El poder de la conciencia plena para superar el miedo al miedo

Hablar del miedo parece algo aterrador y negativo. Muchas personas prefieren evitar hablar de esta emoción, aunque la sintamos frecuentemente. Al reconocerla conscientemente nos liberamos de falsas creencias, pensamientos, sensaciones irracionales y de estados muy limitantes. Para lograrlo, primero definámoslo y encontremos el significado que tiene para nosotros. Posiblemente descubriremos que nuestros miedos son más imaginarios que reales y que por no saber reconocerlos podríamos desarrollar estados de ansiedad, con episodios de pánico y fobias ¿Cómo podemos trascender conscientemente el miedo y vivir estados de mayor plenitud? Comencemos por definirlo, conocer su génesis y luego encontrar claves para trascenderlo.

¿Qué es el miedo?

Según el Diccionario de la Lengua Española, es la sensación de angustia provocada por la presencia de un peligro real o imaginario. Sentimiento de desconfianza que impulsa a creer que ocurrirá un hecho contrario a lo que se espera.

Enrique Fernández-Abascal, en el libro Psicología de la Emoción, lo define como “una señal emocional de advertencia de que se aproxima un daño físico o psicológico. El miedo también implica una inseguridad respecto de la propia capacidad para soportar o mantener una situación de amenaza. La intensidad de la respuesta del miedo depende de la incertidumbre sobre los resultados”.

Solvey Viteri, Coach de Vida, lo define desde el punto de vista biológico como “un esquema adaptativo y constituye un mecanismo de supervivencia y defensa que surge en el individuo para responder ante situaciones adversas con rapidez y eficacia”.

De estas definiciones podemos extraer que el miedo a veces es imaginario, no existe la amenaza real, ésta sólo está en nuestra mente.

Igualmente, que el miedo viene nos puede permitir evitar y/o escapar el estímulo que lo provoca y además nos brinda la oportunidad de responder rápidamente ante lo que creemos una amenaza. Considerando cada uno de estos planteamientos podríamos decir que el miedo es una emoción saludable porque nos protege, nos invita a la acción, nos conduce a caminos de bienestar y plenitud. El peligro del miedo es cuando se transforma en irracional o descontrolado, allí estaríamos entrando en el terreno de la ansiedad.

Diferenciemos el miedo de la ansiedad

El miedo hace referencia a la emoción producida por un peligro presente e inminente, ligado a un estímulo y se activa por la percepción del peligro físico o psicológico que afecta nuestro bienestar.

La ansiedad, proviene del término latino anxietas, que significa preocupación por lo desconocido, es decir es la anticipación de un peligro futuro, indefinible e imprevisible.

Por un lado, el miedo es post-estímulo, porque es inducido por un estímulo concreto que lo provoca; y la ansiedad es pre- estímulo, porque el estímulo es anticipatorio y no es del todo real.
Basta con reconocer esta diferencia para que podamos identificar en qué estado emocional nos encontramos ¿en miedo o en ansiedad?

Génesis del miedo

Sigamos descubriéndonos para recuperar nuestra paz interior y potenciar nuestros recursos. Los estímulos que desencadenan el miedo pueden ser de carácter natural o adquirido por aprendizaje. En los primeros, existe la presencia de algo realmente amenazante o la ausencia de algo que brinda seguridad y confianza, por ejemplo, la ausencia-presencia de la madre en la vida de un niño. En los estímulos adquiridos por aprendizaje, el miedo proviene de la identificación con…, sugestiones indirectas a través de los modelos, o aprendizajes por observación.

Así entonces, las conductas desarrolladas frente al miedo no necesariamente se adquieren por experiencias propias, también pueden originarse por la observación e imitación de modelos familiares, sociales o culturales.

Diferentes tipos de estímulos, diferentes causas del miedo

La emoción del miedo ha sido ampliamente estudiada y sigue explorándose la psiques del hombre para aportar mayor bienestar y felicidad a su ser. En este sentido las categorías de los estímulos son:

·Intensidad: inducen al miedo porque son muy intensos (ruidos y dolores).
·Novedad: provocan miedo porque son nuevos y notorios (mudanzas, empleos, extraños)
·Peligros evolutivos especiales: se derivan de la historia de las especies (serpientes, roedores, espacios abiertos y las alturas).
·Interacción social: se derivan del miedo al ridículo, al fracaso. (miedo a hablar en público).
·Estímulos atemorizantes condicionados: los que aprendemos que son peligrosos.

Pasos para trascender el miedo:

No existe una receta mágica para enfrentar el miedo al miedo, sin embargo, podemos compartir acciones que pueden contribuir a superar este estado limitante, tres pasos claves para lograr un estado pleno de conciencia:

1. Contactar con la emoción. Es decir, prestarle atención a lo que piensas y sientes.
2. Reconocer cuál es el beneficio que aporta ese estado de miedo. ¿Cuál es su intención positiva? ¿Qué aporta? Generalmente decimos que no obtenemos nada, sin embargo, reflexionar conscientemente sobre este proceso nos puede revelar qué está detrás del miedo ¿Protección? ¿Evitación? Este nivel de conciencia nos conduce a generar nuevas opciones de abordaje para lograr la intención positiva del miedo sin que entremos en un estado limitante.
3. Practicar Mindfulness, Conciencia Plena. Una forma de hacerlo es con ejercicios de respiración, contemplación y observación de los pensamientos. @yamiletpinto

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