Opinión

Semana en domingo

La gente está tan desesperada buscando algo que sirva para curar el Covid 19, que prueba con cualquier cosa, vegetal, mineral o animal.
domingo, 25 abril 2021

Notas de la pandemia
Todos sabemos que el gobierno de los Estados Unidos, ni iba, ni va a desbloquearle los recursos financieros que le congeló al gobierno de Maduro, aunque sea para pagar las vacunas contra el Covid 19, porque al que reconoce como presidente es a Guaidó. Por eso lo que tendría que haber ocurrido, es un acuerdo entre Maduro y Guaidó para pagar las vacunas, y si eso hubiera pasado, hace meses que la población estaría siendo vacunada. De manera que aquí todos sabemos de dónde y cómo salió el dinero para pagar la inicial de las vacunas y de dónde va a salir el resto. Si como dice, el gobierno tenía el dinero para pagar las vacunas, ¿por qué no lo había hecho antes? Extraña entonces que solo cuando Guaidó dijo que había pagado la mitad de la deuda, para tener acceso al mecanismo Covax, salga ahora el gobierno a decir que fue el que lo pagó. Pero en todo caso, aquí poco importa quién haya sido el que pagó, o diga que lo hizo, porque lo importante es que lleguen las vacunas cuanto antes. Ya estamos a más de mil contagios y más de diez muertos todos los días, por lo que las vacunas no se pueden seguir demorando, en una absurda disputa entre Maduro y Guaidó, acerca de quién fue el que pudo pagarlas.

La gente está tan desesperada buscando algo que sirva para curar el Covid 19, que prueba con cualquier cosa, vegetal, mineral o animal. En estos días los expertos están alertando del peligro que significa beber infusión de trinitaria, porque es tóxica para los seres humanos. Alguien por allí dijo que era buena contra el coronavirus, y hubo varios intoxicados. Es que las redes son buenas para algunas cosas, pero son peligrosas en manos de quienes inventan cualquier vaina, porque hay quienes creen todo lo que ven en las pantallas. Siempre recuerdo cuando hace unos años atrás, llamaban por los teléfonos de Cantv, diciendo que las líneas estaban recalentadas y que había que sumergirlos en agua fría. Y hubo gente que lo hacía, con las consecuencias que son de imaginar. Con el Covid hay cualquier cantidad de tratamientos piratas, que muchas veces no solo no ayudan, sino que, por el contrario, agravan la situación del enfermo.

Mucha gente sigue en la calle sin respetar la distancia con los demás, con la mascarilla tapando solo la boca, en el cuello, o amarrada en la muñeca. Después que se contagian, llenan hospitales y clínicas, cuando mucho mejor habría sido que cumplieran las normas de protección personal. Además, es un irrespeto al personal médico que está arriesgando su vida atendiendo a los enfermos, incluyendo a quienes se contagiaron por voluntad propia, al burlarse de las normas. Al que anda por la calle sin respetar las normas contra el coronavirus, o en rumbas en casas o en sitios públicos, se le tiene que considerar como un antisocial, porque pone en peligro la salud, y la vida, de los demás. En esto tenemos que ser implacables, porque lo que está en juego es la vida.

Juzgar a la oposición
En situaciones de extrema angustia y desesperación, como los que hemos vivido todos estos años, la gente tiende a exigir soluciones mágicas e inmediatas de parte de quienes dirigen los movimientos políticos. Y la mayoría de las veces en estas situaciones, las soluciones no son inmediatas, sino que pueden tomar meses, o años, y no dependen de la decisión de una persona en particular, sino de acuerdos que involucran a mucha gente y muchas organizaciones. Creo que por eso se ha juzgado con tanta severidad a Guaidó, acusándolo de no haber sido capaz de sacar a Maduro, como si eso fuera tan sencillo y tan inmediato. Por supuesto que la oposición, y el propio Guaidó en particular, han cometido muchos errores, pero uno de ellos y quizás el principal, ha sido la profunda división entre sus dirigentes. Porque si sacar a Maduro es el objetivo de todos los dirigentes opositores, por sobre cualquier otra cosa, debieron haber actuado unidos, en lugar de andar cada uno por su lado, buscando sacar más provecho personal. Porque mire que allí se maneja dinero, y no precisamente petros. Da dolor decirlo, pero Maduro se ha mantenido en el poder, más por los errores de la oposición, que por sus propios logros, si existiera alguno. El liderazgo opositor ha tomado sus decisiones atendiendo al griterío de las tribunas, en lugar de adoptar las estrategias más eficientes, aunque no le agraden al público. El verdadero líder tiene que ser capaz de contrariar al graderío, si considera que lo que la gente pide no es el camino más acertado. Aquello de “Maduro vete ya”, al inicio de Guaidó, a la larga terminó afianzándolo en el poder, al punto que varios países decidieron reconocerlo. De hecho, la delegación que reconoce Naciones Unidas, es la del gobierno de Maduro. No se trata de ponerme ahora del lado del gobierno, pero hay que reconocer los errores de la oposición, y a partir de allí, diseñar las nuevas estrategias, que probablemente tengan que pasar por un acuerdo con el chavismo.

