La decisión consciente de ser madre es clave para disfrutar el rol

A propósito del Día de la Madre en Venezuela, quiero honrar a las madres venezolanas que se esfuerzan y se han esforzado por el bienestar de sus hijos. Es un rol que cuando se toma de manera consciente, trasciende dificultades y desafíos.
En la Venezuela de hoy a muchas madres nos toca celebrar este día lejos de nuestros hijos, por diversas razones y una de ellas es la migración que nos separa. Sin embargo, ser madre trasciende la distancia física, el paso del tiempo e incluso cuando los hijos han desplegado sus alas y construido sus propios caminos.
La decisión consciente de ser madre
Soy una fiel creyente de la decisión de ser madre. Estoy convencida que cuando se asume este rol desde la conciencia de querer serlo, el camino se hace más fácil. La vida fluye con más plenitud y bienestar en esa dupla, madre e hijo (a).
Desde mi punto de vista, ser madre es una elección, un acto de voluntad consciente y profundo. No es una sorpresa que irrumpe en la vida, sino una decisión que, cuando se toma con planificación y deseo, se convierte en una fuente inagotable de motivación e inspiración y sí, la vida se transforma, pero no como una limitación, sino como una expansión del ser. Se abre un universo de nuevas experiencias, desafíos y alegrías que enriquecen nuestra existencia de manera inimaginable.
Sin embargo, la realidad nos muestra que no siempre la maternidad llega de esta manera ideal. Cuando el rol se asume sin planificación ni deseo, el camino se torna más empinado. La falta de preparación emocional y práctica puede generar una sensación de sacrificio en lugar de plenitud, dificultando el disfrute de esta etapa vital.
El reto de ser madre soltera
Aunque la maternidad no es un acto unipersonal, muchas veces la mujer se queda sola al cuidado de su hijo (a). Quiero expresar mi admiración a la fortaleza de estas mujeres “echadas para adelante” que enfrentan un doble desafío: la crianza y la manutención de sus hijos.
En ese contexto, cultivar la seguridad en sí mismas, la planificación meticulosa y una organización impecable se vuelven herramientas esenciales para navegar las complejidades del día a día. En muchas ocasiones esta mujer aplaza sus planes, sin embargo en esta exigente realidad, es crucial recordar que la vida de una madre soltera no se anula; al contrario, se fortalece a través de la resiliencia y la capacidad de salir adelante. Buscar activamente oportunidades para el crecimiento personal y profesional se convierte en la prioridad para su bienestar integral y el de sus hijos. Ellas también han comprendido que los hijos nunca deben ser la excusa para permanecer en una relación dañina o insatisfactoria, que al final afectará la estabilidad emocional y desarrollo personal de ellas y de sus hijos.
Honrar a la madre
Sabemos que este es un mandamiento de Dios, pero ¿cómo hacerlo?:
- Reconociendo y agradeciendo su entrega constante, su amor incondicional y el esfuerzo que ha dedicado a nuestra crianza, incluso cuando no siempre lo ha hecho como hubiésemos querido.
- Escuchándola con empatía, valorar sus consejos (aunque a veces nos parezcan anticuados).
- Brindàndole apoyo y cariño en cada etapa de su vida, especialmente cuando atraviesa etapas críticas debido a la edad, el deterioro cognitivo o dificultades físicas o mentales.
- Con paciencia infinita, compasión y comprensión, guías para actuar con la mayor delicadeza y respeto en toda la relación.
- Cultivando nuestra fortaleza emocional.
- Evitando cualquier forma de maltrato, humillación o sufrimiento.
Honrar a la madre es un testimonio del amor incondicional que trasciende las capacidades físicas o mentales. Es un recordatorio de que los lazos familiares son un refugio seguro en todas las etapas de la vida. Y es una oportunidad para honrar la vida y el legado de quien nos dio la vida, con la misma entrega y amor que ella nos brindó.
Para la nueva madre
Quiero que sepas que no existe un manual para la madre perfecta, eso no existe. Sin embargo, puedes tomar la batuta de tu maternidad y construir una relación basada en el amor incondicional, la conciencia plena y el bienestar mutuo. Para ello:
- Elige conscientemente una maternidad informada, amorosa y respetuosa.
- Prepárate psicoemocionalmente, es lo mejor para ti y para tus futuros hijos.
- Explora tus heridas emocionales, busca comprenderlas y gestionarlas.
- Comprende los patrones de comportamiento que has repetido y transfórmalos en experiencias que te enseñan a ser mejor persona.
- Cultiva tu inteligencia emocional, desarrollando habilidades de comunicación asertiva, aprendiendo a gestionar tus emociones y así poder acompañar a tus hijos de manera saludable.
- Recuerda que la vida no se paraliza con la llegada de los hijos. Toma un nuevo impulso.
- Comprende que la maternidad no significa renunciar a la propia identidad y desarrollo personal. Al contrario, puede ser una fuente de crecimiento, aprendizaje y nuevas perspectivas.
- Sè consciente de que habrá desafíos, errores y momentos de duda en los que mantendrás el compromiso de aprender y crecer junto a tus hijos.
Definitivamente, una madre que se cuida a sí misma, que se nutre y busca su propio bienestar, está en una mejor posición para criar hijos felices y seguros.
¡Feliz Día de las Madres!