Opinión

Semana en domingo

Lo mejor para el gobierno sería dejar que la economía se mueva por sí sola, porque se está recuperando, sin que tenga que hacer ninguna inversión extraordinaria, salvo los dólares que vende todas las semanas,
domingo, 03 abril 2022

El dólar
Durante años el gobierno hizo lo imposible para impedir que el dólar ganara terreno al bolívar como medio de pago en el país. Fracasaron todas las medidas y políticas que aplicó, que en cambio provocaron hiperinflación, devaluación milmillonaria del bolívar, y atraso económico. Tras 20 años de batalla monetaria, el pueblo comenzó a mover dólares, y poco a poco logró imponer una dolarización gradual de la economía, que detuvo la inflación y estabilizó los precios y el valor de nuestra moneda. Sin embargo, el gobierno sigue considerando que el dólar es una especie de símbolo del mundo capitalista, y hace todo lo posible para frenarlo, lo que en la práctica es un suicidio económico, porque fue el dólar el que le resolvió la crisis financiera contra la que no había podido hace nada. Lo mejor para el gobierno sería dejar que la economía se mueva por sí sola, porque se está recuperando, sin que tenga que hacer ninguna inversión extraordinaria, salvo los dólares que vende todas las semanas, que tampoco es en una cantidad que lo vaya a llevar a la quiebra. Con el aumento de los ingresos petroleros, y el fuerte impulso propio de la iniciativa privada, el gobierno debería dejar que la economía fluya con la mayor libertad posible. Siempre recuerdo que el mejor ejemplo es el gobierno comunista de China, que entendió que las necesidades del pueblo no puede ser una carga para el Estado, y que por eso tenía que dejarse ayudar por la economía privada, como en efecto lo hizo y ahora está disputando el primer lugar como potencia económica mundial. Por cierto, China vende mucho en Venezuela, pero todos sus clientes le pagan con dólares norteamericanos, y casi todas sus reservas financieras internacionales, están en papeles de la Reserva Federal de Estados Unidos. El dólar es la moneda mundial, y mucho más ahora con la debacle del rublo.

Un mundo distinto, y mejor
Muy contento por los mensajes que recibí, en relación con mis reflexiones sobre las deficiencias de la organización social y geográfica que se ha dado el ser humano y que nos está llevando a una crisis existencial, que nos debería servir para hacer las reformas necesarias y tener un mundo mejor. Las crisis financieras, luego la pandemia, y ahora la masacre que hace Putin con Ucrania, provocan angustia acerca de lo que pudiera ser el mundo del futuro, si los seres humanos no hacen las correcciones necesarias. Si alguien puede decidir y realizar la invasión de otro país, valiéndose de su superior poderío militar, quiere decir que algo anda muy mal en la manera en la que nos hemos organizado como humanidad. Me alegra que no sea yo el único que siente preocupación por esto que está ocurriendo. Lo de Ucrania ha desvelado la absoluta inutilidad de la Organización de Naciones Unidas, que no es otra cosa que un gran foro de hipocresía y vanidades, en donde se dice lo que no se hace, y se hace lo que nadie dice. Probablemente sea porque el mundo del momento en el que se creó, ya no existe, y hace falta otro organismo, que realmente responda a la realidad actual. Pero definitivamente, las cosas como están, no están bien. La tragedia de Ucrania no puede ocurrir en vano, y de allí tiene que salir el impulso inicial para buscar una mejor manera de organizarnos, como los seres superiores que supuestamente somos entre los animales que pueblan la Tierra. Los líderes del mundo hablan de convertir a Putin en un paria internacional, pero ya el daño está hecho, y ningún castigo que se le imponga va a compensar la tragedia del pueblo ucraniano. Lo que hay que hacer es establecer mecanismos que impidan de manera absoluta que algo como esto pueda volver a ocurrir. De no ser así, mucho me temo que en cualquier momento se puede desatar el infierno nuclear, que pudiera marcar el fin de nuestra especie.

CUATRO
Uno. Es increíble que haya quienes se alegran con las versiones, no confirmadas, de que las unidades de Guri están trabajando al 50 por ciento de su capacidad instalada, que fue de 10.000 megavatios. Deberíamos más bien desear que eso no sea así, porque si llegara a fallar Guri, todos sufriríamos las consecuencias. Maduro no se va a ir porque falle la electricidad, pero los que sí vamos a pasar trabajo somos los ciudadanos de a pie, que no tenemos cómo generar electricidad pero la necesitamos para nuestra vida. No he logrado precisar cuánto está generando Guri, pero en todo caso, las centrales del Bajo Caroní, están mandando para el resto del país más de 8.000 megavatios, según lo que me han comentado técnicos de generación de lo que ayer fue Edelca y hoy es Corpoelec.

Dos. Por lo que hemos visto en los medios internacionales, China está haciendo grandes esfuerzos para mantener su apoyo, diplomático hasta ahora, a Rusia, pero de una manera tal que no le eche a perder sus negocios con Europa, Estados Unidos, y el resto de los países que condenan la invasión a Ucrania. No en balde China ha sido llamada la fábrica del mundo, pero como toda fábrica, necesita vender sus productos, para lo cual está obligada a mantener buenas relaciones con sus clientes. Una Rusia en vías a la quiebra por las sanciones de Occidente, no es un buen cliente para China, y para remate el de Putin, no es precisamente un gobierno comunista ni nada que se le parezca, como para que Beijing se arriesgue a apoyarlo de manera abierta, con armas y financiamiento.

Tres. Varios países, entre ellos China, Japón y Gran Bretaña, están pagando las consecuencias de haber levantado antes de tiempo las medidas de protección contra el covid-19. Ahora tienen un rebrote masivo, incluyendo parte de la población que ya estaba vacunada. Y lo peor es que esta nueva ola de contagios está afectando más a los de edad avanzada, lo que aumentó el porcentaje de muertos entre los enfermos y asimismo la ocupación en las unidades de cuidado intensivo. Como siempre digo, esta pandemia no ha pasado, aunque la gente actúa como si ya no existiera peligro de contagio.

Cuatro. El gobierno tuvo que decretar una vacatio legis de 30 días, para que entre en vigor el impuesto a las transacciones con divisas, como el dólar y el euro. Todo parece indicar que no tenían claro, el mecanismo necesario para su eficiente aplicación, ni cómo evitar que el nuevo impuesto peche a las pequeñas transacciones, como el pago de compras menores en el comercio. Concebido inicialmente como una manera de pechar las grandes transacciones que se hacen en dólares o euros, este nuevo impuesto abarca también el pago que se hace en compras menores. En lugar de gravar los movimientos de los grandes inversionistas, el nuevo impuesto termina afectando al pueblo, que de alguna manera se defiende de la crisis económica, manejando algunos pocos dólares mensuales. No lo tengo confirmado, pero por las redes se dice que no está prohibido que los comerciantes le compren los dólares a sus clientes, y luego paguen en caja con su propia tarjeta de débito, en bolívares. Sería reciclar sus bolívares, pero de esa manera se evita el pago del 3 por ciento adicional. No creo que el gobierno lo vaya a permitir.

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