Semana en domingo

Notas de la pandemia
Mucha gente relaja los cuidados personales ante el Covid 19, luego que se vacuna, creyendo que eso lo va a proteger del contagio, y terminan enfermos, con todo el riesgo que ello implica. Es cierto que las vacunas reducen mucho el impacto de la enfermedad, pero no impiden el contagio. Las vacunas mejoran mucho la capacidad del organismo para enfrentar este virus, en sus distintas variantes, pero no garantizan al cien por ciento que no pueda haber consecuencias graves. Médicos amigos me explican que todo depende de la condición propia de cada organismo, sobre todo en su sistema inmune, para reaccionar ante un virus. Hay quienes, sin estar vacunados, pasan la enfermedad sin síntomas porque sus anticuerpos reaccionan de manera inmediata y de manera eficiente, para neutralizar y eliminar el virus. Otros, en cambio, aunque tienen la vacuna, se contagian y la enfermedad les pega fuerte, porque su sistema de inmunidad es deficiente. El llamado de los médicos es para que los que ya tienen la vacuna, sigan cumpliendo todas las medidas de protección personal, y no crean que ya son inmunes al contagio.

Mientras hay países que ya están comenzando a poner una tercera dosis de vacuna anti Covid, aquí todavía no le han puesto la primera a mucha gente, y otros que se pusieron la primera dosis, aún no han recibido la segunda. Pero hay destacados inmunólogos que están en desacuerdo con eso de la tercera dosis, afirmando que no se puede estresar al máximo el sistema de inmunidad del organismo, y que, a fuerza de repetir vacunas, podría llegar el momento en el que el organismo pierda la capacidad de reaccionar frente a ese estímulo. En este sentido recuerdan que con el uso de antibióticos por mucho tiempo, y en dosis muy elevadas, al final el sistema inmunológico del organismo pierde la capacidad de reaccionar ante ese fármaco. En todo caso, según afirman, hay que esperar por lo menos un año, para poner una nueva dosis de las vacunas anti Covid, todo ello dependiendo de la evolución de la pandemia. “Si no es absolutamente imprescindible, preferible es no poner más dosis después de completar el ciclo de cada vacuna”.

Por las redes amplifican la realidad de la evolución de la pandemia en nuestro país. Cierto que el número de nuevos contagios sigue por encima de 1.000 casos diarios, en las cifras del gobierno, pero eso es así desde hace tres meses, por lo que no veo cuál es el motivo de esta alarma extraordinaria. Claro que hay que tomar en cuenta que ahora mucha gente prefiere pasar la enfermedad en su casa, y eso hace que se reduzca la presión sobre hospitales y clínicas. Pero eso de que hay clínicas que tienen copada su capacidad en las unidades de Covid, ya ocurre desde hace más de un año, igual que algunos hospitales. Y el otro problema es que el tratamiento contra este virus cuesta bastante dinero, y mucha gente, aunque prefiera pasar la enfermedad en su casa, no puede hacerlo porque no tiene dinero para comprar los medicamentos y no tiene otra opción que irse a un hospital público. Pero las vacunas ya deberían estar reduciendo el número de pacientes Covid que requieran hospitalización, tal como está ocurriendo en muchos países. Si como dicen los expertos, las vacunas hacen que se pueda pasar el Covid como una gripe, en algún momento la cifra actual de gente hospitalizada, tendrá que comenzar a retroceder.

¿Y ahora cómo se pagará la gasolina?
El litro de gasolina está en 5.000 bolívares que, con la reconversión monetaria, ahora son 0,005 bolívares. ¿cómo se paga esa cantidad si un bolívar está dividido solo en céntimos? Si se surten 20 litros, al precio actual serían 10 céntimos del nuevo bolívar. Por donde se le vea, lo único que se puede deducir es que con esta reconversión monetaria, vendrá un nuevo aumento del precio de la gasolina que, a 5.000 bolívares el litro, es casi que regalada. Eso no paga ni remotamente el costo del combustible, más el viaje de la cisterna hasta la estación de servicio. Una gandola de 30.000 litros, a 5.000 cada litro, serían 1.500 bolívares nuevos, que son 300 dólares, mientras en la mayoría de los países esos 30.000 litros son 30.000 dólares, es decir, cien veces más. Algunos expertos criollos están diciendo que el nuevo precio pudiera estar en 0,50 bolívares de los nuevos, lo que significa que un tanque de 60 litros serían 30 bolívares, es decir 6 dólares. Hay que agregar que el gobierno anunció que, de subir el precio de la gasolina, implementará un sistema de subsidio para el transporte de mercancías y pasajeros, para impedir el impacto en los precios y en los correspondientes índices de inflación.

