es que el país no puede cargar con los pagos que los tribunales internacionales han decidido como indemnización por las expropiaciones, incluyendo esta última sentencia del CIADI, que tiene un monto de 10.000 millones de dólares para Conoco. Se podrían lograr algunas rebajas, pero el monto global oscila entre 20 y 30 mil millones de dólares, que no es precisamente concha de ajo, sobre todo para un país con una economía tan golpeada, como el nuestro. Tal como estamos en este momento, esa suma es impagable. Y además se convierte en un collar de bolas criollas para cuando podamos comenzar la recuperación de la economía del país. Y cuando digo impagable, me refiero a nuestras posibilidades financieras, pero es obvio que se trata de una deuda que no nos vamos a quitar de encima en mucho tiempo y que habrá que arreglar de alguna manera para que podamos restablecer la normalidad en nuestras relaciones económicas con el resto del mundo. Es muy probable que arreglar esos pasivos financieros se convierta en una especie de requisito previo para traer de nuevo a las grandes empresas petroleras del mundo, y que podamos recuperar la producción en nuestros yacimientos. En otras áreas puede que lo que se haga, bien o mal, no tenga consecuencias, pero en economía, lo que se haga mal, se paga y la mayoría de las veces el daño crece exponencialmente con el tiempo.

Hechos, más que palabras
Se acaba de instalar el enésimo “órgano superior” para dirigir la recuperación del sector industrial de Guayana. Uno en este asunto tiene que desear que sea exitoso porque de ello depende a su vez la recuperación de la economía regional, pero al mismo tiempo hay que decir que ya se ha perdido la cuenta de los comités, consejos, comisiones, equipos técnicos, asesores y cualquier cantidad de organismos que han sido creados con la misma finalidad a lo largo de los 23 años de gobierno chavista y madurista, sin que se haya podido alcanzar el objetivo. El problema en todos los casos fallidos ha sido el mismo: se elaboran planes pero no se aportan los recursos financieros para llevarlos a cabo, y todo queda en proyectos. La solución no es otra que buscar quien aporte esos recursos ya que el gobierno no los tiene, pero eso, que pudiera parecer lo más lógico, se estrella frente a las gríngolas ideológicas que consideran que el capital es el adversario al que hay que destruir. Sin embargo, todo pareciera indicar que en estos últimos meses en el gobierno hay la intención de crear las condiciones favorables a la inversión extranjera, pero se dan pasos tímidos y en algunos casos, como en el oro, es uno hacia adelante y dos o tres para atrás. Uno no entiende las dudas que al respecto pudiera haber en un gobierno socialista, porque a la vista de todos está el ejemplo de China, que siendo un gobierno comunista, se dejó de tonterías y se abrió a la inversión privada, nacional y extranjera, y en 40 años está a la cabeza de la economía mundial, al mismo nivel que Estados Unidos. ¿Qué van a seguir esperando que ocurra, para decidirse y arrancar de verdad con la recuperación del gran potencial industrial de Guayana?

El contrato con Siemens
Parece un hecho el contrato del gobierno a la Siemens para reparar plantas eléctricas en Venezuela, luego que el gobierno de Estados Unidos le otorgó a esa empresa alemana una exención en las sanciones, para que realice esa tarea. La exención establece como condición que solo podrá reparar plantas y equipos ya existentes, por lo que no podrá instalar nuevos generadores. No se ha revelado el monto del contrato con la empresa alemana, pero desde el gobierno han dicho que hay un proyecto para invertir 1.500 millones de dólares hasta 2025, para recuperar 9.000 megavatios del potencial de generación hidráulico y térmico con el que cuenta el país, cercano a los 34.000 megavatios. Aunque no se han precisado los detalles del contrato, algunos expertos sostienen que se trata de reparar las plantas termoeléctricas que abastecen a la Gran Caracas y la región central del país, lo que sería un primer paso para aliviar la dependencia del sistema hidroeléctrico del Caroní, y posteriormente poder reparar esos generadores. Aunque el país cuenta con equipos más que suficientes para generar la electricidad que necesita, por diversos problemas técnicos resulta difícil poder abastecer el consumo y las fallas son permanentes. Según lo que se ha podido conocer del convenio, la Siemens también trabajaría en mejorar los generadores eléctricos de Pdvsa, para reducir su dependencia del sistema interconectado nacional y evitar que las frecuentes fallas eléctricas repercutan de manera negativa en su capacidad de producción de petróleo. Está bien que se busquen empresas calificadas para recuperar las plantas termoeléctricas, pero para las centrales hidroeléctricas el gobierno debería decidirse a traer a empresas japonesas, como Hitachi, de las que montaron esas plantas, para garantizar que hagan un buen trabajo.

