La Gran Jugada: Venezuela entre los mejores del mundo
El VIII Campeonato Mundial de Fútbol de Salón de Selecciones Mayores Masculinas, organizado por la Federación Internacional de Fútbol de Salón (FIFUSA), se llevó a cabo en la vibrante ciudad de Bucaramanga, Colombia.
Este prestigioso evento deportivo, celebrado del 13 al 22 de septiembre de 2024, marcó un hito en la historia del fútbol de salón a nivel internacional.
La competición no solo destacó por el alto nivel de los equipos participantes, sino también por la impecable organización y el fervor de los aficionados locales, que estuvieron en las gradas y contribuyeron a un ambiente inolvidable.
El campeonato no solo dejó una profunda huella en los registros deportivos, sino que también consolidó el papel de Colombia como un epicentro del fútbol de salón mundial, reafirmando la relevancia y el crecimiento continuo de este deporte en el panorama internacional.
En el VIII Campeonato Mundial de Fútbol de Salón, el quinteto venezolano, conocido como los “chamos bolivarianos”, respondió con creces a las expectativas de la entusiasta familia del fútbol de salón en Venezuela.
Desde el inicio del torneo, los jugadores demostraron su calidad y determinación, avanzando con firmeza y superando cada desafío que se les presentó.
Con esfuerzo y dedicación, fueron escalando posiciones, enfrentándose a los equipos representantes de otros países y mostrando un juego dinámico, estratégico y lleno de pasión.
Su progreso constante los llevó a destacarse entre los mejores tres equipos del mundo, reafirmando no solo el talento individual de los jugadores, sino también la fortaleza colectiva del equipo.
El desempeño de Venezuela en este campeonato no solo llenó de orgullo a su nación, sino que consolidó su posición como una potencia en el panorama global del fútbol de salón.
El desempeño de los venezolanos en el rectángulo de juego fue solo una parte del espectáculo que el seleccionado brindó a su apasionada afición.
Más allá de lo que se vivió sobre el tabloncillo del Coliseo Bicentenario Alejandro Galvis Ramírez, los jugadores venezolanos despertaron intensas emociones entre sus seguidores, tanto en las gradas como a lo largo y ancho de toda la competición.
La presencia constante y el fervor de la comunidad venezolana se hicieron sentir en cada encuentro, con cánticos, banderas y un inquebrantable apoyo que motivó al equipo en los momentos más exigentes.
A través de su entrega y compromiso, los “chamos bolivarianos” no solo representaron a Venezuela dentro de la cancha, sino que, fuera de ella, lograron unir a sus compatriotas en un sentimiento de orgullo y esperanza que trascendió fronteras.
La conexión emocional entre los jugadores y su afición fue un factor clave en el éxito del equipo, creando una atmósfera que hizo del torneo una experiencia inolvidable para todos los venezolanos presentes y aquellos que siguieron el campeonato desde la distancia.
El quinteto que representó con orgullo al gentilicio venezolano en el VIII Campeonato Mundial, celebrado en el hermano país de Colombia, protagonizó una destacada actuación al asegurar el tercer lugar de manera contundente.
En un duelo vibrante frente al siempre competitivo equipo de Argentina, los venezolanos lograron imponerse con un marcador final de dos goles por cero. Sin embargo, más allá de lo que refleja el resultado, el encuentro estuvo lleno de intensidad y emociones, ya que Argentina no facilitó el camino.
A lo largo del partido, los jugadores venezolanos demostraron su disciplina táctica, solidez defensiva y capacidad ofensiva, imponiendo su juego y marcando la diferencia en los momentos clave.
Cada jugada fue una prueba de la superioridad técnica y mental del equipo de Venezuela, que, con determinación y espíritu combativo, supo gestionar la presión y llevarse la merecida victoria.
Esta actuación no solo coronó su paso por el torneo, sino que también dejó una huella imborrable en la memoria de los aficionados, consolidando a Venezuela como un referente en el fútbol de salón a nivel internacional.
La selección de Venezuela, que brilló en el VIII Campeonato Mundial de Fútbol de Salón de Selecciones Mayores Masculinas, organizado por la FIFUSA, estuvo conformada por los jugadores: Laguna Roxwuill, Juan Ramírez, José Falcón, Eduardo Baracaldo, Yorman Escorihuela, Víctor Parada, Jhonathan Rivas, Juan Quintana, Eduardo Pantoja, Ricxon Arguello, Jhonaiker Rengifo y Ricardo Velásquez.
El cuerpo técnico también jugó un papel fundamental en el éxito del equipo, integrado por José Zambrano, Ángel López, Alberto Manzano, Londrin Rojas y Jimy Niño.
La final del campeonato la jugaron en reñido encuentro las selecciones de Colombia vs Brasil, ganando el título el quinteto colombiano con marcador de dos goles por uno.
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