Políticos eternos
Debe haber sido Jóvito Villalba, fundador de URD, el que patentó la frase de “Yo y mi partido, mi partido y yo”, para expresar que hay quienes son, o se creen, dueños de un partido político, que nace y muere con él. El partido no es una ideología, sino una persona. A partir de allí, las candidaturas tienen dueño, y nadie que milite en ese partido tiene derecho ni siquiera a soñar con postularse para ningún cargo de elección, sin la aprobación del líder máximo. Pero además de tener derecho a la primera opción en cualquier cargo, el dueño del partido practica algo que llaman “reservarse” algunos puestos salidores, en los que coloca, a dedo, a familiares, amigos, y muchas veces a quienes hayan hecho jugosas contribuciones financieras a su campaña. En Guayana hay muy conocidos ejemplos de senadores y diputados, que fueron designados a partir de aportes millonarios hechos por empresarios y bancos. Hay entonces quienes viven toda su vida, por la política, para la política y por supuesto “de” la política, sin realizar trabajo productivo alguno durante toda su existencia. Muchos políticos tienen ingresos por su trabajo, y justifican los bienes que tienen, pero en otros es inexplicable cómo, con un sueldo de diputado, o de algún otro cargo de elección, han logrado tener lo que tienen- Porque hasta comprar una vivienda requiere un ingreso que supera el sueldo de diputado, o de gobernador, o de alcalde, salvo que se hable de “lo que queda en las uñas”, durante el ejercicio. Y tiene que ser muy rentable el oficio político, como para que algunos dirigentes se atornillen en la dirección de un partido durante décadas y décadas, sin darle chance alguno a las nuevas generaciones. Los jóvenes sólo son instrumentos, para que los viejos dirigentes sigan medrando a sus anchas, hasta que Dios resuelva lo contrario. Algún dirigente joven que tenga preparación y carisma para ganarse por sí mismo algún cargo de elección, tendrá que separarse y fundar otro partido, para lograrlo. Llevamos 22 años de chavismo, y por lo visto vamos a tener los mismos candidatos de antes. ¿Nadie más sirve?

CUATRO
Uno. Pienso que eso de las elecciones regionales y municipales, deberíamos dejarlo en suspenso, para ver la evolución de la pandemia. No creo que sea conveniente meternos en un proceso electoral, con los nuevos contagios en pleno apogeo. Hay mucha gente entusiasmada con las candidaturas, como si no estuviera pasando nada. Hasta que esta ola de contagios no retroceda, aquí no debería haber ninguna otra actividad que no sea luchar contra la pandemia. Ya nos costó bastante el bochinche del carnaval, del que todavía estamos pagando las consecuencias, como para meternos ahora en un pre proceso electoral, que implicará reuniones de personas, lo que podría potenciar el índice de nuevos contagios. Por lo demás y a la vista de lo que tenemos, ¿Cree alguno que esas elecciones son más urgentes que la vacunación y la lucha contra el virus chino?

Dos. Hay que insistir en la posibilidad de un acuerdo del sector privado con el gobierno, para intentar reactivar la economía y sobre todo la producción de bienes, de manera de sustituir las importaciones. En algunos rubros estamos importante más del 70 por ciento del consumo, que antes era cubierto con la producción nacional. Como he escrito en varias oportunidades, la producción no tiene color político, ni en origen ni en destino. Ningún producto dice “solo para consumo de los opositores al chavismo”. Además, aumentar la producción beneficiaría políticamente al gobierno. No veo argumentos de peso que puedan negar la posibilidad de ese acuerdo, que iría en beneficio de toda la población.

Tres. Lo mismo que en el sur de Guayana, en donde hay espacios controlados por grupos armados, ahora se repite en pleno centro de Caracas, en donde bandas apertrechadas con armas de guerra, impiden el paso de vehículos de los cuerpos de seguridad. Petare, la Cota 905, La Vega y El Cementerio, son zonas controladas a sangre y fuego por estos grupos, en donde no penetra ninguna autoridad. Pero obviamente las armas que tienen no las compraron en los mercados internacionales. El que los armó, debería desarmarlos. En estos días, el CICPC tuvo que utilizar carros de combate, con alto grado de blindaje, para rescatar a unos funcionarios que habían sido emboscados en plena autopista, en el centro de la Capital. Imagínense el terror de los habitantes de las urbanizaciones próximas, con un intercambio de fuego como en cualquier ciudad de Siria.

Cuatro. Veo por las redes a mucha gente buscando medicinas para familiares enfermos de Covid, que están en los hospitales. Eso significa que en muchos de estos centros no hay todas las medicinas para tratarlos. Y la mayoría de las veces las familias no tienen el dinero para comprarlos. He visto varias veces a Maduro decir que el gobierno tiene todo lo necesario para atender a los pacientes de Covid, lo que uno supone que también debería pasar en Guayana. Las autoridades sanitarias de Bolívar deberían entonces gestionar lo necesario para que esas medicinas lleguen a nuestros centros de salud. Porque además hay medicinas para el coronavirus que son muy costosas y la mayoría no tiene suficiente dinero para pagarlas.

Ten la información al instante en tu celular. Únete al grupo de Diario Primicia en WhatsApp a través del siguiente link: https://chat.whatsapp.com/Fw1iPqx0rJ15GJ35IOT7Gy

También estamos en Telegram como @DiarioPrimicia, únete aquí https://t.me/diarioprimicia

error: