Semana en domingo

Notas de la pandemia
Siguen pasando los días y el gobierno no trae las vacunas, para frenar la cantidad de contagios y muertos por la pandemia de Covid 19. Pareciera que no entienden la gravedad de esta situación, porque vamos siendo el único país de la comarca que no avanza en la vacunación masiva de su población. ¿Cuántas muertes más ocurrirán hasta que el gobierno finalmente traiga las vacunas? En una tragedia como la que estamos padeciendo, la primerísima prioridad del gobierno tiene que ser proteger la salud de los venezolanos, y mucho más tratándose de algo tan serio como esta pandemia del coronavirus. Si hay que vender el oro que queda en el Banco Centra, pues que lo hagan, porque no tiene sentido tener activos y al mismo tiempo alegar que no hay dinero para comprar las vacunas. No hay elemento alguno que pueda estar por sobre la vida de los venezolanos, hoy amenazada por esta enfermedad que asola al mundo entero. Guyana comenzó a recibir vacunas del sistema Covax, el 10 de marzo, y ya ha vacunado a casi el 30 por ciento de su población. Aquí le están poniendo más énfasis a las elecciones que a proteger la salud y la vida de los venezolanos. Esa es la triste realidad.

Las redes sociales de alguna manera están sirviendo para aliviar el desastre del sistema de salud en nuestro país. A diario vemos cómo la gente consigue algún medicamento, o equipo de asistencia médica, cuando no lo hay en el hospital o la clínica en la que están atendiendo al enfermo. Es un instrumento que ayuda a superar emergencias, desde conseguir una ambulancia, hasta alquilar o comprar un concentrador de oxígeno. Igual pasa con las medicinas, que rápidamente se pueden ubicar a través de las redes, sobre todo cuando por la falta de gasolina no es posible recorrer la ciudad, de farmacia en farmacia, buscándolas. Bien utilizadas, las redes sociales son una herramienta formidable para sobrellevar este momento tan duro que estamos enfrentando.

La pandemia ha permitido aflorar los más bellos sentimientos del ser humano. Uno de los más hermosos gestos que hemos visto en estos días, fue el señor de 70 años, que estaba en un hospital de España, con Covid, y voluntariamente cedió su cama a un joven al que no podían hospitalizar porque no había camas disponibles. Este hombre se fue a su casa y murió a los pocos días. Los médicos dijeron que era difícil que sobreviviera porque tenía varias enfermedades preexistentes. El joven de 30 años, pudo superar la enfermedad gracias a este gesto, que es un ejemplo de todo lo bueno que pueden albergar algunos seres humanos.

Copiar el modelo chino
El gobierno está implementando unas zonas económicas especiales, como las hay en China y en otros países, para que en ellas se instalen empresas extranjeras. Pero creo que no es posible copiar el modelo chino, porque ellos no tienen sindicalistas y además allá hay sanciones para quienes cobren sin trabajar, mientras aquí la meta del “vivo criollo” es ganar lo más posible, trabajando lo menos posible. En esto las zonas económicas especiales no van a ser la excepción. Y además, ¿cómo harán con los colectivos, o las mega bandas de delincuentes, cuando intenten secuestrar o extorsionar a los ejecutivos de las empresas extranjeras que se arriesguen a instalarse en el país?

Este es un problema con raíces culturales, porque para muchos venezolanos, la meta es pegar un negocio que lo haga multimillonario, o por lo menos que le resuelva la vida por un tiempo, desechando la vía de trabajar duro toda la vida para al final tener una vejez asegurada por el producto de ese esfuerzo. Eso no vale, para la mayoría de los venezolanos.

