Opinión

Hablemos hoy de: decisiones

En muchas oportunidades tomar decisiones no es nada fácil, pues casi siempre son varias las alternativas para llegar al punto que se requiere para que la decisión que se tome sea la más adecuada y conveniente.
Montilva
martes, 01 julio 2025

No existe duda que la vida es una decisión. Por tanto en nuestro día-día este señor nos acompaña en todo momento. Y de la conciencia, análisis, pensamiento y objetividad con que manejemos los términos para llegar al consenso que necesitamos, podremos tomar decisiones justas, concienciadas, y en perfecto equilibrio con el deber ser.

En muchas oportunidades tomar decisiones no es nada fácil, pues casi siempre son varias las alternativas para llegar al punto que se requiere para que la decisión que se tome sea la más adecuada y conveniente.

Durante la toma de decisiones normalmente se presenta la duda, pues llegar a la decisión final no suele ser sencillo. Se invierte tiempo, emociones y energía, para que luego de dilucidar entre dudas e incertidumbres, y las diversas opciones, podamos llegar al punto de equilibrio que buscamos.

Tomar decisiones es importante, pero más importante aún, es tomar buenas decisiones. Y de esto depende el éxito que podamos tener en la vida, siempre reflexionando y analizando cada decisión que debamos tomar, con la conciencia clara, fresca y sin contaminantes que nos cierren el entendimiento y la lucidez para que seamos asertivos y podamos decidir bien, y lograr así, forjar un futuro claro que nos lleve a buen destino.

Para tomar buenas decisiones debemos buscar momentos en los que nuestra mente y cuerpo esten en cierto reposo o relax. Así podremos con mayor claridad identificar el contenido de la decisión a tomar; valorar la información relacionada con lo que esperas; visualizar el contexto e identificarlas con claridad para evitar confusiones posteriores; debemos analizar los antecedentes o hechos anteriores para no repetir errores y garantizar el éxito; visualizar alternativas que nos abrirán el campo a la selección oportuna y efectiva de lo más conveniente; arriesgarse a actuar para pasar de la palabra a la acción y participar activamente en lo que sea necesario para garantizar la mejor decisión. Y algo muy importante que nunca debemos olvidar, es la revisión de manera consensuada de la decisión tomada, esto te llevara a tener una mejor visión, a donde llegarás y lo que puedes alcanzar con tú decisión.

Aunque no queramos, siempre debemos tomar decisiones, pues si no lo hacemos, estamos dejando el camino abierto para que otros las tomen por nosotros. Y lo más triste, es que de esta manera nos tenemos que someter a lo que otros decidan por no querer participar, o tomar una decisión personal.

Si revisamos con objetividad nos daremos cuenta que las decisiones que tomamos están en sincronía con nuestras experiencias, con la historia de nuestra vida, con nuestras características particulares y con la personalidad que nos define y nos hace diferente a los demás.

Decidir lo que quiero para mí, cómo lo voy a lograr, y quién quiero ser, son tres decisiones primordiales en la vida de un ser humano. Y tal vez suene sencillo, pero es inmensamente complejo. Y para ir desenredando esta telaraña en el camino, contamos con una serie de elementos que están presentes en nuestra vida y que nos ayudarán a encontrar las respuestas adecuadas para lograrlas. Estas son, las enseñanzas que desde muy pequeños recibimos de nuestros padres, las que nos dejan la escuela y los maestros, y un muy importante nivel de autoestima que debemos forjarnos por nosotros mismos para que nos veamos al nivel de los demás siempre. Claro, manteniendo precisamente bien en alto los valores y principios fundamentados por el respeto a los demás y a la vida.

Siempre tendremos que tomar decisiones, y en nuestras manos está tomar las que más nos convengan sin afectar a otros.  

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