El majestuoso traje de la madama de El Callao
Historias de mi pueblo El Callao y sus personajes
Soy una cuentacuentos de mi pueblo El Callao…
“Un árbol sin raíces la tormenta hace leña de él”
El majestuoso traje de la madama de El Callao
Una historia contada en una indumentaria tradicional
Antecedentes Históricos:
El hermoso, distinguido y muy respetado “Traje de Madama” tiene una larga historia, que es importante transmitir y resguardar. Si no conocemos nuestra historia, cometeremos el error de tergiversar y mal utilizar lo que con mucho esfuerzo se ha logrado a través de los años.
Ser el Carnaval de El Callao, Patrimonio Intangible de la Humanidad, trae consigo la responsabilidad de cada uno de los que llevan este pueblo en su corazón, preserven su historia, y eduquen a cada una de esas mujeres, jóvenes y niñas que con mucho orgullo llevan este majestuoso traje, su significado, sus antecedentes históricos, el camino recorrido hasta convertirse en el “TRAJE TIPICO DE EL CALLAO”.
Al hablar de la Formación de la Población de El Callao, no existe una fecha de fundación, solo podemos hablar de un periodo, hablamos de la llegada de una carga cultural proveniente mayormente de las Antillas Menores del Caribe, Martinica, Dominica, St. Marteen, Guadalupe, Trinidad y Tobago… que, a su vez, y debido a la ocupación francesa e inglesa, mezclada con las costumbres de los Esclavos Africanos, dieron lugar a una manifestación cultural muy particular. Se vieron influenciadas todas las áreas, la musical, la gastronomía, el idioma, la religión, el deporte y todas las expresiones y sentimientos que reflejan la identidad cultural, social y valores, que han sido comunicados y transmitidos de una generación a otra.
Con el auge de la explotación minera del oro en la cuenca aurífera del Rio Yuruari a mediados del siglo XIX, aproximadamente entre 1848 y 1860, se forma la Población de El Callao en el margen derecho de este río.
Con la abolición de la esclavitud, a esta zona aurífera llegaron hombres considerados como mano de obra calificada, preparados para este tipo de desarrollos, acompañados de sus hijos y esposas, quienes eran las que llevaban las riendas del hogar, educaban, eran líderes de la comunidad, todo esto debido a las largas horas de trabajo que tenían los hombres. El Callao se formó como una comunidad “Matriarcal” digna de un estudio sociológico profundo.
Estas mujeres que llenaban este perfil especifico, educadoras, matriarcas, con un alto sentido de la moralidad y la religiosidad fueron llamadas ‘MADAMAS”, deformación fonética del francés “Madam” y con el que se diferenciaban de las Señoras francesas, inglesas y criollas. No todas las mujeres negras eran Madamas, no todas cumplían con este perfil.
Una de las Islas que mayor influencia trajo a la zona aurífera de El Callao, desde el punto de vista de la vestimenta, fue Martinica, una isla con estatus de región y departamento de ultramar de Francia, que forma parte integrante de la República Francesa y de la Unión Europea como región ultraperiférica. Para entender lo que las Islas de las Antillas sembraron en nuestra Cultura, debemos ir un poco más atrás y entender la transculturización que dio como resultado la ocupación tanto francesa como inglesa desde los años de la Colonia.
Desde 1635 Martinica fue colonizada por los franceses, exactamente el 15 de septiembre de 1635, el filibustero Pierre Belain d”esnambuc desembarcó en la rada de Saint-Pierre con 150 colonos franceses que habían sido exiliados de la isla de Saint Kitts. Así nació la primera colonia en Martinica, en nombre de la corona de Francia y la compañía de las Islas de América.
El Cardenal Richelieu crea la Compañía de las Indias y comienza a traficar negros del África para convertirlos en esclavos, por motivo del cultivo de caña de azúcar ya que los franceses no pudieron someter a los caribes. Tras la quiebra de la Compañía de las Indias en 1674, la isla pasó a manos de Francia. Francia estableció un gobierno militar y activó el Código Negro en 1684. Tras varias revueltas como la de colonos en 1717, la de esclavos en 1725, y la invasión inglesa desde 1759 al 1763, Martinica logró la autonomía junto a Guadeloupe en 1775.
