Opinión

Semana en domingo

El 12 de este mes de junio entra en vigencia el nuevo impuesto de China al petróleo pesado que importan sus refinerías, incluyendo especialmente al de Venezuela, que para los chinos es “bitumen diluido”.
domingo, 06 junio 2021

Notas de la pandemia

Como tengo varios meses en Caracas y llegaron los primeros lotes de vacunas, intenté vacunarme, aprovechando que en el hotel Alba Caracas hay un operativo para mayores de 60 años. El jueves me fui a las seis de la mañana, pero cuando llegué, ya había varios cientos de personas haciendo cola. Como de costumbre, mientras el resto hacíamos nuestra cola, adelante dejaban pasar grupos sin hacer cola, me imagino que recomendados o acompañados por altos jerarcas del régimen y de las fuerzas armadas. Allí estuve llevando sol hasta que a las dos de la tarde nos dijeron que se había terminado el lote de vacunas para ese día. Regresé a la casa frustrado, pero en la tarde de ese jueves, me dijeron que, en la Universidad Bolivariana que en está en lo que era la vieja sede de la petrolera norteamericana Creole, en Los Chaguaramos, estaban vacunando. Así pues, el viernes me fui a las seis de la mañana para ese centro de vacunación, y ya había bastante gente en dos colas: Una para anotarse en las listas para vacunación, y la otra para poner las vacunas. Estuve hasta las nueve en la primera cola, pero logré anotarme, y pasé entonces a la segunda cola, que era de varias cuadras. Mientras estaba en la cola para que anotaran mi nombre, se formó una segunda cola de vacunación, sin estar anotados en ninguna lista, y una tercera cola, esta vez de personal sanitario. Ya para las diez de la mañana se había armado tremendo despelote, porque los que estaban controlando el acceso no se ponían de acuerdo sobre de cuál cola dejaban entrar. Los dos únicos guardias nacionales que estaban en la puerta, intentaban controlar a la multitud, pero obviamente no eran suficientes. Alrededor de las 11 llegó un piquete de la policía nacional, que mejoró el orden, pero a esa altura ya se había coleado una pequeña multitud y la gente que estaba atrás formó un tremendo desorden. Para remate, unos chamos con batas azules dijeron que los que tuvieran más de 65 años tenían prioridad y eso terminó de crear el caos. Los mayores que estaban en la cola se salieron de ella y se adelantaron a los demás, lo que generó un despelote por las protestas de quienes intentaban mantenerse en el orden de la cola original. Para remate, los vecinos de los edificios comenzaron una protesta por el desorden y el escándalo, y a las dos de la tarde suspendieron todo. Luego supe que ese era el primer día de vacunación, por lo que imagino que no sabían lo que estaban manejando. Por segundo día consecutivo regresé a la casa sin poderme vacunar, aunque ese mismo viernes en la noche logré finalmente registrarme en el Ministerio de Salud. Ahora espero que me llamen.

Hay mucha desinformación acerca de las vacunas que están administrando a la población, debido a que el gobierno no ha dado suficientes explicaciones al respecto. La gente no sabe qué diferencia hay entre la china y las rusas, ni cómo se diferencian las dos vacunas rusas entre ellas. Hay gente que dice que prefiere poner la que es una sola dosis, pero no sabe cuál es. Y hay también mucha confusión sobre las más recomendadas para quienes tienen enfermedades preexistentes, como diabetes o hipertensión. En este caso, en lugar de ponerse a hacerle caso a todo lo que se dice por las redes, lo mejor es consultar con los médicos especialistas, que son los que saben qué vacuna es mejor en casa caso. No inventen.

No ha habido una explicación oficial, pero hay versiones de que entre julio y agosto llegarán al país vacunas suficientes para casi toda la población, que según los expertos sería más o menos 25 millones, restando el gentío que se ha ido. Adultos mayores serían más o menos el 30 por ciento de los que quedamos aquí, lo que significa que habría que vacunar primero a unos 7,5 millones de personas, más el personal sanitario, que imagino en total serían más o menos 9 millones. Eso no debería ser problema, porque hay países que han vacunado varios cientos de millones de personas en pocos meses, aunque aquí la dificultad adicional es que las vacunas tienen que mantener una cadena de frío, que a veces no es sencillo.

