Opinión

Semana en domingo

Los jóvenes siguen desafiando el coronavirus, mientras llega una ola tras otra de esta enfermedad.
domingo, 04 abril 2021

Notas de la pandemia
Siguen siendo confusas y contradictorias, muchas de las informaciones que circulan en torno al uso de algunos medicamentos contra el Covid 19, tanto preventivos como de tratamiento cuando ya aparece la enfermedad. En el caso concreto de la Ivermectina, unos dicen que es preventiva del coronavirus o en todo caso hace que sea más leve, mientras otros especialistas dicen que no sirve de nada. Pero el médico científico Joseph Peroh, internista, intensivista y pulmonólogo, jefe de la unidad de cuidados intensivos del United Medical Center, en Houston, Texas, dice que lo recomienda como preventivo y que además lo usa como tratamiento de la enfermedad, junto a otros remedios, desde que comenzó la pandemia, y no ha tenido un solo fallecido entre sus pacientes. Además, agrega que eso lo toma todo el personal del hospital que atiende Covid 19. Un amigo médico, de aquí de Ciudad Guayana, me dice que no tiene ningún efecto secundario, y mucho menos tomando una dosis cada mes o cada 20 días, pero según su opinión no evita el contagio, pero si llega a ocurrir es muy posible que la enfermedad sea menos fuerte. Otras versiones que circulan profusamente en las redes, señalan que no tiene ningún efecto para evitar o atenuar el coronavirus. ¿A quién creerle? En lo que sí coinciden todos los expertos es que la mejor prevención es usar la mascarilla, guardar la mayor distancia posible con otras personas, evitar los sitios cerrados en donde haya otras personas, aunque lleven mascarillas, y lavarse las manos con frecuencia.

Los jóvenes siguen desafiando el coronavirus, mientras llega una ola tras otra de esta enfermedad. Siguen haciendo fiestas, al aire libre y en sitios cerrados, sin mascarillas y sin distanciamiento entre ellos, como si la edad joven por si sola fuera una barrera para impedir el contagio. Y lo que es peor, luego regresan a sus hogares portando el virus en sus manos u otras partes de su organismo, o en su ropa, con el peligro que eso implica para sus familiares. Eso, aunque sea entre familiares y sin una intención deliberada, puede constituir un delito, por lo menos por la imprudencia. Ya se sabe de varios casos, en los que un hijo ha sido el causante del contagio que mató a sus padres, y a sus hermanos. El año pasado los medios reseñaron varias fiestas, una de ellas en Los Roques, y otras en Margarita y Morrocoy, en las que nadie tenía protección y a las pocas semanas murieron varios de los asistentes. Esta pandemia no es juego, aunque mucha gente aún no lo entiende. Cada persona que anda en la calle sin mascarilla, sencillamente es una amenaza para la salud de los demás. Hace unos días me pesaron una foto del mercado de San Félix, en donde se puede apreciar a mucha gente amontonada, sin mascarilla, tapando solo la boca o colgada en el cuello. Y lo peor es que los hospitales y clínicas están saturados.

La economía del país
Urge que el sector empresarial privado llegue a un acuerdo con el gobierno, que permita reactivar la economía del país, aún en medio de esta pandemia. El país tiene que avanzar de manera simultánea, tanto en la lucha contra el coronavirus, como en sentar las bases para que el aparato productivo comience a rasparse la herrumbre y esté listo para arrancar a la mayor capacidad posible en cuanto la pandemia baje. No podemos esperar a que pase la pandemia para comenzar los preparativos para la reactivación, si se logra ese acuerdo. Las industrias del país necesitan por lo menos un año para recuperar cierta capacidad operativa y según los expertos, esta pandemia se va a tomar un cierto tiempo, hasta que se logre arrinconarla a niveles manejables. Con una buena parte de la población ya vacunada, y con un acuerdo entre el sector privado y el gobierno, se podría lograr que las industrias comiencen a aumentar su producción, lo que sería iniciar el camino hacia una recuperación de la economía nacional. Claro que eso sería, como dicen, el comienzo del principio, porque obviamente vamos a necesitar varios años para que el aparato productivo comience a parecerse a lo que fue hace 20 años. Desde la oposición, algunos dirigentes critican a Fedecámaras por intentar un diálogo con el gobierno, pero sea con el régimen que sea, la población necesita ser abastecida con productos de primera necesidad, que en el caso nuestro están siendo importados y la mayoría de la población no tiene cómo pagar. Desde el punto de vista de seguridad nacional, el país necesita ser capaz de producir la mayor proporción de lo que consume, para no depender de lo que producen otras naciones, como pase en la actualidad. Tanto por el lado económico, como por seguridad nacional, el gobierno estaría obligado a llegar a un acuerdo con el sector privado, para recuperar producción y economía.

