Semana en domingo

Petro cauteloso
En las primeras de cambio luego del restablecimiento de la normalidad en las relaciones diplomáticas con Colombia, Petro ha actuado con cautela frente a las aspiraciones del gobierno de Maduro, respecto de algunas medidas que esperaba que se adoptaran, vista la supuesta afinidad ideológica de ambos gobierno. El primer disenso fue con la aspiración del gobierno de Maduro, de que le entregaran los dirigentes opositores que tienen juicios políticos en nuestro país y residen en Colombia. La respuesta del gobierno de Petro fue que Colombia respeta el derecho de asilo y como tal no extradita a los que siendo perseguidos por algún gobierno, han buscado refugio en su territorio. El otro hecho que demuestra que un gobierno quiere moverse a más velocidad, mientras el otro prefiere hacerlo poco a poco, fue el de la apertura de la frontera, sobre todo en el Puente Internacional Simón Bolívar, entre Cúcuta y San Antonio. Dio la impresión de que la Cancillería venezolana aspiraba a un encuentro de los dos mandatarios, allí en la frontera, pero al parecer el Palacio de Nariño decidió otra cosa, y al final fue Petro el que estuvo brevemente en ese puente. Por nuestro país asistieron algunos ministros y el gobernador del Táchira. Es que las relaciones con el gobierno venezolano son una papa caliente en las manos de Petro, porque tiene una oposición que sigue siendo fuerte aunque haya perdido las elecciones, y prueba de ello son las manifestaciones que han ocurrido en varias ciudades, al grito de ¡Fuera Petro! Muchos partidos y otros movimientos sociales temen que con el gobierno de Petro ocurra una “venezolanización” de la economía colombiana, y que sus políticas faciliten el fortalecimiento de los grupos armados que tienen 70 años alzados en las montañas y que simpatizan con el gobierno de Maduro. Petro es de izquierda, pero sabe que si se desborda en su afinidad con la ideología de esos grupos armados, fortalecerá a la oposición, y sobre todo al uribismo, que es su principal antagonista político y que está al acecho para aprovechar cualquier error que cometa desde la presidencia de Colombia. Da la impresión de que por eso Petro prefiere ir con cautela en sus relaciones con Maduro, y pienso que si compartió la prisa por reabrir la frontera, es porque sabe perfectamente que eso favorece más a Colombia, que tiene más que vendernos que lo que nosotros podemos venderle a ellos.

El ingreso petrolero
No me ha sido posible lograr cifras precisas del ingreso monetario por las entregas de crudo a China, aunque según expertos criollos, sería el destino del 80 por ciento de las exportaciones de Pdvsa, con un 13 por ciento que se lleva Repsol para España y un 5 por ciento que se lleva ENI para Italia. Según algunas cifras no confirmadas por Pdvsa, en junio las exportaciones habrían sido de 487.000 barriles diarios, lo que daría un reparto de unos 390 mil barriles para China, 63.500 para España y unos 24.500 para Italia. Esas cifras coinciden perfectamente con otras versiones, según las cuales las entregas a Cuba se habrían reducido de cerca de 50.000 barriles diarios, a solo un promedio de 9.740 barriles durante julio. Pero no sabemos cuántos de esos 390 mil barriles diarios que le entregamos a China son para amortizar deuda, cuánto nos están pagando cash, ni a qué precio cada barril. Lo que sí se sabe es que a ese crudo se le hace un primer alivianado aquí, para que se pueda transportar por los oleoductos y embarcar en los buques cisterna, pero luego se termina de alivianar en Malasia, porque los chinos no reciben crudo ni siquiera semipesado, al que consideran bitumen. Todo ese proceso tiene un costo elevado, que obviamente tiene que ser descontado de lo que pagan los chinos, que como ya sabemos, a la hora de fijar un precio lloran más que camión de cochino. Y como además Pdvsa les debe a Repsol y a Eni, es muy difícil determinar cuánto es el ingreso real por exportaciones de crudo y cuánto pudiera ser el estimado del PIB de este año. A falta de informes oficiales del BCV, hay que remitirse a las cifras de los economistas independientes, que sitúan el PIB del año pasado en 43.500 millones de dólares. El último dato preciso que se dispone es que en 2020 el ingreso de Pdvsa fue de 4.200 millones de dólares. El Barril Opep estaba en 49 dólares en diciembre de 2020 y promedió 75 dólares durante 2021, lo que significa que el barril de Pdvsa también mejoro el año pasado, y aún más este año, cuando supera los 80 dólares. Aunque buena parte de las exportaciones sean para el pago de deuda, es innegable que los ingresos de Pdvsa deben ser mayores este año, y que muy probablemente el PIB del país también muestre una recuperación, a lo que se suma el repunte del aparato productivo privado, tal como lo evidencia el movimiento económico de los últimos meses.

