Semana en domingo
Notas de la pandemia
Por lo que se ha podido determinar de la cepa Ómicron, del Covid 19, se trata de una variante más contagiosa pero menos virulenta, a diferencia por ejemplo de otras cepas anteriores, que eran más letales. Hasta este jueves, en el país no se había informado de ningún paciente contagiado con esta nueva cepa, pero las autoridades sanitarias dicen que se mantienen alerta ante la posibilidad de que aparezca algún contagio, con la finalidad de aislarlo lo más rápido posible, para evitar que se extienda. Algunos médicos están diciendo que es probable que esta cepa menos virulenta signifique que de alguna manera las olas de la pandemia están perdiendo fuerza, o los seres humanos tienen mejores defensas frente al Covid, por inmunidad propia, o generada por las vacunas. En los inicios de la cepa Ómicron hubo alarma mundial por la velocidad con la que se expandía de un país a otro, y dentro de cada país, pero a medida que pasaron las semanas se pudo determinar que los efectos de la enfermedad eran leves, y el número de muertos insignificante en comparación con otras cepas.
Las mascarillas han tenido también el impacto positivo de la moda, incluso por parte de destacados diseñadores de ropa. Por lo que he visto, lo que más usan las mujeres, es una cubierta de tela que se colocan sobre la mascarilla desechable, que hace juego con la ropa que llevan puesta, o es de la misma tela de la blusa, o de la chaqueta. En estos días, estando en Lecherías, pude ver a una señora con sus dos hijas, luciendo todas unas mascarillas, de la misma tela del pañuelo que llevaban en la cabeza. Una belleza, que revela cómo un problema tan grave como esta pandemia, sirve también para alegrarnos un poco la vida, y la vista por supuesto.
Estaba haciendo una lista de lo que por las redes sociales han recomendado para prevenir o tratar el Covid. La suspendí porque en un momento determinado me pareció que ya la cosa era como mamadera de gallo. Infusiones de hojas de Guayaba, eucalipto, mango, lechosa, naranja, limón; ajo crudo con leche, agua caliente con limón, pimienta y miel; inhalaciones de vapor de agua con eucalipto, con limón, Vick VapoRub, alcohol y de todas las hojas que mencioné. De las medicinas la lista es interminable. Lo más recomendable es buscar asistencia de un médico, antes que ponerse a inventar con las recomendaciones de las redes, que muchas veces provienen de personas que no están capacitadas para esa tarea tan delicada, pero lo hacen como si fueran inmunólogos.
Buen ambiente navideño
Por el movimiento que se observa en todas las ciudades del país, la población se soltó a intentar celebrar navidad y año nuevo de la mejor manera posible, con lo que se tenga. Es como una válvula que estaba cerrada, y al abrirla suelta todo lo que estaba conteniendo. Y es que estábamos soportando varias crisis de manera simultánea, en lo político, social y económico, y como si faltara algo, llegó la pandemia, como la tapa del frasco. Por eso creo que esta navidad es como una brisita fresca para refrescar el espíritu tan golpeado en estos años. Ya llegará enero para sumergirnos de nuevo en la cruda realidad. Y como en años anteriores las navidades fueron casi que tristes, este ambiente nos luce como amplificado y con mucha alegría. La otra señal es el aumento de adornos en las calles, establecimientos comerciales, casas y edificios. Realmente hacía años que no se veía tanta iluminación navideña. Ni el Covid pudo frenar el ambiente navideño, aunque hay que pensar también en las familias que perdieron a alguno de sus integrantes, víctima de esta enfermedad. Pero no queda otro camino que seguir adelante.
Un nuevo año
Para quienes seguimos aquí y no tenemos planes inmediatos de irnos del país, no queda otra opción que trazarnos metas y trabajar para cumplirlas. Creo en la afirmación de que un ser humano sin metas personales, existe, pero no vive. Siempre digo que no podemos quedarnos de brazos cruzados, esperando que cambie el gobierno para iniciar proyectos. Si decidimos quedarnos, es para hacer algo productivo. Si vamos a estar aquí sin hacer nada, por negativa a trabajar mientras siga este gobierno, creo que entonces es preferible intentar la vida en otro país. Pero para pasar trabajo y “roncha” en otros países, creo preferible hacerlo aquí. No creo que sea una vida mejor, estar en campamentos de carpas en otros países, viviendo de la caridad internacional, y sometidos a toda clase de vejaciones por parte de la población local. No digo que vivir aquí sea precisamente un mar de felicidad, pero en muchos aspectos, quienes aún vivimos aquí estamos mejor que buena parte de quienes se fueron buscando una mejor vida, sin saber lo que les esperaba afuera. Por eso muchos compatriotas se montan en los aviones que dispone el gobierno, para regresar al país después de las amargas experiencias que sufrieron en el exterior.
