Opinión

Laissez-Faire (dejar hacer) o ¿cómo se educa a un gobierno?

Perdón si soy insistente (y no quiero ser cáustico), pero, existe otra frase, un poco más antigua, que deviene de la época medieval : “La virtud está en el centro cuando los extremos son viciosos”.
miércoles, 18 enero 2023

No en vano Santa Teresa de Jesús, nos alertó con esta frase: “No son buenos los extremos, aunque sea en la virtud”.

Ella, aristotélicamente reflexionaba acerca de la posición de la virtud como discernimiento del ser humano: La virtud está y debe estar en el punto medio.

Y, yo pienso que todas las decisiones, en general deben tener un sitial equitativo, desde lo igualitario y lo tolerante, todo ello sustentado en la integridad y sensatez como mecanismo que ayude a los otros, sean quienes fueren, y que permitan vislumbrar otras formas de pensar y de conductas para relacionarse armónicamente con los demás.

Ello evitaría calificativos no tan saludables como el de: “Caprichoso (a), Antojadizo (a)” o uno más académico, sin género, pero también no muy bueno como apodo: una persona “voluble”. Sea infante o adulto.

Perdón si soy insistente (y no quiero ser cáustico), pero, existe otra frase, un poco más antigua, que deviene de la época medieval : “La virtud está en el centro cuando los extremos son viciosos”.

Que, a la larga, puede significar sobre algo, por ejemplo, la virtud, que considerada por exceso o por defecto puede mutar y transformarse en un vicio. Sirva lo anterior como preámbulo, de un tema por demás interesante que ilustra el título de este artículo como lo es el: laissez-faire.

Pero, yéndonos al marco familiar, a un aspecto tan importante como la crianza de los hijos resulta que esta responsabilidad se presenta como una problemática aún sin resolver, puesto que como señalan muchos psicólogos, no existe metodología concreta que señale a ciencia cierta la mejor forma de criar a nuestros hijos, sobre todo si también es innegable que la naturaleza humana no es perfectible y siempre está sujeta a falencias que no deseamos, pero ¡que están allí!.

Se habla con mucho entusiasmo de una notoria “disciplina positiva”, sustentada en la praxis para criar sin condicionamientos, tales como la educación con premiación o correctivos (castigos).

Eso me obliga a recordar y esgrimir una frase del pueblo: “Ni tan calvo ni con dos pelucas”, que puede identificarse en que algunos padres no se van a los extremos de castigar a sus hijos, pero incurren en el error de irse hacia el otro extremo: premiarlos excesivamente, sin merecerlo.

Y, cayendo en una especie de “chantaje soborno”, que puede convertirse en un círculo vicioso padres hijos. La “disciplina positiva”, es una buena pauta que de alguna manera permite enseñar a comprender a los padres qué necesidades y motivaciones hay detrás del comportamiento de sus hijos y, una vez lo entienden, logren manejarlo mucho mejor.

Pero eso sí, sin caer en los extremos. Veamos pues, cuáles son los principales beneficios que aporta la disciplina positiva al criar a los hijos.

Para acercarnos a ella, debo señalar que pudiera identificarse con la crianza democrática, contraria totalmente a la tradicional autoritaria, o con la permisiva o Laissez-faire.

Demás estaría explicando, que, en la autoritaria, los padres asumen el papel de autoridad en donde se utiliza el mando, dominio, intimidación y castigo como formas para lograr la sumisión del niño. Mientras que con la crianza Laissez-faire la podríamos identificar diametralmente opuesta al modelo autoritario, aunque no por ello mucho mejor.

¿Por qué el subrayado anterior?. Muy sencillo, porque en este método de crianza, los padres (o los maestros), no establecen límites, no existen reglas para la actuación de los niños.

Este tipo de progenitores o docentes, asumen una total “despreocupación” en cuanto a la satisfacción de las necesidades o la educación de ellos, sustentando en oportunidades su actitud en culpabilizar a otras personas acerca de la mala conducta de sus hijos o simplemente consienten en todo para evitar “conflictos”.
Naveguemos ahora hacia un norte diferente.

Abordemos escenarios empresariales, de gerencia. Para distintos autores, en la actualidad, se habla de liderazgos empresariales tales como: el Autoritario, Democrático, Laissez-faire, Transaccional, Transformacional y el Situacional (Y quién sabe cuántos más).

Por supuesto me identifico e inclino por el democrático, opuesto sin dudarlo, al autoritario, y al mismo Laissez-faire. Así pues, en cuanto al democrático, él se caracteriza por la promoción de la participación en todo un grupo de individuos, se consulta a cada uno de ellos y se solicitan y consideran las opiniones antes de tomar decisiones, hay por tanto diálogo que induce a una membresía satisfactoria que se manifiesta en un agregado de valor para todos.

En cuanto al Laissez-faire, es un vocablo francés, que en estricto castellano quiere decir “dejar hacer, dejar pasar”, se identifica por la poca intervención del líder en la toma de decisiones, y ello, dicen, ofrece máxima libertad a los empleados y trabajadores, en general.

Ahora, aquí viene lo bueno, perdón a lo malo, “al dejar hacer”. No se crea que estos estilos se quedan tan sólo en el plano de los niños y su crianza, o en el sector organizacional.

Podríamos extrapolar este fenómeno, metodologías, métodos o simplemente técnicas a cualquier edad y aún más no sólo a nivel individual sino colectivo, verbigracia organizaciones tales como las empresas y yendo más lejos hasta la mismísima gobernanza de un país.