En 1802, Napoleón Bonaparte reestableció la esclavitud, a pesar de haber sido abolida en 1794. El 27 de abril de 1848 gracias a la proposición de Victor Schoelcher, la libertad llegó para los esclavos de la Isla. La mano de obra empezó a escasear y comenzaron a traer asiáticos, con la llegada de estos pobladores a Martinica, se le añadió otro elemento a la evolución de la cultura y lengua criolla martiniquesa.
El Traje Tradicional de las Mujeres Antillanas:
Para el año 1674 Francia posee una colonia en la India, donde fundan la ciudad Pondichery la que se convierte en un centro comercial, artesanal muy importante, donde se producían una de las telas mas exquisitas de la época, las que fueron prohibidas por el Rey Luis XIV por su auge y éxito en Francia, permitiendo proteger a los artesanos franceses, desviando toda esta producción hacia las islas antillanas.
Debido a la desnudez de las esclavas de las plantaciones, y como condición del Código Negro de 1685, los amos eran obligados a proporcionar dos vestimentas al año, y comienzan a vestir unas camisolas largas muy austeras de color azul que cubrían sus brazos y cuellos, utilizando paños para cubrir sus cabezas.
Al obtener algunas esclavas su libertad, estas camisolas se fueron haciendo más elaboradas, mas llamativas, de colores brillantes, de flores y cuadros escoses, adornándose con vistosas joyas de oro como muestra de su ascensión social. La evolución del traje es la misma en todas las islas debido a que los terratenientes blancos tenían plantaciones y propiedades en otros lugares y las mujeres esclavas eran llevadas con la familia.
A partir de 1848, cuando fue abolida definitivamente la esclavitud, permitió la ascensión social de las personas de color y mestizos, dando cabida a una sociedad en apariencia mas brillante y colorida. La elegancia y la seducción eran las armas para la tan anhelada igualdad social. Las familias pasan de tener una esclava a tener mujeres de servicio y cuidadoras de los niños, muchas de ellas educadas, mientras más elegantes vestían estas mujeres, mejor hablaba de la familia y su riqueza.
A mediados del siglo XIX, ya las telas no eran traídas de las indias, sino directamente de Francia, telas como la indiana, algodones, sedas estampadas y muchas otra más, eran de fácil acceso para las recién liberadas mujeres de Martinica y Guadalupe.
A partir de 1848 hace su aparición el vestido largo de un solo cuerpo, muy influenciado por el Arles de Francia, más reservado, atado a la cintura, elaborado generalmente de Razo, algodón, seda, de muchas flores o cuadros escoceses, el vestido se llevaba remangado para poner en evidencia las enaguas, muy elaboradas con muchos encajes que también provenían de Francia. Luego de la abolición de la esclavitud, las mujeres usaron zapatos de tacón medio de razo o cuero, generalmente trenzados que combinaban con sus atuendos.
Como complemento, llevaban muchas joyas, zarcillos y prendedores de oro, que obtenían con sus ahorros y que evidenciaban su nuevo estatus social, un madrás que es un pañuelo muy almidonado de 1m x 1m que se colocaban en la cabeza al gusto de la mujer y un pañuelo que se colocaban en los hombros. Las primeras que usaron el Madrás como un turbante, fueron las criollas, por esa afición de los franceses a la cultura oriental, que se mezclo con la cultura africana de cubrirse la cabeza, convirtiéndolo en una parte fundamental de la vestimenta. De acuerdo con el nivel social, este turbante podía ser de tela de algodón hasta el razo más fino adornado de piedras y joyas. En la actualidad este traje es usado en las Islas de las Antillas en eventos de índole históricos y de atracción turística.
El traje de la madama de El Callao
En ese viaje de tradiciones, usos y costumbres, llego con el auge del desarrollo minero de El Callao, la vestimenta que hoy conocemos como el TRAJE DE LA MADAMA DE EL CALLAO.
La “Madama”, fue esa señora que llegó con su marido o sola a la región aurífera de El Callao, a mediados del siglo XIX, eran líderes de la comunidad con un alto sentido de la moralidad y la religiosidad, llevaban las riendas del hogar, eran mujeres muy educadas, muy disciplinadas y correctas, no todas las mujeres negras eran “Madamas”, con sus usos y costumbres trajeron su vestimenta, que las diferenciaban de la mujer francesa, inglesa y criolla.
