El miedo es libre o la agorafobia de un régimen
El miedo es una emoción desagradable que es provocada por la percepción de un peligro, real o supuesto, presente, futuro o incluso pasado. Es una emoción primaria que se deriva de la aversión natural al riesgo o la amenaza, que se manifiesta en todos los animales, lo que incluye al ser humano.
La máxima expresión del miedo es el terror. Además, el miedo está relacionado con la ansiedad. La somatización de angustias, el movimiento de tripas interno, el chasquear (click) en la mente, el sudar frío, entre otras sensaciones. Pero ¿Por qué tenemos miedo?. En síntesis, es un instinto de supervivencia, quizás en extremo seria la diferencia que puede haber entre estar vivos o muertos.
Se puede entender que el miedo sea libre, pero mas no redentor. La primera parte es ilusoria y la segunda es indiscutible. En épocas pasadas, en que existía un machismo soberbio y de convencimiento casi obligado de seguir las pautas de otros, en que no se podía tener miedos, por ejemplo, pero que al final de cuentas ciertamente no te liberaba de las angustias, pánico y estremecimientos. (Federico Vegas, 1950).
En oportunidades el miedo es tan fuerte e incontrolable que se puede padecer de Agorafobia. Y, ella es en realidad un trastorno de conducta, de interés en estas líneas.
El mismo es un tipo de perturbación representada en profunda ansiedad, que conlleva a tener miedo y evadir zonas o escenarios que podrían estimular pánico y sensación de estar sorprendido, desamparado o avergonzado hasta el punto de estar atemorizado de situaciones en que está ocurriendo algo o que pueda ocurrir en el futuro.
Esta anomalía es muy vinculada con aquellos líderes no democráticos, en general los autocráticos. El “miedoso”, el “agorafóbico” (si existiese el vocablo), teme, por ejemplo, el estar solo en la calle, pero también estar en una multitud o en lugares que no le son familiares.
Es posible que sienta la necesidad de tener un acompañante, como un familiar o amigo, un o unos “guardaespaldas”, que le sirvan de compañía y “protección” en los lugares públicos.
Esa ansiedad, ese pánico, les obliga en casi todas las oportunidades a sentir un miedo tan angustioso que les resulte casi imposible salir de su “burbuja protectora” configurada en su mismo hogar o lugar de trabajo.
Y, hablando de miedos, recientemente, un personaje político venezolano, individuo que en el pasado se identificó como empresario con afinidad chavista, y que en el año 2018 fue candidato presidencial libre y voluntariamente, puso en conocimiento de la opinión pública nacional, que había introducido un recurso contra las elecciones Primarias de la oposición previstas para el 22 de octubre de 2023, fecha que la denominada “Plataforma Unitaria Democrática” (PUD) estableció para seleccionar al candidato presidencial que se enfrentará al régimen chavista madurista en las Elecciones Presidenciales del año 2024.
El mencionado político manifestó vía redes sociales (su cuenta de Twitter), que: “Desde el TSJ estamos introduciendo un Amparo Constitucional contra el Proceso Viciado de primarias, estaremos anunciando todos los puntos y los argumentos jurídicos que llevan a este proceso a tener un carácter de empañamiento”.
Lamentablemente, se ha de señalar que un juez, un fiscal o un abogado estaría bien claro que el citado “carácter de empañamiento” no es cierto, porque en contrario tiene el brillo necesario para aseverar que no hay opacidad jurídica electoral, por lo tanto, las elecciones Primarias no responden a propósitos turbios y menos aún oscuros.
De lo anterior, se puede homologar que el mencionado Amparo Constitucional solicitado es un argumento judicial identificado con una vulgar falacia conocida como “ignoratio elenchi”, que ocurre cuando su autor expone un argumento desemejante al que se discute.
Así pues, se presenta cuando el autor redirecciona la discusión o pasa de un extremo a otro del tema tratado debido a no tener certeza suficiente para demostrar el argumento original. En otras palabras, cuando no existe auténtica relación entre las premisas y la conclusión, sino un simple parecido semántico insustancial.
Pero, volviendo sobre los pasos, ¿en qué se traduce eso? En definitiva, solo es una “cortina de humo”, derivada, nacida del miedo del régimen y de otros intereses políticos de algunas organizaciones de “oposición”, ante el conocimiento profundo, seguro y efectivo del liderazgo de María Corina Machado y su ulterior triunfo en las elecciones presidenciales del 2024.
No hay que ser tan inteligentes, para reconocer que en realidad para el régimen es un peligro, un temor, un TERROR, la celebración de las elecciones Primarias, pues ellas se han convertido en un preámbulo que les conduce con muchísima razón a ser dueños únicos y agradecidos de ese gran temor y pánico demostrado con sus acciones y conducta.
Por tanto, los venezolanos les concedemos al régimen esa propiedad, acompañándolos con el dicho: “El miedo es libre”. ¡Por supuesto, esperamos que disfruten a plenitud ese miedo y su agorafobia!
“De lo que tengo miedo es de tu miedo” (William Shakespeare).
“Las malas leyes son la peor especie de tiranía” (Edmund Burke).
Canadá, 30 de mayo de 2023
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