Parasitismo social
No creo que invadir una vivienda, que es producto del esfuerzo de otra persona, se pueda considerar una hazaña revolucionaria, y tengo que desconfiar de un modelo ideológico, o cualquier proyecto político, que estimule la invasión de viviendas, aprovechando que sus dueños no están dentro de ellas. En el mismo hilo, agrego que considero un contrasentido que se hagan anuncios reiterados de proyectos para recuperar la economía mediante el aumento de la producción, lo que no se puede hacer sino con más trabajo, mientras al mismo tiempo se estimula el parasitismo social con el regalo de comida y bonos monetarios, creación de feriados adicionales, o el alargamiento de las festividades navideñas, que tradicionalmente son de algunos días, a dos meses. Para que un país salga de la pobreza, su gente tiene que trabajar más. No hay manera que una economía pueda mejorar, mientras el gobierno pague por la lealtad electoral regalando todo lo que debería ser pagado con el producto del trabajo. Ese es el principal problema que tenemos. No es que el venezolano sea flojo, sino que mucha gente se ha acostumbrado a vivir del goteo que le cae desde el gobierno, y a los que tienen empleo, el salario escasamente solo les alcanza para pagar el transporte hasta el trabajo y de regreso a casa. La Fiscalía acertadamente activó juicios a los invasores de viviendas en Doral Beach, pero debería ponerse los pantalones, para imputar también a la diputada que abierta y públicamente llamó a invadir viviendas ajenas, aunque aparentemente se trató de una “valiente” iniciativa muy personal. Me gustaría entonces que algún camarada amigo, me explique qué de revolucionario tiene meterse en una casa ajena y si eso se puede considerar una contribución a la recuperación económica del país.

CUATRO
Uno. No hay razón técnica para que los precios aumenten con la reconversión monetaria. Se trata solo de pagar el mismo precio, pero expresado de una manera distinta y con una moneda distinta. Al eliminar esa chorrera de ceros se simplifican las operaciones de pago y se facilita el manejo mental de los precios. El gobierno no lo va a hacer por razones ideológicas, pero lo lógico habría sido crear un bolívar en paridad 1 a 1 con el dólar, que estaría en línea con el objetivo final de reducir la circulación gradual del bolívar y dejar que la economía vaya, por sí sola, estableciendo la dolarización total. Porque esta dolarización parcial no le ha costado ni un centavo al gobierno, y está visto que no tiene posibilidad alguna de frenar el deslave del valor del bolívar, aunque le siga quintando ceros y más ceros. No es por defender a la moneda del “imperio”, pero es una divisa con un valor estable y por algo será que más del 80 por ciento de las operaciones del comercio mundial, se hacen en dólares.

Dos. Con el decreto que aumentará el tiempo de las navidades, que ahora serán de dos meses, las elecciones de noviembre se realizarán en medio de un festín nacional. Es que cuando no hay motivos para celebrar, pues se inventan, que para eso sobran cerebros revolucionarios. Ya llegará enero, para comenzar a pensar en serio acerca de cómo recomponemos esto que, digan lo que digan, va muy mal. Y no es que lo diga yo, pero cualquiera estaría preocupado con las cifras de pobreza, desnudadas en el estudio de la UCAB. Si no lo han visto, búsquenlo en Internet.

Tres. Unos amigos me preguntan si sé algo de los perniles que todos los años el gobierno anuncia que va a regalar, aunque muchos no los ven. Les digo que no tengo noticias de eso, aparte del reclamo de los portugueses, por los perniles que le fiaron al gobierno hace 4 años, y no se los ha pagado. Yo creo que ya eso se perdió y por ello no va a ser fácil conseguir crédito para importar perniles de nuevo, a menos que vayamos con los reales por delante. O que los cochineros del país tengan listo un gran rebaño, para llevarlo al matadero y que el gobierno les compre perniles para regalarlos, pagándolos con los bolívares nuevos, o en petros. Ya veremos, porque de repente como hay elecciones ahora en noviembre, se adelanta la promesa de los famosos perniles navideños.

Cuatro. La Tierra, este autobús único en el que viajamos por el espacio, nos sigue enviando mensajes de que se está agotando. Lluvias torrenciales, grandes inundaciones, incendios forestales sin control, aún bosques húmedos; erupciones volcánicas, intensos huracanes y tormentas en sitios en donde nunca habían ocurrido y sequías, que nos anuncian que el futuro será cada vez más complicado para las próximas generaciones. Y sin embargo no hay reacción proporcional de parte de los seres humanos. Solo una especie de élite intelectual se ocupa del tema ambiental, mientras la gran masa humana sigue impertérrita frente al desastre natural.

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