Retomar el diálogo
Después de todo lo que hemos tenido que vivir y sufrir en los últimos 22 años, no hay duda que la única vía que queda para intentar superar esta crisis, es el diálogo entre la oposición y el gobierno. Desde la oposición se ha intentado todo, dentro y fuera de la Constitución, y no se ha logrado forzar un cambio de gobierno. El apoyo internacional a Guaidó, que en su momento significó una posibilidad real hacia una transición, se ha ido debilitando, sobre todo por las disidencias internas de la oposición y de su propio grupo. Habría que intentar reponer el diálogo de México, con objetivos concretos para resolver la crisis que afecta a todos los venezolanos. Ir avanzando paso a paso hacia la meta de lograr el restablecimiento de una democracia plena, con la renovación de todos los poderes del Estado. Pero para eso es indispensable aceptar el hecho de que una parte del país apoya el modelo chavista y que eso no se va a poder borrar de la noche a la mañana. Los dirigentes de los dos bandos necesitan ponerse de acuerdo, porque son minoría frente a las grandes mayorías que quieren un cambio y están rechazando ambos modelos, es decir no quieren regresar al pasado de la IV República, pero también rechazan al gobierno y el sistema actual.
CUATRO
Uno. Estoy trabajando para que sobre finales de enero esté en You Tube mi programa Bitácora Industrial TV, más o menos con el mismo formato del que tuve en Orinoco TV. Uno de los objetivos centrales es mostrar todos los argumentos a favor de que Guayana sigue teniendo futuro como potencia industrial, tesis que tengo años sosteniendo.
Dos. Se me ocurrió criticar el secuestro por naves de guerra de Estados Unidos, de buques cisterna cargados con petróleo comprado por Venezuela a Irán, y algunos lectores me han dicho de todo, argumentando que eso es defender a Maduro. Menos mal que lo que escribo queda registrado, y no dije que el dinero de la venta de ese crudo se lo deberían entregar al gobierno de Maduro. Escribí bien claro que debería haber sido empleado para resolver alguna necesidad del pueblo venezolano y que, en todo caso, si no reconocen a Maduro, deberían entonces haber escuchado la opinión de Guaidó, acerca del mejor destino para ese dinero. Opino que Estados Unidos no puede incautar bienes de otros países, a su libre capricho, y mucho menos decidir venderlos y de una vez disponer del dinero, sin que para ello medie alguna decisión de los tribunales internacionales. Para mí, eso es simple y llanamente un acto de piratería marítima, al mejor estilo de Sir Henry Morgan.
Tres. Me preocupa el anuncio del gobierno, de que va a implantar medidas este nuevo año para reforzar el valor del bolívar como moneda nacional. Es que los especialistas de materia monetaria enseñan que el valor de una moneda está en relación directa con la estabilidad económica de ese país. En la medida que aumenta la producción, se refuerza la moneda nacional. Y el otro problema grave, es la continua emisión de dinero inorgánico por parte del gobierno, lo que es un serrucho en las patas del bolívar. El que recibe un pago en bolívares, lo primero que hace es salir corriendo a comprar dólares o euros, porque no confía en una moneda de la que el gobierno pone a circular millones y millones todas las semanas, sin que ello sea producto del trabajo. Cada vez que el gobierno ha intentado reforzar artificialmente el valor del bolívar, el resultado ha sido nefasto. Y ya llevan 14 ceros menos, intentándolo.
Cuatro. Esta es mi última página de este año, para descansar y disfrutar durante navidad y año nuevo, junto a la familia. Regresaré con Bitácora Industrial el 7 de enero y Semana en Domingo, el día 9. Les deseo a todos, la mejor navidad posible. Cuídense mucho que el coronavirus anda suelto y no va descansar porque sea navidad. Un abrazo cordial a todos mis amigos y a mis lectores..
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