Este traje forma parte de la evolución de la vestimenta de las mujeres de las Antillas Menores, consta de un vestido de una sola pieza, muy colorido, de flores o cuadros escoses, con un canesú plisado, mangas largas que pueden ser adornadas con encajes, con una cola que es elaborada en forma de cola de pescado forrada, atado a la cintura. El vestido se recoge a los lados para dar vistosidad al fondo o enaguas, de color blanco, adornado con encajes y cintas de colores, como complemento “La Madama” usa pañuelos de colores en los hombros y un madrás o turbante, muy almidonado, que las mujeres colocan en su cabeza a su gusto. No existe ningún registro histórico que mencione el turbando y su modo de amarre como simbología del estado civil de las mujeres, eso se ha convertido en un mito, que se ha transmitido de manera oral. Las mujeres se engalanaban con las mejores joyas elaboradas por los orfebres de la zona, donde prevalecían los collares de cuentas, los zarcillos de filigrana y argollas, prendedores muy elaborados, camafeos y otros. El zapato utilizado era el que prevalecía en la época en Europa, los botines de cuero, trenzados, de tacón medio, muchos de ellos forrados de razo y telas que hacían juego con sus vestidos.
El Callao fue un centro importante de comercio debido a su producción de oro, para el año 1885 El Callao producía 8.2 toneladas promedio de oro mensuales, alcanzando su auge en el mes de diciembre de ese año con 11 toneladas, convirtiendo ese desarrollo minero en el mas rico del mundo en esa época. Esto permitía a las mujeres obtener los mejores cortes de telas traídos directamente de Francia, rasos, lyon, sedas estampadas, charmusse, algodón de primera, así como los encajes y adornos usados en la elaboración de sus trajes, en los almacenes de El Callao se conseguían los mejores perfumes franceses, sombreros, zapatos y otras exquisiteces.
Para el año 1886 comienza a bajar la producción debido a la manera incorrecta y continua de la explotación del filón, hasta que se declara en Banca Rota la Empresa Minera de El Callao en el año 1897, fueron años muy difíciles hasta el cierre de la Mocca en 1965, El Callao fue un pueblo que se negó a morir, de una población cercana a 3.500 habitantes, solo quedaron alrededor de 500, muchos se vieron en la necesidad de emigrar y hacer vida en otras ciudades de Venezuela, El Callao comienza a resurgir en 1971 con la apertura de la Compañía Minera de Venezuela (Minerven)
En los últimos años de siglo XIX el Traje de la Madama se fue haciendo más austero debido a los cambios económicos, políticos y sociales de esa época, utilizándose solo en ocasiones muy especiales por las Madamas de mayor edad. En la segunda década de 1900, se utiliza en Traje de la Madama solo en las Fiestas de Carnaval.
Para 1950, un grupo de jóvenes de la época, Kenton St. Bernard, Lourdes Basanta, Carlo Small, Miguelina Conde, Clotilda Billings, la Familia Harewood, la Familia Wallace, Jaime Charles, Julio Yáñez, y muchos otros más que se mantenían a pie de lucha en El Callao, liderados por La Madama Isidora Agnes, retoman la celebración de El Carnaval como actividad representativa de la Zona aurífera de El Callao, llevándolo más allá de nuestro puente sobre el río Yuruari.
El traje de madama se convierte en un Icono representativo de nuestro pueblo, de nuestra descendencia, de esa mezcla de culturas y saberes que nos permite ser “suigéneris” en el mundo y ser este personaje reconocido dentro de la celebración del Carnaval, como Patrimonio Intangible de la Humanidad.
Es imprescindible que nuestro TRAJE DE MADAMA, sea protegido, sea declarado Patrimonio Cultural del Municipio El Callao y del Estado Bolívar, por ser el único que representa nuestra Identidad y Descendencia Afroantillana.
Toda mujer que usa un TRAJE DE MADAMA debe entender que lleva sobre si, una historia, que no solo es un vestido, mucho menos un disfraz, es una razón social, es un Patrimonio que nos identifica, debemos defenderlo con el alma de aquellos que se atreven a irrespetarlo, es el símbolo del nacimiento y posterior resurgir de un pueblo que siempre se ha negado a morir: EL CALLAO.
Blanca María Emanuelli
Fotografías:
Registro de la Universidad de la Sorbona (Paris, Francia)
Rubén Alfaro
Rosa Orsini
Gerardo Farias
Alvaro Pinto
Franchesca Comisari
Ender García
Archivo Familia Acosta
Archivo Familia Marksman
Archivo Miguelina Conde
Otros no identificados.
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