Parto en Belén

Una larga caminata de 5 días y 14 horas, desde Nazaret a Belén, con el fin de cumplir con un edicto del emperador César Augusto, tenían que realizar María y José, ya que ese era el lugar de origen de la familia del rey David, a la que pertenecían; un viaje tan duro no iba a pasar desapercibido para una embarazada a término.

Muchos otros viajeros han llegado antes que ellos, y no hay espacio en el lugar de hospedaje, no les queda más remedio que pasar la noche en un pequeño establo afuera de la ciudad, ahí dio a luz a Jesús y lo envolvió en bandas de telas en un pesebre. La calma se interrumpe cuando un grupo de pastores entra de repente en el establo. Aquella noche, mientras estaban en el campo, un ángel se les apareció ante sus ojos y les anunció que el Mesías acababa de nacer en Belén.

En ese pesebre tuvo lugar el evento más importante de la historia de la humanidad. Ese pequeño niño era Dios hecho hombre, quien moriría en la cruz por nuestros pecados, y luego resucitaría y ascendería al cielo para sentarse a la diestra del Padre. Este es el verdadero sentido de la Navidad; una fiesta espiritual, donde lo importante es el nacimiento de Jesús.

La Navidad (en latín nativitas, ‘nacimiento’) es una de las festividades más importantes del cristianismo, junto con la Pascua de resurrección y Pentecostés. Esta solemnidad, que conmemora el nacimiento de Jesucristo en Belén, se celebra el 25 de diciembre en la iglesia católica, en la iglesia anglicana, en algunas comunidades protestantes y en la mayoría de las Iglesias ortodoxas.

La Iglesia en su misión de ir por el mundo llevando la Buena Nueva ha querido dedicar un tiempo a profundizar, contemplar y asimilar el Misterio de la Encarnación del Hijo de Dios; a este tiempo lo conocemos como Navidad. Cerca de la antigua fiesta judía de las luces y buscando dar un sentido cristiano a las celebraciones paganas del solsticio de invierno, la Iglesia aprovechó el momento para celebrar la Navidad.

La Navidad es un tiempo para renovar la fe en Dios, amar a los demás, y poner en alto el amor y la paz; es el momento oportuno para agradecer por todo lo bueno y de poder mirar con una perspectiva esperanzadora todo el camino que nos falta por recorrer, de poder acercarnos a nuestros seres queridos y convertirnos en personas más sensibles con todo lo que nos rodea. Además, es momento para compartir con las personas queridas y para dar, no solo para recibir.

Deseo para todos una feliz navidad y prospero año 2020 y en especial al público lector de mis artículos, artífices de mi inspiración a la hora de escribir.
qcfanny@hotmail.com

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