La Gran Jugada: Cruzar la meta
El propósito de una cantidad importante de atletas es cruzar la meta, pero cuando y como hacerlo algunos no lo tienen definido. Algunas personas olvidan la formación del ciudadano y se proponen construir al campeón, sin importar del que o como hacerlo; son muchos los ejemplos a seguir en función de que se pueden hacer conquistas importantes, aun cuando el lugar en el que finalice la competencia no sea el que permita estar en el pódium.
Tal es el caso de la atleta Gabriela Andersen, cuando en los Juegos Olímpicos Los Ángeles 1984, llegó en el puesto número 37, y aun así, se ganó la ovación de todo el público asistente en las instalaciones donde se celebraron las competencias atléticas.
Además, debido al incidente donde ella fue la protagonista, la organización que rige el atletismo en el ámbito mundial la inmortalizó creando el artículo “Andersen Scheiss,” el cual permite, que los atletas reciban atención medica sin ser descalificados de la correspondiente competencia.
Cruzar la meta debe ser ganancia para muchos, para la mayoría, para quienes están pendiente de construir la formación ciudadana, esa que a cada momento gran parte de la sociedad expresa que mucha falta hace y que en tiempos pasados fue mejor en relación a las buenas costumbres.
Hay que hacer la posibilidad de que los valores aumenten de la forma que se ha soñado: para ser campeón, se debe construir con investigación, y la acción correspondiente; se debe estudiar el y los deportes, y estudiar no es sólo hacer presencia en la academia, estudiar es más que estar en los centros de estudios, y por eso es que hacen falta entrenadores que motiven, que investiguen, y que sean líderes en primer lugar de ellos mismos, y luego de las personas que se pretende dirigir o formar.
En cuanto a la formación, la ganancia que se obtiene, es de gran profundidad en todos los aspectos; se debe comenzar por no creerse el mejor, pero hacer la lucha contra sí mismo para serlo tiene mucha valoración, que no sólo en lo personal se puede visualizar, sino que también es observada por nuestros prójimos, quienes ven el avance como buen referente para imitar o mejorar.
Amigas y amigos lectores, hay que cruzar la meta, pero debe hacerse con propósito, y hacer la posibilidad de superar las adversidades que se presenten en la ruta que se ha trazado; superación que se debe hacer en los mejores términos, sin herir, sin colocar u ordenar la zancadilla para que otros caigan; porque cuando otros caen no pueden emular, ni seguir el buen ejemplo que se aprende estando de pie.
Es importante cruzar la meta, también reviste de mucha importancia que al hacerlo se deje el buen referente, tal como lo hizo Gabriela Andersen; así como lo han hecho algunos salonistas, dentro de los que se pueden señalar está la selección Venezuela que participó en el Mundial de Fútbol de Salón Argentina 1994, quienes pese a estar invictos, fueron eliminados de la competencia, y dejaron la competencia con la sensación de que pudieron estar presentes en la final del certamen de la máxima categoría internacional del año antes citado.
También como cuando un importante dirigente del salonismo colombiano dijo en el Mundial Bolivia 2000, “somos campeones, pero faltó ganarle a Venezuela.” Son marcas, que quedan como referentes.
Cruzar la meta, tiene un ingrediente agradable, y por tanto se debe trabajar por ello, y para ello. Familia salonista, están invitados a hacer la posibilidad de cruzar la meta, sólo eso cruzarla, ya que hacerlo, es el inicio de otra competencia haciendo la corrección de los errores que no permitieron la ubicación soñada.
Lectores, gracias por la posibilidad de estar con ustedes y hasta la próxima oportunidad, para contactos @joseceden.
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