Semana en domingo
Notas de la pandemia
Muy tranquilizador que los expertos de la Organización Europea de la Salud, estén afirmando que hasta el momento, la cepa Omicron no ha provocado muertes en esos países y que la enfermedad se manifiesta con síntomas leves. Las investigaciones siguen adelante, pero por ahora esa nueva cepa, que se detectó por primera vez en Australia, no tiene la virulencia de otras variantes anteriores. De todas maneras, varios laboratorios científicos en todo el mundo, están trabajando en el desarrollo de una vacuna que inmunice contra esta otra cepa. Algunos países suramericanos han detectado enfermos con la variedad Omicron, pero afortunadamente no ha aparecido ningún contagiado en nuestro país.
Destacados expertos mundiales están comenzando a plantear la posibilidad de que la gente se vacune cada ocho meses, para mantener buenas defensas contra el coronavirus, y que los laboratorios vayan mejorando cada sucesiva vacuna, a la par de la aparición de nuevas cepas. Esto confirma lo que dicen los especialistas desde hace dos años, que el Covid 19 se va a quedar bastante tiempo entre nosotros, y que más nos vale que nos acostumbremos a las medidas de protección personal. Pero para vacunar a la población cada ocho meses tendríamos que contar con un suministro permanente de vacunas y eso no va a ser fácil, con una población mundial de casi 8 mil millones de seres humanos. En nuestro país por ejemplo, llegó la primera dosis de la vacuna rusa Sputnik, y todavía estamos esperando la segunda dosis, en cantidades suficientes para todos los que recibieron la primera. Mucha gente tuvo que cambiarse a la vacuna china para completar las dos dosis. Si tenemos que vacunarnos cada ocho meses, el gobierno ya debería estar gestionando lo necesario para traerlas el país con tiempo y en cantidad suficiente.
Circuló la versión de que el gobierno había autorizado la traída al país, y aplicación, de vacunas desarrolladas por laboratorios de países occidentales, aunque hasta el momento eso no se ha concretado. Pero aparte de la autorización del gobierno, también tendría que ser garantizada la cadena de frío que requieren esas vacunas, que en algún caso pasa de los 50 grados bajo cero. Eso no es fácil, y si ese frío no se mantiene, la vacuna pierde su efectividad. ¿Quién se va a encargar de cuidar que eso se cumpla como debe ser?
Tragedia humanitaria
El masivo éxodo de venezolanos al exterior está tomando carácter de una verdadera tragedia humanitaria. Según varias agencias que monitorean y atienden a los refugiados en todo el mundo, en países de América Latina y el Caribe ya hay 8,9 millones de venezolanos, la mayoría de los cuales necesitan asistencia humanitaria para sobrevivir. La agencia de Naciones Unidas para los refugiados, ACNUR, y otras agencias asociadas, están solicitando 1.790 millones de dólares, para prestar asistencia el año próximo a los venezolanos que han emigrado al exterior. Según los especialistas en esta materia, para el año próximo esta cifra podría llegar a 9,5 millones de venezolanos que se han ido a otros países de América Latina, sin contar los que están en Estados Unidos y Canadá, o regados en todos los países de Europa.
Incautación de petróleo de Venezuela
En varios aspectos, las sanciones de Estados Unidos contra el gobierno de Maduro, no solo no lo afectan para nada, sino que perjudican al país entero y de manera particular al pueblo. Eso fue lo que pasó esta semana, con la captura por buques de guerra de Estados Unidos, de un buque petrolero en el Mar Arábigo, que traía más de un millón de barriles de crudo liviano, comprado por Venezuela para alivianar los crudos pesados de la faja y poderlos vender en el exterior. Como se sabe, esas pocas exportaciones de Pdvsa son el único ingreso del país. Ya ha habido incautaciones anteriores, pero esta semana fue un buque con 1,1 millones de barriles, que valen 26.681.000 dólares, que Estados Unidos decidió que serán destinados a la ayuda a víctimas del terrorismo internacional. Ese petróleo había sido comprado por Venezuela a Irán, por lo que ya era propiedad de Venezuela, aunque Estados Unidos alega que se trata de un crudo iraní, y por tanto blanco de las sanciones contra ese país. Si el petróleo es venezolano, aunque no reconozcan a Maduro como presidente, esos 26 millones de dólares debieron ser invertidos en algo que beneficie de manera directa al pueblo venezolano, o en todo caso escuchar la opinión de Guaidó, sobre las necesidades más urgentes, que pudieran ser aliviadas con ese dinero. Aunque yo sea de oposición, no puede considerar legítimo que Estados Unidos se apropie de un petróleo que es de Venezuela, lo venda, y disponga de ese dinero, habiendo tantas necesidades insatisfechas que perjudican al pueblo venezolano.
CUATRO
Uno. El gobierno está anunciando medidas que se adoptarán el año próximo, “para asegurar el valor del bolívar como moneda nacional”. Eso es lo que han estado intentando hace 20 años, sin conseguirlo. Peor aún, porque cada medida que toman lo que hace es erosionar más el valor de nuestra moneda y por eso le han tenido que quitar 14 ceros. Los hechos demuestran que la mejor manera de frenar la inflación, para evitar que el bolívar pierda valor de un día para otro, es dejar que siga avanzando la dolarización de nuestra economía. Otros países han tenido que invertir grandes sumas para dolarizar su economía, como Ecuador y Panamá, mientras aquí avanza ese proceso de dolarización sin que el gobierno haya tenido que invertir nada, porque su costo lo está asumiendo el sector privado. Ya lo dicen los expertos desde hace añales: “mientras menos gobierno, mejor economía”.
Dos. Me quejé porque por las redes ofrecen hallacas en 5 dólares, que me parecieron caras. Pero varios amigos me enviaron correos, probando que no es posible hacer una buena hallaca con menos de 4 dólares por unidad, si se hacen por lo menos cien. Vi las recetas y las proporciones, sobre todo de carne, pollo y cochino, pero estas hallacas no tienen nada que ver con las que ofrecen por las redes, por lo menos las que probé, algunas de las cuales parecen más bien un bollito relleno. Habría que comerse dos o tres para quedar satisfecho.
Tres. El gobierno adornó la Plaza Bolívar de Caracas, y sus alrededores, como si fueran los Champs Elysées de Paris. Es una belleza, es verdad, pero realmente deberían establecer prioridades, porque bastantes carencias que hay en los hospitales. Da dolor ver a los indigentes caminar bajo las brillantes luces de Navidad, hurgando en la basura para ver si encuentran algo que se pueda comer. Una escena definitivamente alucinante.
Cuatro. Este martes recibí de la Asociación de Industriales de Metalurgia y Minería de Venezuela, AIMM, una placa de reconocimiento por mis casi 40 años de trabajo informativo sobre estos temas. En ese acto, en Caracas, el amigo Jorge Roig habló de “El camino hacia la democracia”. Gracias a su directiva, y a todos, por los mensajes positivos que me han enviado. En esto seguiré, hasta que Dios quiera.
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