Enfrentar las crisis

Todos independientes de la edad, sexo y condición social somos susceptibles de padecer crisis en algún momento de nuestras vidas, y a pesar de experimentarlas de manera diferente hay muchas cosas en común: angustia, inseguridad, temor, convicción interna de que no hay salida o alguna posibilidad de evitar o modificar la situación que nos produce dolor e infelicidad.

Las crisis pueden tener como punto de partida, las preocupaciones y sufrimientos por problemas de dinero, salud, relaciones interpersonales, angustia existencial e inseguridad. Es frecuente la presencia de sentimientos de tristeza y desilusión, acompañados muchas veces de culpa así como de rabia y ansiedad.

De la misma manera en nuestro cuerpo aparecen síntomas orgánicos como dolores musculares, cefaleas, fatiga, estreñimiento, insomnio, exceso o falta de apetito entre otros síntomas; todos como una reacción de adaptación de nuestro organismo, cuando enfrenta una situación que no desea o no espera.

Experimentar esos estados de ánimo con mayor o menor intensidad es normal, siendo lo importante como los maneje; sin embargo hay extremos donde la persona presenta síntomas alarmantes de verdadera incapacidad que amenazan su integridad física, tales como depresiones profundas, anorexia y conductas peligrosas para la salud, casos en los que se debe consultar con su médico de confianza.

En medio de la crisis usualmente el afectado transita por la opciones de la “negación”, afirmando que no pasa nada y que no es tan grave, por las “seudo-soluciones” las cuales agravan el problema como las adicciones, realizar múltiples actividades con el fin de no enfrentar la situación y pensar que los problemas se solucionan solos; así como por la “sustitución”, donde sin reflexionar se cambia bien sea una relación por otra, un trabajo, una deuda, cayendo en lo mismo.

La solución pasa por tomar las riendas de tu vida, haciendo un análisis del pasado con toda responsabilidad y aprender de las equivocaciones o actitudes asumidas, afrontando las consecuencias y asumiendo el compromiso de avanzar, momento donde el problema será percibido con otra realidad, para cambiar y adaptarse a las nuevas circunstancias.
Ante problemas de salud, tal vez no puedas cambiar lo que sucede en el plano físico, pero la actitud mental positiva del paciente y su deseo de vivir marca definitivamente el proceso de la enfermedad.

Hacer conciencia de sus fortalezas y cualidades así como aprender algo nuevo, aumentará sus posibilidades de encontrar motivos para cambiar y superar su realidad. qcfanny@hotmail.com

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