El Colegio de Periodistas
El Consejo Nacional Electoral mantiene bloqueadas las elecciones de las 26 seccionales del Colegio Nacional de Periodistas, a pesar de los reiterados llamados de sus dirigentes gremiales, para que levanten esa medida y permitan que elijamos libremente a quienes nos representen. Las elecciones son necesarias, porque muchas de las seccionales están inactivas desde hace años, y algunos de sus directivos incluso se fueron del país. Este, y otros temas, hacen necesario que los periodistas realicen asambleas, para concertar decisiones y avanzar hacia la reorganización del gremio. Hay propuestas, como la de intervenir todas las seccionales y designar directivas interinas hasta que se celebren elecciones, como hizo el TSJ con algunos partidos. Probablemente algunos se opongan, yo entre ellos, pero eso por lo menos hay que hablarlo. Desde hace años se está proponiendo que se apruebe un reglamento para que los medios, de todo tipo, en los que trabajan periodistas, descuenten de su salario, o hagan aportes por cada uno de ellos, para las finanzas del CNP. La mayoría de las sedes actuales en todo el país, están en el peor estado de abandono. Algunas de ellas sirven para mercado de pulgas, puestos de buhoneros y comida, cuasi sedes de partido políticos y una serie de actividades ajenas de manera total a la que debería ser su función. En una situación tan difícil como la que estamos enfrentando, en todo sentido, los periodistas deberíamos estar más cohesionados que nunca en nuestro gremio.

CUATRO
Uno. Según varias agencias que manejan información petrolera, la Opep Plus planea aumentar su producción en 2,1 millones de barriles diarios, a partir de mayo, lo que haría bajar un poco los precios, seguramente buscando que no sean rentables los yacimientos de esquistos. Los expertos dicen que estos yacimientos no convencionales, son rentables a partir de 50 dólares, y por estos días el barril está por encima de 60. Y aunque la pandemia ha determinado que el mundo consuma menos crudo, Ecuador está haciendo una importante inversión perforando 13 nuevos pozos, en dos campos petroleros en el Amazonas.

Dos. Una felicitación al gran amigo Aníbal Morgado, por la publicación de su libro autobiográfico El Sendero del Huérfano. A fuerza de trabajo, Aníbal convirtió su sendero de la vida, en un gran camino real. En el desarrollo de Guayana hay sobradas evidencias de su obra. Ya lo leeré cuando el pana Alfredo Vallés, que colaboró en la edición, me lo haga llegar. Aníbal es parte del activo de Guayana, y en Ciudad Guayana es difícil girar algunos grados la mirada, sin ver alguna de sus obras, aunque sea a lo lejos.

Tres. Uno tiene que preocuparse cuando ve la cantidad de médicos que han muerto, víctimas del Covid que ellos combaten en primera línea. Yo me digo que, si se muere un médico, con todo el tratamiento necesario, ¿Qué queda para el que no tiene acceso a todo eso? Me dicen que el problema es que hay organismos que responden al tratamiento, mientras que otros no, aunque tengan todas las medicinas más avanzadas. Es decir, que hay quienes desarrollan los anticuerpos, mientras otros no, aunque sean médicos y tengan todos los tratamientos. Lo cierto es que esta pandemia, simplemente es mortal, aunque algunos no lo quieran entender. Por eso indigna ver a gente en la calle sin mascarillas, mientras los médicos y todo su personal arriesgan sus vidas para tratar a quienes se contagian.

Cuatro. Finalmente, el Vaticano cortó en seco la proliferación de cadenas de oración por las redes sociales, en las que se ofrece un premio, físico, espiritual o religioso, si se reenvía a un número determinado de personas. La Santa Sede rechaza el condicionamiento de estas cadenas, pero sí las acepta cuando se trata solo de oraciones masivas por las redes, o cadenas para solicitar apoyo espiritual por alguna causa noble, como la sanación de un enfermo. Pero se acaba eso de que fulanito pasó la cadena y a los dos días se ganó la lotería, o lo ascendieron en el trabajo Etc. ¡Orden en el bochinche!

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