Dicho todo lo anterior como prólogo, ahora quiero explayarlo en un son de crítica reflexiva con lo ocurrido en la patria venezolana. Sobre todo, desde hace más de 20 años, desde la época democrática hasta nuestros días, bajo un régimen dictatorial.

Un régimen que como Atila y los Hunos, arrasaron con nuestra Patria, sobre ellos podemos constatar que “Bajo las fuertes patas del temible caballo de Atila no volvía a crecer la hierba ni vida alguna”
El pueblo venezolano y en especial la mal denominada “oposición” política ha venido actuando de manera no intencional, por omisión o definitivamente con un comportamiento vergonzoso e intencional bajo la letanía del “dejar hacer” o simplemente el consabido Laissez-faire frente al régimen.

Para ello, volvamos sobre nuestros pasos dados en líneas iniciales de este escrito. Antes, debo ser honesto con todos y conmigo mismo al confesar que no estoy consustanciado con lo autoritario, si con lo democrático y un poco incrédulo, heterodoxo, bajo un razonamiento docto, ante el “dejar hacer” o más estrictamente “dejar pasar”, como ya lo he asumido en líneas anteriores de este artículo.

Lamentablemente, hemos sido condescendientes, demasiado honestos, hasta alcahuetes, frente a la conducta y actitudes anti ciudadanas del régimen chavista – madurista desde sus pininos.

Quiero insistir en repetir algo que muchas veces hemos oído de otras fuentes, me refiero históricamente a cuando en Venezuela recién se instalaba el régimen chavista por allá en el año 1999, y nos alertaban: “Ojo tengan cuidado, fíjense lo que ocurrió en Cuba”. Y, nosotros lerdamente contestábamos: ¡No mijo! ¡Venezuela no es Cuba!. El tiempo y los desastres que nos han ocurrido son nuestro espejo retrovisor. Pero, algo grave y paradójico, es que ahora nosotros como país lo manifestamos a otros países y nadie le para a esa conseja. ¿Será verdad entonces el lema de que “Nadie aprende en cabeza ajena”? .

¿Será?

Y, es que verdaderamente como pueblo (perdón, nuestros políticos de oposición), han actuado usando un liderazgo Laissez-faire ante el régimen actual. ¡Serán “argunos”!

Responderán con mucha razón muchos venezolanos, un 95% de ellos. Sin temor a equivocarme.

Para muestra un botón. Un ejemplo, desagradable, sobre todo en este mes de enero de 2023, se cumplió, cuando determinados grupos políticos, a los cuales no les hemos dado permiso para representarnos como oposición, con sus acciones han entristecido y desilusionado una vez más al pueblo venezolano con una conducta reprochable, han “dejado hacer”, han “dejado pasar”.

Todo ello bajo una hemorragia o más bien diarrea sistemática de los célebres diálogos régimen – “oposición”. Sin olvidar, porque está “prohibido olvidar”, que con esos mamotretos de reuniones dejaron a esa oposición grandes satisfacciones en lo turístico y por supuesto en lo crematístico.

Nadie se come el cuento de que tanto al inicio de esas tertulias como al final iban a estar sin “cobres” para comprar sus “souvenirs” tan preciados e importantes, sobre todo para el pueblo venezolano. ¡Sí, Luis! ¿Será que por fin echaremos un “parao” a nuestra despreocupación, derivada de la desilusión causada por esa oposición que nunca rindió cuentas al pueblo venezolano?.

Pueblos del mundo: Estamos tristes, pero no arrodillados, aun menos rendidos, no es sino una mala experiencia. Venezuela hará una demostración más de su sentimiento y raigambre al no aceptar que los politiqueros actúen nuevamente en actitudes laissez faire.

Ese “liderazgo” traidor debe ser execrado y cambiado por otros venezolanos honestos y proactivos que marquen el destino de libertad y democracia que Venezuela requiere urgentemente.

¡Se acabó el laissez faire ante el régimen oprobioso!. ¡Están listos, y el pueblo opositor verdadero ya está preparado! ¡Existen límites, existen reglas para la actuación del venezolano verdadero, pero muchísimo más para los otros: los del régimen y los cohabitantes de este!

Será cierto, que según rumores, algo muy grave, gravísimo ha ocurrido con nuestra soberanía territorial en días recientes. Se dice en redes sociales que el régimen ha hecho entrega de un millón de hectáreas de tierra venezolana a los iraníes en “Sierra Imataca” del estado Bolívar, Zona profusa de grandes riquezas minerales tales como oro, hierro, coltán, diamantes, hasta uranio, madera.

Todo ello ha venido ocurriendo con violación expresa de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela. Ojalá no sea verdad, ojalá sea una simple mentira, porque lamentablemente estamos siendo nuevamente burlados y saqueados flagrantemente y lo más triste, sentirnos avergonzados por ser utilizados por desconocimiento de los hechos, como laissez faire, dejando hacer, y por supuesto, sumados, una pequeñísima pandilla de vende patrias que con suficiente irresponsabilidad les importa un pito lo que está pasando, Ya basta.

Por eso, venezolanos como los docentes, personal administrativo y obrero, enfermeros, trabajadores de Guayana y todo el personal de la administración pública, sin directrices políticas o politiqueras, todos dispuestos a enfrentar y salir de este régimen dictatorial. No se puede desperdiciar este momento. Viva Venezuela. Llegó la hora.

“La falta de compromiso por parte del líder y una compenetración escasa con los miembros del equipo, lo que tiende a disgregarlos”.

“La corrupción es un mal inherente a todo gobierno que no está controlado por la opinión pública.” (Ludwig Heinrich, Edler Von Mises)

Canadá, enero 2023

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