Opinión

Mis adultos mayores: Anécdotas y refranes de nuestros mayores

A principios de 60, estando yo recién casada, estaba yo con unos pájaros en la cabeza… Un día cualquiera fui a comprar el mercado, y me llevé varias cosas de la frutería.
viernes, 17 noviembre 2023

Hola, saludos a todos. Hurgando en redes, me encontré con este precioso regalo de la Internet que comparto con ustedes.

Es un libro que recoge historias producto de experiencias, situaciones sorprendentes, divertidas, curiosas o con significado profundo, narradas por los usuarios de la red de Centros de Mayores y Residencias del Servicio Regional de Bienestar Social.

Cada cuento se ha relacionado con un refrán tradicional que complementa el sentido de la historia narrada. La edición es de la Comunidad de Madrid, Consejería de Asuntos Sociales, Servicio Regional de Bienestar Social. Disfruten.

• “No da quien quiere, sino quien quiere y tiene” Algo para el billete. Es una anécdota de Guillermo Rojo Navajo (85 años). Soy de un pueblo llamado San Miguel de Bernuy, partido judicial de Cuéllar, provincia de Segovia, como se decía antiguamente. La anécdota que quiero me sucedió yendo al pueblo, desde Madrid, cuando estaba en la mili.

Para ir al pueblo solía coger el tren, que era el transporte más barato. Cuando ya estaba montado, de pronto me di cuenta de que no sabía si tendría dinero para pagar el billete. A esto le iba yo dando vueltos, cuando me encuentro delante de mí a un soldado cuya cara me sonaba.

Resultó ser un chico de Tejares, pueblo cercano al mío, al que conocía. “Ya tengo a quien pedirle”, me dije. Cuál no sería mi sorpresa: antes de que yo le pudiera decir nada, el chico se me acerca: “Oye Guillermo, ¿no podrías dejarme algo para el billete, que no llevo nada?”. “¡Me cachis en la mar!” -me dije-, “¿a mí vienes tú a pedirme?”. Finalmente, resultó que sí llevaba yo dinero; no mucho, pero sí lo suficiente como para pagar mi billete y darle algo al chico del pueblo vecino.

“No da quien quiere, sino quien quiere y tiene” Refrán que transmite la idea de que para ayudar a alguien no es suficiente con tener la voluntad de hacerlo, sino que hay que tener también capacidad suficiente.

Curiosamente, existe y se utiliza también este refrán en sentido contrario, con una leve reformulación: “No da quien tiene, sino quien tiene y quiere”; en este caso, la máxima indica que tener la capacidad suficiente para ayudar a alguien no implica hacerlo; lógicamente, también hace falta voluntad.

• ¡Estás en Babia!. El monedero perdido.

Una anécdota de Feliciana de las Heras (77 años). Residencia de Mayores de Arganda del Rey. Feliciana de Las Heras (R. M. Arganda del Rey) nació Loeches, provincia de Madrid. En esta localidad, conocida por ser el pueblo de origen de Casa Ducal de Alba, ha residido prácticamente toda su vida. Trabajó algunos años en la zona de Bravo Murillo, en la capital, como interna en una casa.

A principios de 60, estando yo recién casada, estaba yo con unos pájaros en la cabeza… Un día cualquiera fui a comprar el mercado, y me llevé varias cosas de la frutería.

Lo metí todo en un capacho de esparto, y al llegar a casa repartí la compra en los cajones de la parte de abajo de la nevera: judías, zanahorias, acelgas, alcachofas…
Al rato, me tenía que ir a algún sitio. Y cuando voy a salir, no encuentro el monedero. Yo siempre lo dejaba encima de un mueble, pero ahí no estaba. Me puse a buscarlo por todos los rincones. Al poco, llegó mi marido: ‘Desde luego, tienes una cabecita’, me dijo.

Buscamos y buscamos, pero no apreció. Volví a las tiendas en las que había estado ese día, recorrí el mercado… Nada, no hubo manera. Ya lo daba totalmente por perdido, y eso que me parecía extrañísimo.

Hasta que cinco o seis días después, de pronto voy a sacar algo del cajón de la verdura… ¡y ahí me encuentro el monedero, bien fresquito! “¡La madre que me parió!”, exclamé.

Mi marido se partía de risa:-¿Qué, no faltarán algunos cuartos? -¡Nada, ni una perrilla!

¡Estás en Babia!”. La expresión hace referencia a una comarca leonesa en la que los reyes de León pasaban largas temporadas, hasta el punto de que cada vez que en la corte había que justificar su ausencia, fuese o no cierta, se recurría a esta fórmula, que desde entonces se hizo popular: “Están en Babia”.

Estamos llenos de historias y de alguna forma desde pequeños nos han hecho saber que los refranes son máximas de experiencias, casi que códigos de comportamiento.

Seguiré con el libro la semana que viene. Es una publicación española, puede que algunos de los refranes sean universales.

Si se les ocurre una anécdota asociada a algún refrán, no duden en escribirme y autorizarme a la publicación. “Hasta aquí me trajo el río”.

Hasta el próximo viernes.

Psicóloga y abogado Maria Quiroz.

Instagram @mariaquirozr

Correo electrónico mariaequirozr@gmail.com

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