Enemigo público
Puede esperar tres cosas de estas líneas: que efectivamente su nombre no aparezca tal cual; tampoco encontrará ninguna lista de personalidades de gobierno, ni nombres de bacterias, virus o parásitos, ni mucho menos de criminales o del eje del mal; por último y lo más importante es que con su discernimiento, análisis y sentido común, puede ayudar a identificar y erradicar al enemigo público.
El origen literal del término enemigo público, está en la legislación romana, con el concepto de “hostis publicae”, acusación contemplada en la ley para castigar la destrucción violenta, equiparándola al soldado enemigo que lucha contra la república con las armas en la mano. Ahora bien, con la venia de los romanos, me permito agregar que la destrucción no solo puede ser violenta, pues este ciudadano procede sin violencia y con las más amplias facultades a pesar de no portar inmunidad ni salvoconducto alguno.
De este enemigo público se conoce su ubicación y no fue necesaria ninguna tecnología de localización, pues es un hecho confirmado que está enquistado cual guarida, en nuestra sociedad y a pesar que se hace visible en nuestras narices, no lo vemos o nos hacemos los desentendidos; se expresa a viva voz y nos hacemos los sordos. Posee una descripción particular, donde la característica más elocuente que se le conoce es que jura y perjura siempre, que la culpa es de otro.
Figuran otras conductas no menos importantes en este individuo, como la continua pérdida de valores, el conformismo, la mediocridad, la indiferencia y el facilismo. El enemigo público profesa que estamos determinados por los designios de los astros y por ende al puño y letra del signo zodiacal al que pertenecemos, con lo que por antonomasia es un ferviente creyente de que los problemas se resuelven por arte de magia o que Dios proveerá.
Su instrumento diario de trabajo es la costumbre; perniciosa reacción que logra cambiar el enfoque y alcance del campo visual en la percepción de la realidad, para que la situación y circunstancias sean aceptadas como algo normal que no tiene objeto pensar que pueda ser diferente, porque es un convencido que eso no es posible. Paulo Freire la describe en el concepto de opresión, y precisa que la realidad social se radicaliza cuando todos aceptan y se adaptan a ella sin cuestionarla, más aun, sin querer modificarla debido al “miedo a la libertad”.
Ese es el gran secreto del enemigo público, domestica al hombre en su naturaleza e instintos, usualmente con medios de imposición cultural; estrategia que conlleva a la perdida de la original identidad individual y colectiva. Con astucia maneja el ansia de libertad y la enfrenta cara a cara con la indefinición que implica valerse por sus propios medios o renunciar a ella para ganar mayores indulgencias, seguridad, beneficios o prebendas. Diría en este contexto Erich Fromm, hemos debido reconocer que muchos, estaban ansiosos de entregar su libertad, como nuestros libertadores lo estuvieron de combatir por ella.
La actitud en el futuro proclama asumir el no aceptar lo que no debemos aceptar, teniendo presente que el éxito viene por méritos y trabajo propio, y está compuesto según palabras de Thomas Alva Edison por 1 % de inspiración y 99 % de transpiración; pero la inspiración no viene sola, hay que aprender a encontrarla y a manejarla con destreza, por cuanto eso que llaman “don del cielo”, se adquiere con estudio, dedicación, esfuerzo, fatiga y sacrificio.
Somos un planeta de todos contra todos, y no quisiera pensar que el cambio a una sociedad unida, con ciudadanos responsables, creativos y educados, solo será realidad cuando todos en forma global padezcamos la misma calamidad y nos veamos obligados a defendernos en unisonó, ante una gran adversidad que suponga nuestra destrucción o dominio.
Quien reconozca a este enemigo, actor o testigo, reaccione y contribuya impulsando acciones para erradicar su presencia de una vez y para siempre de nuestras vidas; sumatoria que retornará la senda de construir la sociedad que merecemos.
Dra. Fanny Quevedo
Médico Ocupacional
Especialista en Gerencia en Salud.
qcfanny@hotmail.com
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