En la mayoría de los países asiáticos hay una cultura del trabajo, que no existe en nuestro país. También son pueblos disciplinados, que siguen las directrices que les dicta su gobierno. Aquí cada quien decide por su lado, sea el gobierno que sea. Eso desde el punto de vista social, pero además tenemos el problema de las deficiencias de los servicios públicos: La energía eléctrica falla a cada rato, no hay agua, falta gas, no hay gasolina ni gasoil, no hay transporte. En esas condiciones, en todo el país, ¿Cómo haría una empresa extranjera para producir de manera estable? ¿El gobierno va a prestar buenos servicios públicos, solo en las zonas económicas especiales, mientras el resto del país se cae a pedazos? No entiendo.

La xenofobia contra los venezolanos
Todos los días vemos casos de xenofobia contra los venezolanos que se han tenido que refugiar en otros países, huyendo de la tragedia que vivimos aquí. Da dolor ver cómo tratan a nuestras muchachas, a las que solo por el hecho de haberse tenido que ir a vivir a otro país, ya suponen prostitutas. Que yo recuerde, si de eso se trata, hay varias nacionalidades asociadas a esa actividad, y entre ellas nunca figuró Venezuela.

Mucha gente recuerda que nuestro país fue refugio de muchos pueblos que se vieron azotados por las guerras, o persecución política o ideológica, y que por eso no merecemos este trato en el exterior. Pero eso no funciona así, porque los pueblos no tienen memoria histórica, debido a que cada generación vive un escenario propio. En este sentido, la memoria histórica la deben tener son los gobiernos, que en casos como este, están en la obligación de hacer campañas para que sus nacionales acojan a los refugiados de aquel país que en el pasado hizo lo mismo con ellos.

En algunos casos no se trata de situaciones ocurridas en el pasado histórico, porque aquí viven más de un millón de colombianos y sin embargo allá hemos visto numerosos casos de maltratos a los venezolanos, solo por serlo y haberse visto obligados a irse del país.

CUATRO
Uno. Poco a poco el público va migrando su percepción de los precios, desde el bolívar, hacia el dólar. Ya prácticamente todo el mundo, aunque gane en bolívares, cuando se refiere a los precios, piensa en dólares. Si el gobierno hubiera aceptado la circulación libre del dólar hace diez años, la inflación y la situación del país, por lo menos en el aspecto comercial, sería otra. Pero la terquedad, muy propia de quienes se creen dueños de la verdad absoluta, nos ha llevado a este escenario, en donde el gobierno imprime el billete de un millón de bolívares, y escasamente alcanza para 300 gramos de azúcar.

Dos. La decisión de China de imponer un impuesto superior al 30 por ciento a nuestro petróleo pesado, es un terrible golpe a lo que quedaba de la economía del gobierno y del país. El efecto de esta medida es muy superior a las sanciones norteamericanas, y peor aún, cuando Maduro sostiene que China es un país hermano, aliado estratégico, Etc., Etc. Si a ver vamos, China es un país más imperialista que Estados Unidos, por su creciente expansión comercial, su exportación de capitales y personas a todo el mundo. El gobierno ni Pdvsa informan cuánto petróleo estamos enviando a China, pero los expertos estiman que serían unos 350.000 barriles diarios, que es el único ingreso del país.

Tres. Las frecuentes y prolongadas interrupciones del servicio de Internet se están convirtiendo en un serio problema para el desempeño de las actividades de los venezolanos. Aparte de las interrupciones, cuando hay Internet el servicio es lento y la potencia no permite abrir algunos archivos. Algunos dicen que se trata de algo deliberado, pero yo no encuentro qué sentido tiene hacer algo como eso, y de qué manera eso puede beneficiar al gobierno. Pero sea por lo que sea, se trata de un problema que afecta el desenvolvimiento económico y social del país.

Cuatro. Este viernes, en BITÁCORA, voy a insistir en el tema de que Guayana sí tiene futuro, a partir de sus inmensos recursos naturales y la posibilidad de generar la electricidad que necesita para su industria. Estoy en total desacuerdo con quienes sostienen que el proyecto industrial de Guayana se agotó. Aún así como estamos, hay mejores condiciones que en muchos países que tienen producción industrial.

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