Precios internacionales (TM US$)
Oro onza (1.759) 1.699
Aluminio (2.403) 2.295
Premium AL + (587) 420
Aleación AL (1.760) 1.760
Chatarra AL (1.834) 1.796
Alúmina (330) 328
Hierro (106,05) 96,29
Acero chatarra (362) 362
Acero USA (802) 790
Acero China (620) 588
Cabillas (641) 650
Mercados petroleros (barril, US$)
Vzla. (84,72) 84,72
Opep 98,22) 101,04
WTI (90,77) 87,08
Brent (95,95) 93,24
Gasolina (301) 290
Gasoil (172) 174

CUATRO
Uno. Es incomprensible que a estas alturas la oposición no esté amalgamada en una unidad indestructible, como lo reclama el drama político en el que estamos inmersos desde hace más de 20 años. Las actuaciones de algunos líderes opositores parecieran mandadas desde el gobierno, para entorpecer cualquier posibilidad de tener un candidato único para las próximas elecciones presidenciales. Mientras en el chavismo nadie discute que el candidato es Maduro, en la oposición sigue creciendo el montón, que ya anda cercano a la treintena. Y en estos días, como si algo le faltara a este sainete, algunos políticos están lanzando a Guaidó como candidato de consenso, por supuesto sin necesidad de primarias. Plantear la posibilidad de que Guaidó sea candidato sin contarse en las primarias, es ponerle una bomba a la línea de flotación de cualquier chance de triunfo de la oposición. No es que Guaidó no tenga derecho a aspirar, pero si quiere ser candidato, tendrá que ganar las primarias.

Dos. Me dicen que el tema espinoso en las negociaciones que se han hecho para una posible reactivación de Sidor, es lo que se hará con su nómina, porque todos los empresarios a los que se les ha planteado el proyecto, consideran que pueden operar perfectamente la planta con la mitad del personal actual. Eso incluye a los empresarios mexicanos, tal como me contaron que lo expresaron en privado varios de los diputados de ese país que visitaron Sidor recientemente. Hay acerías en el mundo, que producen cuatro millones de toneladas anuales con 3.000 trabajadores, lo que en algunas de ellas incluye a los que operan las plantas eléctricas.

Tres. Algunos lectores me dicen que estoy obsesionado con el tema del Covid, porque sigo haciendo llamados a mantener las medidas de protección personal y así reducir el riesgo de contagio. Pero es que el peligro no ha pasado y como ejemplo está el caso de Chengdu, en China, cuya población de 20 millones de habitantes acaba de ser confinada por un rebrote de Covid 19. Y lo más preocupante es que la gran mayoría de esa población tiene varias dosis de vacunas y sin embargo se enferma del coronavirus. Esto no se ha terminado.

Cuatro. A juicio de numerosos expertos, el BCV no podrá seguir por mucho tiempo inyectándole dólares a la economía, para tratar de contener la subida de su precio, mientras al mismo tiempo el gobierno sigue introduciendo grandes masas de bolívares al circulante. Todos coinciden en que en el gobierno siguen actuando bajo la presunción errada de que lo monetario es una causa, cuando en realidad es la salud de la economía la que determine la marcha de lo monetario y financiero. En otras palabras, no es posible resolver un problema monetario actuando solo sobre el valor de una divisa, o en su paridad con la moneda nacional. El problema de fondo es la economía, y es en ella desde donde se puede resolver el problema de la devaluación y el valor del dólar.

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