No es un sueño
Numerosos amigos y lectores de mi página BITÁCORA INDUSTRIAL, me dicen que estoy soñando cuando planteo que el proyecto industrial de Guayana no está agotado y es perfectamente recuperable. Les digo que no todo volverá a ser igual que antes, porque hay plantas industriales que llegaron al límite de su vida útil, como las celdas de Alcasa y algunos equipos de Sidor y Ferrominera, pero en muchos casos se trata de reponerlos, para que la actividad industrial se reactive. Obviamente hay que realizar cuantiosas inversiones, no lo niego, y por eso planteo recurrir al capital extranjero, porque aquí no hay esos recursos. Pero nada de lo que planteo es imposible, aunque reconozco que hay muchos obstáculos que sortear. Precisamente de eso se trata. De sortear dificultades para lograr el rescate de la economía de Guayana. Nada es fácil, pero la historia de Guayana demostró que el sueño de su desarrollo industrial, es una realidad. Si ya se hizo una vez, ¿Por qué no se puede volver a hacer, si ahora hay una experiencia que antes no existía? Guayana merece todo el sacrificio que se haga para recuperar su economía, que es el motor de arranque para el resto del país.

El impuesto chino al crudo venezolano
El 12 de este mes de junio entra en vigencia el nuevo impuesto de China al petróleo pesado que importan sus refinerías, incluyendo especialmente al de Venezuela, que para los chinos es “bitumen diluido”. Las razones son básicamente ambientales, pero algunos analistas chinos están diciendo que también puede ser una consecuencia de las sanciones norteamericanas para impedir los negocios con el gobierno de Maduro, lo que podría estar afectando a la industria petroquímica china que exporta sus productos a occidente.

Según varias agencias de información de mercados petroleros internacionales, entre enero y marzo de este año, Venezuela estuvo enviando un promedio de 380.000 barriles diarios del crudo pesado “Merey” a empresas de Malasia, en donde lo mezclan con diluyentes, para luego reexportarlo hacia refinerías chinas, especialmente de la provincia de Shangdomg. El nuevo impuesto de China para este tipo de crudos de Venezuela es de 30 dólares por barril, lo que haría inviable la posibilidad de obtener alguna utilidad para Pdvsa. Según los expertos, la única opción que le quedaría a Pdvsa es incrementar la capacidad de sus mejoradoras, para procesar en el país los crudos pesados y extra pesados de la Faja del Orinoco, y poderlos exportar con un mejor margen de utilidad. Con las sanciones de Estados Unidos no es fácil para Pdvsa importar crudos livianos para usarlos como diluyentes de sus crudos pesados, que además son más costosos en este momento, y reducen mucho el margen de utilidad de Pdvsa. Para los chinos no existen “aliados estratégicos”, o “países hermanos”, que estén por encima de sus intereses. ¿Qué explicación nos dará el gobierno acerca de este “beau gest” de China?

CUATRO
Uno. Yo calculo la cantidad de gente que se quiere ir, a partir de las ofertas de todo tipo que abundan en las redes. Esta semana hubo un fuerte incremento, tanto del número de ofertas, como del monto de las rebajas que la gente hace, dependiendo de la urgencia del viaje. En estos días vi una oferta de una camioneta en 7.000 dólares, y a los tres días estaba la misma foto, pero en 6.000 y dos días después en 5.500. Mucha gente quiere salir de lo que tiene aquí, como sea y al precio que sea, con tal de poder irse. Qué triste.

Dos. Es bueno que se intenten reiniciar las clases presenciales en las escuelas, probablemente en septiembre si el plan de vacunación avanza como debería ser. Pero mucho más importante es que se reanuden las clases en las universidades, porque sobre todo los que estaban a punto de graduarse, tienen casi dos años perdidos. Muchas familias hacen grandes sacrificios para tener un hijo en la universidad, y con la pandemia es peor. El problema adicional es la alta deserción de docentes, que tendrán que buscar la manera de resolver.

Tres. Podrán intentar las explicaciones “revolucionarias” que quieran, pero la realidad, del tamaño de un tepuy, es que el salario mínimo en Venezuela no llega a tres dólares mensuales, que es un kilo de carne de segunda. Es alucinante que alguien, defendiendo la economía venezolana, diga que eso no es cierto porque si lo fuera todos habrían muerto de hambre. Lo que no dicen es que el venezolano, a fuerza de pasar hambre, se las ingenia para completar el ingreso para poder subsistir. Es lo que llamamos “rebusque”, que ha impedido morirse de hambre. Así de simple.

Cuatro. Como dicen, “No hay mal que por bien no venga”. Con la crisis y la pandemia, ahora abundan las ofertas en alojamientos vacacionales, tanto en Margarita como en otras regiones del país. Un apartamento que antes estaba en 150 dólares diarios, ahora lo ofrecen en 300 dólares mensuales. Las posadas, con desayuno incluido, están hasta en 60 dólares diarios, para dos personas. Pero tan pronto como pase la pandemia, ya veremos cómo se disparan los precios otra vez, con seguridad muy por encima de lo que estaban antes de la llegada del Covid 19. El que pueda, que aproveche ahora, una vez que haya sido vacunado.

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