Precios internacionales (TM US$)
Oro onza (1.644) 1.661
Aluminio (2.228) 2.197
Premium AL + (420) 346
Aleación AL (1.760) 1.760
Chatarra AL (1.682) 1.632
Alúmina (348) 351
Hierro (98,89) 98,42
Acero chatarra (364) 362
Acero USA (795) 787
Acero China (583) 572
Cabillas (670) 672
Mercados petroleros (barril, US$)
Vzla. (81,61) 80,03
Opep (95,51) 89,81
WTI (78,74) 79,58
Brent (86,15) 87,90
Gasolina (238) 247
Gasoil (153) 158

CUATRO
Uno. Más allá de lo político ideológico, la realidad dolorosa es que el mundo está a merced de que un país militarmente poderoso invada a otro con menos poder y se quede con la parte que quiera de su territorio, sin que haya manera de impedírselo. Lo que está haciendo Putin con Ucrania evidencia que esta organización mundial es absolutamente inútil para impedir genocidios como este. Definitivamente habrá que buscar un nuevo sistema de organización mundial que pueda impedir hechos como este, aunque haya que usar la fuerza. Hace unas décadas, algunos escritores famosos plantearon que en el futuro sería creado un ejército mundial integrado por soldados de muchas naciones, precisamente previendo situaciones como la invasión a Ucrania. Obviamente Putin se aprovechó de esta debilidad internacional y se decidió a invadir Ucrania, sabiendo perfectamente que no le iba a pasar nada, salvo las sanciones económicas, que como se ha vista tienen un efecto limitado. Naciones Unidas tiene una fuerza armada que solo ha servido en algunas ocasiones para interponerse entre fuerzas adversarias, pero con orden de no intervenir si no respetan el alto al fuego, y en otras oportunidades para repartir comida y medicinas en Africa.

Dos. He tratado de encontrarle alguna justificación racional a la decisión de aumentar a tres meses la navidad, comenzando en octubre, pero no me ha sido posible. Veo que esto no proyectará de manera alguna la idea de que hay que trabajar más, para producir más y que la economía se pueda recuperar. Aunque la gente siga yendo al trabajo como siempre, el mensaje que se proyecta es que hacen falta más días de celebración. Porque nuestra idiosincrasia determina que lo que hace falta es cualquier señita para comenzar la parranda.

Tres. Según los expertos, ya los mercados petroleros superaron el efecto de la invasión a Ucrania, y lo que viene ahora es un ligero aumento de los precios por la llegada del invierno en el hemisferio norte, como todos los fines de año. Según esos analistas, es probable que ese aumento sea menor este año, debido a que varios países europeos ya habían acumulado inventarios, previendo escasez de crudo por la guerra de Ucrania, lo que finalmente no ocurrió, pero están mejor preparados para enfrentar el crudo invierno que está llegando. Coinciden en que por ahora el crudo se mantendrá en los precios actuales, entre 89 y 90 dólares, a menos que se presente alguna circunstancia extraordinaria, como pudiera ser una escalada en la guerra de Rusia y Ucrania, con la intervención directa de otros países.

Cuatro. Hace ya unos cuantos años, cuando Sucre Figarella era ministro presidente de la CVG, se elaboró un proyecto para construir un nuevo aeropuerto equidistante entre Ciudad Bolívar y Ciudad Guayana, al lado de la autopista. Esa obra sustituiría los aeropuertos actuales, que están dentro del perímetro de las ciudades y que es algo que no es recomendable por una seria de razones más que obvias. El proyecto no se llegó a concretar, lo que dejó literalmente colgando de la brocha a los aprovechadores que se apresuraron a adquirir terrenos en las cercanías del sitio en el que iría el aeropuerto, apostando a las ganancias que tendrían cuando la obra estuviera terminada. Pero lo que yo me pregunto es qué habría pasado con una obra como esa, con este retroceso de la economía y sobre todo con los dos años de pandemia y los vuelos suspendidos. Si ya cuesta mantener los dos aeropuertos estando dentro de las ciudades, ¿Se imaginan cuánto costaría mantener un aeropuerto situado a 50 kilómetros de cada ciudad? Ahora digo que lo mejor que pudo pasar, es que ese proyecto no se realizara.

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