Opinión

La culpa es de la vaca, perdón, de las sanciones

Lo anteriormente citado, da risa y dolor porque sin lugar a duda es un retrato exacto del accionar del régimen actual. Pero, volviendo sobre la realidad tangible, por lo menos sensible.
miércoles, 17 mayo 2023

Acaba de ocurrir una tragedia más en la que pierden la vida venezolanos, específicamente emigrantes forzados por el régimen dictatorial venezolano.

Ellos intentaban buscar otros lares en donde sus esperanzas de libertad y mejor vida les favoreciesen. La infausta noticia “Mueren siete venezolanos al ser atropellados violentamente por un vehículo en Texas, EEUU”.

Además del luto que trae para Venezuela este nuevo y triste acontecimiento, es de presentir que seguramente algún personaje del régimen actual chavista dirá que ello “ocurrió por culpa de las sanciones del Imperio de EEUU”. “Perdón! Por culpa de la vaca”.

¿Pero por qué me trae a colación esa expresión o pregunta?

Lamentable que sea esta desdicha de suceso que me retrotrae a aquel libro “La culpa es de la vaca”, de Jaime Lopera Gutiérrez y Marta Inés Bernal Trujillo (2002).

Por cierto, texto lleno de una reflexiva recolección de anécdotas, parábolas, fábulas bien interesantes y de lectura muy agradable. Nos cuentan sus autores que el titulo nació de una “mala” costumbre porque a veces actuamos (argunos) así, cuando no encontramos un culpable de las cosas que nos pasan y entonces somos capaces de responsabilizar a cualquiera, persona o animal que se nos ocurra, con tal de no comprometernos y aceptar nuestros errores.

En ese orden, es esa una tradicional e inveterada costumbre que algunos humanos tenemos de echarnos la culpa los unos a los otros cuando llegan las complicaciones.

Así entonces, en esa extraordinaria historia, la vaca simboliza todo aquello que nos mantiene atados a una vida de mediocridad que es representada como excusa, pretexto, creencia o justificación que invita al conformismo e impide utilizar nuestro potencial al máximo. Como parte del pensamiento de los autores del libro, me permito presentarles un fragmento del prólogo:

“Si no encontramos fácilmente un culpable de las cosas que nos pasan, somos capaces de responsabilizar a un animal, al destino, al horóscopo, a otras personas, a lo que sea, con tal de no comprometernos con el cambio.” Y, dan más claridad los autores al asunto, cuando expresan lapidariamente, que:
“El miedo a este compromiso es de tal magnitud que sólo pensamos en el cambio como una exigencia para los demás: quien debe cambiar es mi pareja, mi jefe, el gobierno, el neoliberalismo, el establecimiento… Todo y todos, menos yo; soy perfecto y no necesito cambiar nada. El problema, cualquiera que sea, es de los demás, no mío.”

Lo anteriormente citado, da risa y dolor porque sin lugar a duda es un retrato exacto del accionar del régimen actual. Pero, volviendo sobre la realidad tangible, por lo menos sensible, la triste realidad es que estas nuevas víctimas habrán de sumarse a una dilatada cantidad de compatriotas que han perecido por culpa de un régimen que ha cometido todo tipo de crímenes de lesa humanidad y que sabe indefectiblemente que tiene los días contados para pagar ante la justicia de Dios y los hombres a nivel nacional e internacional (CPI).

Pero ¿hasta cuándo el pueblo venezolano puede aguantar tanto desprecio y menoscabo de su dignidad? Recientemente, el pasado 1 de Mayo, nuevamente violan los derechos humanos y con ello se vuelve a cometer crimen de lesa humanidad cuando descaradamente se somete a la población a la miseria salarial de 5$ mensuales, reduciéndolos a sobrevivir o más bien convertirlos en esclavos, debido a que esa ínfima, miserable cantidad de dinero les impide vivir como seres humanos.

En otras palabras, el futuro de empleados y obreros del sector público y también del privado, tienen y serían “individuos de número”, no de una Academia, pero si de un escenario dantesco: el Genocidio. Lo grotesco e inverosímil es que sea precisamente un “presidente obrero” el victimario. ¡Qué paradoja!

Y la gente, el 95 % de los pobladores, nosotros pues, decimos: “Pero, no se quieren ir. Pero, se tendrán que ir pues por los “vientos que soplan (,,,,)”. Por lo menos, ya tienen y saben que así será, y que hay y “late en la cueva” una inminente y futura Presidente de la República, la “Dama de hierro” que no cederá y que irá hasta el final: María Corina Machado Parisca.

Y, de nuevo, posiblemente, habrá quien en forma pertinente podrá decir que la: “culpa no es de la Vaca sino del Vaco”, perdón, “no es culpa de las sanciones sino de ‘las correctivas’ de EEUU”. Veanse a continuación las siguientes frases alusivas:

“Cuando era niño me decían que cualquiera puede llegar a presidente. ¡Ahora lo creo! “(Clarence Darrow)

“El que ha perdido el respeto de sí mismo no sabe ya mandar ni conducir” (Friedrich Nietzsche).

“Los pueblos a los que no se hace justicia, se la toman por sí mismos más pronto o más tarde” (Voltaire)

“Colgamos a los ladronzuelos y elegimos a los grandes ladrones “(Esopo)

Canadá, 10 de mayo de 2023

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