Hablemos hoy de: Límites

Saber colocar límites en nuestra vida no es una tarea sencilla. Es muy complejo el hecho de establecer líneas que delimiten las fronteras en las que tenemos marcado lo que somos como personas, como seres humanos independientes, únicos y universales.

Está totalmente relacionado con el nivel de identificación y autoestima de nuestra personalidad.

Representa los grados de tolerancia que podemos tener ante situaciones, preguntas o intervenciones de las cuales podamos ser objeto, por parte de personas que no tienen claro lo que significa el respeto a la vida de cada ser humano.

Es muy importante tener claro lo que somos, hasta donde podemos dar, que es lo que queremos expresar, cuanto deseamos comunicar de nuestra vida, y más importante aún, tener bien definidos los límites permisivos de hasta dónde puede llegar otra persona, en la vida de cada uno de nosotros.

Poner límites significa expresar con claridad, y observando el mayor respeto hacia los demás, nuestra posición clara y bien definida, de hasta dónde podemos comunicar aspectos que se relacionen, con lo que a nuestra vida propia se refiere.

Es expresar claramente lo que queremos y necesitamos, sin ofensas ni malas maneras, estableciendo de esta forma un nivel de seguridad personal que genere tranquilidad y seguridad en nuestros valores y principios, y en el control de nuestras emociones que pueden llegar a alterar, las reacciones que podamos tener ante situaciones incómodas.

Debemos dejar bien claro con nuestra actitud asertiva, que simplemente no queremos que las fronteras y límites establecidos en nuestras vidas, no deben ser traspasadas sin nuestro consentimiento.

Ante actitudes totalmente negativas por parte de personas que no saben lo que es el respeto, la empatía, la tolerancia, y lo más importante, que cada ser humano tiene una vida y todo el derecho a conservar su intimidad, debemos entonces expresar con claridad, que existen límites o fronteras las cuales no pueden ser cruzadas de ninguna manera por otros.

Así, seremos responsables con nosotros mismos y estaremos protegidos de abusos y atribuciones fuera de lugar, de personas sin principios ni valores. Y en cierto modo, facilita a las otras personas el conocer quiénes somos realmente.

De la misma manera debemos ser ejemplo de esta práctica, al ser los primeros en no traspasar esos límites que otros también han establecido en sus vidas.

Uno de los aspectos más relevantes en el tema de los límites, es que cuando están bien definidos y los practicamos con absoluto respeto, facilitan el proceso de establecimiento de relaciones sanas, claras y basadas en la honestidad y la mejor comunicación, para ir en consonancia con lo que se dice y se hace.

Cuando establecemos límites, lo hacemos pensando no solo en nosotros, sino también en los demás, pues hay personas que tienen un alto nivel cultural que aplican sus valores en todas sus acciones, tienen sus límites bien establecidos y no se toman la atribución de ahondar donde no se les ha concedido ningún permiso.

Cuando establecemos nuestros límites, lo hacemos pensando en nuestro bienestar físico, mental, emocional, personal y familiar. Incluso con nuestros amigos más cercanos, también existen límites que deben ser respetados.

No debemos sentirnos mal por establecer límites en nuestra vida, debemos tener claro que es una acción necesaria para resguardarnos de ser afectados en nuestra autoestima y valores.

Dejar de lado el miedo, evitar el conflicto, perder el temor a comentarios malsanos, no sentirse culpables ni egoístas, ni creer que podemos ser rechazados, ni que se afectarán las relaciones con otros, y no asumir cargas o responsabilidades de los demás, son acciones que simplemente debemos obviar a la hora de establecer límites personales.

Al contrario, debemos estar totalmente seguros que lo que estamos haciendo, lo hacemos por nuestro bien, y para evitarnos situaciones que puedan afectar el ritmo de nuestra vida de manera significativa.

Con asertividad, respeto y empatía, podemos marcar las líneas de stop, que marquen los límites de hasta donde pueden llegar las demás personas.

Cuando marcamos límites basados en el equilibrio que queremos en la vida, seguro obtendremos beneficios que redundarán en un mejor autoconocimiento, en la seguridad y responsabilidad en cada una de nuestras acciones, en el respeto que me profeso a mí mismo, en el establecimiento de relaciones más sanas con las demás personas, en aumentar mi nivel de autoestima, en mi bienestar y en mostrar mi mejor rostro ante la sociedad, como una persona transparente.

Pero debo colocar límites para alcanzar todas estas cosas. Y para ello, debemos tener claro que debemos controlar nuestras emociones, saber diferenciar lo que estamos dispuestos a aceptar y lo que no, estar seguros de lo que hacemos, aprender a decir no, y tener mucha confianza en uno mismo.

También debemos tener claro, que marcar límites no significa aislarnos ni ver a todo el mundo como una amenaza.

Debemos practicar los valores necesarios que nos permitan creer en las personas, alimentar relaciones sanas, edificar mejores relaciones humanas basadas en los principios más elementales de la vida, y ver la realidad de manera justa y en equilibrio, para que de forma positiva, participemos en el establecimiento de una sociedad que evoluciona hacia un futuro, marcado por la identificación que cada uno debemos tener en una sociedad en equilibrio, fundamentada en el respeto por la individualidad.

¿Sabes qué significa la palabra Satro?

Persona que destaca en una actividad o que es muy admirada, especialmente en el deporte o en el cine.

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